El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha presidido el acto de firma entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y Airbus Defence and Space de un contrato por valor de 380 millones de euros. Mediante este acuerdo la industria aeroespacial española liderará el desarrollo de la nueva misión Land Surface Temperature Monitoring (LSTM), del Programa Copernicus.
El Programa Copernicus, en el que se integra la nueva misión LSTM, es uno de los mejores ejemplos de éxito de proyectos espaciales en cooperación entre la ESA y la Unión Europea, que hará compatibles los objetivos de usuarios y de desarrollo tecnológico. Por un lado, proveerá de imágenes de la Tierra a los usuarios sin coste y, por otro, permitirá a la industria europea consolidar su posición como responsable del programa más avanzado de observación terrestre a nivel global. Es la primera vez que la industria española lidera una misión en el ámbito de Copernicus Sentinel Expansion Missions.
Durante el acto de firma, que ha tenido lugar en el Ministerio de Ciencia e Innovación, el ministro Duque ha declarado que "el sector espacial se está redefiniendo hacia una excelencia aún mayor de la alcanzada hasta ahora". "España está demostrando que, con las capacidades tecnológicas generadas por su industria, su enfoque innovador y su compromiso con Europa como una unidad integrada en el ámbito espacial global, el papel de España en los próximos años será transformador y de liderazgo", ha afirmado.
Con la firma de este acuerdo, España se une al selecto club de países con la capacidad de desarrollar sistemas espaciales completos en los principales programas internacionales.
El satélite español SEOSAT-Ingenio, que será lanzado la próxima semana desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, también podrá proveer a Copernicus de datos de gran valor para el sistema.
LSTM es una de las seis misiones centinela previstas por el Programa Copernicus para responder a las prioridades fijadas para responder a los desafíos de los próximos años. En concreto, esta misión liderada por España será llevada a cabo por un sensor térmico infrarrojo de alta resolución espaciotemporal que permitirá realizar mediciones de la temperatura de la superficie de la tierra, tanto de día como de noche. Servirá, entre otras cosas, para entender y responder mejor a la variabilidad climática, gestionar los recursos hídricos para la producción agrícola, predecir sequías y abordar la degradación de la tierra, peligros naturales como incendios y volcanes o la gestión de las aguas costeras y continentales.
En los últimos años, el Ministerio de Ciencia e Innovación trabaja para facilitar un espacio institucional favorable a la creación de un marco de cooperación sostenible entre la ESA y la Unión Europea, objetivo que ya se constató en la Conferencia Interministerial de la ESA Madrid 2018. Además, España ha adquirido el compromiso, tanto en la Conferencia Ministerial de la ESA de Sevilla en 2019 como en el Programa Marco Financiero de la UE para Espacio 2021-2027, de acercar su contribución a la ESA al nivel que le corresponde por su peso económico relativo conforme a su PIB.
Precisamente, Copernicus fue el programa espacial en el que España realizó una mayor contribución económica en el Consejo Ministerial de Sevilla. En concreto, España aporta el 10% del presupuesto total, inversión que se ha demostrado muy rentable, tanto por el retorno económico en contratos de alta tecnología como por la utilidad de Copernicus para ampliar nuestro conocimiento científico sobre el cambio climático, una prioridad en nuestro país.