El Consejo de Ministros celebrará este jueves una reunión extraordinaria para abordar un conjunto de medidas con el que seguir afrontando las consecuencias de la sequía y las olas de calor en España.
El Gobierno va a modificar el reglamento de prevención de riesgos laborales para prohibir trabajar en determinados puestos de trabajo cuando haya alertas oficiales por calor extremo, según ha avanzado la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Prohibido trabajar con olas de calor
Además, aprobará una serie de medidas para el campo. Entre ellas, impondrá nuevas obligaciones a las empresas cuyos trabajadores desempeñan sus labores expuestas al calor extremo.
Con alerta roja donde el riesgo es extremo
El primer grado o color rojo, donde el calor es extremo, el Ejecutivo pretende prohibir el desarrollo de algunas tareas a determinadas horas del día. Se trata de trabajadores que realizan su trabajo al aire libre, por lo general, en tareas de limpieza, recogidas de residuos o repartos, entre otros.
Alerta amarilla o naranja
En segundo lugar, cuando haya alertas amarillas o naranjas de la AEMET, el Ejecutivo pretende convertir en obligatoria la reducción de la jornada de los trabajadores o la redistribución de esa jornada.
Será obligatorio reducir o cambiar turnos de trabajo o incluso acortar las horas de desempeño profesional de los empleados.
Obligación de imponer uniformes adecuados
El Ejecutivo impone la obligación a determinadas empresas de adoptar medidas específicas reforzadas, que harán obligatorio el uso de ropas más ligeras, transpirables.
Esas medidas serán individualizadas y se adaptarán al perfil de cada trabajador, de forma que, por ejemplo, un restaurante que sirve cervezas al aire libre deberá adoptar diferentes medidas de protección para trabajadores más jóvenes, frente a aquellos más mayores o con afecciones más sensibles frente al calor. Las medidas se adoptan, según fuentes del Ejecutivo, ante la mayor crudeza de “fenómenos meteorológicos adversos”. Se pretende combatir episodios como la muerte de dos trabajadores el pasado año en el mes de julio. O de tres trabajadores de la limpieza que fallecieron como consecuencia del calor extremo que se vivía Madrid.
En las olas de calor del año pasado se calcula que fallecieron 184 personas por el calor según la estadística del Instituto de Salud Carlos III.
Según la estadística del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), las muertes atribuibles a las altas temperaturas registradas por la ola de calor del año pasado superaron el millar y se cerraron con 1.047 fallecimientos.
Los embalses de algunas cuencas están en mínimos
Según los datos oficiales publicados este martes, los embalses bajan sus reservas de agua al 48%, un tercio menos de la media habitual.
Las pérdidas de agua potable en España van del 15% hasta, incluso, el 60% en ayuntamientos pequeños. Por esta razón, en pleno periodo de sequía, el gobierno central invertirá 200 millones de euros ayudas públicas para que los pueblos con menos de 20.000 habitantes pueden reparar, de forma urgente, las fugas de sus viejas tuberías.