Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid ha puesto de manifiesto, una vez más, una situación alarmante en la Cañada RealGaliana, un asentamiento ubicado en las afueras de Madrid, donde se han identificado casos de pobreza energética extrema. Esta condición, caracterizada por la falta de acceso a servicios energéticos básicos, es descrita como inusualmente severa, hasta el punto de ser considerada rara en otras regiones de la Unión Europea y del hemisferio norte en general.
El informe señala que, tras el cese del suministro eléctrico hace más de tres años en partes de la Cañada Real, específicamente en los sectores 5 y 6, más de 4.000 personas, incluyendo alrededor de 1.800 niños, se han visto privadas de electricidad. Esta desconexión ha exacerbado las condiciones de vida ya precarias de los residentes, llevándoles a enfrentar extremos climáticos tanto en invierno como en verano, con temperaturas en el interior de las viviendas que pueden descender por debajo de los 10°C o ascender por encima de los 40°C.
Los autores del estudio, Jorge Martínez Crespo, Fernando Hernández Jiménez, Ulpiano Ruiz-Rivas Hernando y colaboradores, han documentado cómo esta carencia de energía ha incrementado la vulnerabilidad social y ha conducido a la aparición de situaciones de pobreza energética extremas. Además, han observado cómo los habitantes han buscado soluciones alternativas, tales como la instalación de paneles solares o el uso de generadores diésel, para paliar la falta de suministro eléctrico.
Estigma social asociado a la Cañada Real
La investigación también aborda el estigma social asociado a la Cañada Real, frecuentemente vinculado al tráfico de drogas en Madrid, y cómo este prejuicio agrava la situación de los residentes, contribuyendo a su mayor segregación y estigmatización. Los investigadores enfatizan la necesidad urgente de acciones que garanticen el suministro eléctrico, sugiriendo la implementación de medidas legales que aseguren un mínimo vital de suministro eléctrico para las familias afectadas y la promoción de reformas habitacionales que mejoren las condiciones de vida.
Este llamado a la acción insta a las autoridades competentes, desde los ministerios hasta la administración local, a tomar medidas inmediatas para restaurar el suministro eléctrico y a considerar soluciones a largo plazo que aborden tanto la pobreza energética como las inadecuadas condiciones de vivienda en la Cañada Real. La investigación subraya la importancia de abordar estas cuestiones no solo desde una perspectiva de derechos humanos y principios éticos, sino también en línea con los compromisos adquiridos en acuerdos previos destinados a mejorar la situación de los residentes de la Cañada Real.