Huida hacia adelante o morir matando. Esa parece ser la estrategia planteada por el Partido Popular para defender lo indefendible, es decir, el dumping fiscal de la Comunidad de Madrid que tanto daño está haciendo al resto de España.
Hay que partir de la base de que la solución planteada por el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, de imponer una especie de impuesto de capitalidad a Madrid no es la solución y, de aplicarlo el gobierno de Pedro Sánchez, estaría cometiendo otro gravísimo error que se uniría a la interminable cadena de decisiones equivocadas que ya lleva el actual Ejecutivo que van desde la política exterior, pasando por la agenda nacional y terminando con la fatídica política económica y laboral del gobierno de Sánchez que, teóricamente, debería haber ya desmantelado tanto las medidas aprobadas por Mariano Rajoy como haber retirado los privilegios a las élites empresariales, económicas y financieras.
Dumping fiscal
El problema de la Comunidad de Madrid se llama dumping fiscal y la aplicación de una política de impuestos basada en la reducción al mínimo de las tasas impositivas tanto a empresas como a particulares que, finalmente, sólo favorece a las rentas más altas y a las grandes empresas.
Las políticas fiscales de Madrid, basadas en el neoliberalismo y en la defensa del capitalismo cruel e inhumano, quedaron desenmascaradas en la campaña electoral de mayo donde Isabel Díaz Ayuso hizo una «confesión involuntaria» de que sus políticas fiscales son una herramienta más para que los poderosos apenas paguen impuestos que garanticen los servicios públicos.
En concreto, la política fiscal de la Comunidad de Madrid genera un ahorro impositivo a los más ricos del 18% mientras que a las rentas más bajas apenas les aplica.
Respecto a las empresas, la baja fiscalidad de Madrid está provocando que la actividad productiva del país se focalice en un solo territorio, lo que agrava directamente el gran problema de la despoblación en el resto del territorio y en el incremento del desempleo en las comunidades periféricas.
El PP lo trata como financiación autonómica
Sin embargo, el Partido Popular, tras la propuesta de Ximo Puig de aplicar un impuesto de capitalidad para evitar ese dumping fiscal, una proposición que, reiteramos, no es la solución, ha reaccionado manipulando la realidad y llevando el debate hacia la financiación autonómica en vez de hacia las políticas fiscales injustas y populistas.
Según ha indicado Enrique López, consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid en una entrevista concedida a Telecinco, el resto de España debería agradecer a Madrid por poder financiar sus servicios públicos con el dinero de los madrileños.
«No cabe un impuesto especial para una parte de España, cuando la Comunidad aporta casi el 70% del fondo de solidaridad interterritorial. Como mínimo, creo que habría que darles las gracias a los madrileños por este esfuerzo que están haciendo para financiar servicios públicos de muchos otros españoles, de lo que nos sentimos muy orgullosos; pero qué mínimo que den las gracias y no demonicen a la Comunidad de Madrid desde el punto de vista fiscal», ha señalado López.
¿Está volviendo a apelar el PP de Madrid al «España nos roba» que ya insinuó Cristina Cifuentes y que, además, es una de las reivindicaciones del independentismo catalán?
Por otro lado, López ha dejado caer que defenderán las políticas fiscales neoliberales donde haga falta, incluso en los tribunales. Sin embargo, esta amenaza velada es, de momento, insustancial, puesto que el propio Gobierno de Sánchez, a través de la ministra de Hacienda, ya ha dejado muy claro que no intervendrán ni en las políticas fiscales de Madrid ni en las del resto de comunidades autónomas.