El Ayuntamiento de Barcelona, liderado por el socialista Jaume Collboni, plantea eliminar todos los pisos turísticos en cinco años para destinarlos a uso residencial aplicando el decreto ley aprobado por la Generalitat, que regula las viviendas turísticas.
Collboni ha anunciado este viernes que el Consistorio no concederá más licencias para uso turístico a viviendas residenciales y no renovará las existentes en noviembre de 2028, en aplicación de la ley catalana, de manera que en cinco años, los 10.101 pisos turísticos que hay en la ciudad perderán esa condición.
En rueda de prensa, Collboni, junto a los tenientes de alcalde Laia Bonet y Jordi Valls, ha detallado la voluntad de su Gobierno de que el máximo de pisos turísticos se destinen a uso residencial y sirvan para incrementar el parque de vivienda de la ciudad y frenar la subida del precio del alquiler y de la compra, acciones incluidas en el nuevo Pla Viure.
El objetivo es que "a partir de 2029 desaparezca la figura de piso turístico", tal y como se concibe actualmente y se cese completamente la actividad de uso turístico en pisos residenciales, una propuesta que primero deberá ser aprobada con el resto de grupos del Consistorio.
Collboni ha anunciado también la propuesta del Gobierno municipal de que la reserva para pisos sociales del 30% de las nuevas promociones y grandes reformas de edificios de viviendas, vigente desde 2018, se pueda trasladar a solares cercanos y que promotores sociales puedan ejecutar las nuevas edificaciones protegidas, en las que el Ayuntamiento tendría derecho preferente a la adquisición de las casas resultantes.