Alberto Núñez Feijóo sabe que su investidura está abocada al fracaso de antemano. Sin embargo, ha decidido agotar los plazos paralizando España más de un mes hasta la sesión en el Congreso de los Diputados en la que, tal como se prevé, no logrará los cuatro escaños que le faltan. Todo este teatrillo, todo este bloqueo innecesario, no beneficia al país. España podría pasar de pantalla y dar entrada en escena a Pedro Sánchez, que tiene más posibilidades de ser investido presidente reuniendo los apoyos necesarios. Quizá Junts, con sus exigencias de amnistía y referéndum de autodeterminación, le impida la investidura a última hora. Pero es la única opción realista que, hoy por hoy, evitaría una repetición de las elecciones.
Mientras tanto, el tiempo va pasando y Feijóo sigue manteniendo la fábula de que puede llegar a la Moncloa. Los españoles no se merecen semejante pérdida de tiempo. Es cierto que el rey Felipe VI encargó al gallego la formación de un Consejo de Ministros al haber sido el candidato de la lista más votada, pero eso no significa que el dirigente del PP, tras comprobar que es imposible reunir los escaños suficientes, tenga que llevar su teatro hasta el final. Un teatro que, dicho sea de paso, solo beneficia a sus intereses particulares como político y a su partido. Al PP ya solo le queda una salida para tratar de derogar el sanchismo: llevar a la ciudadanía de nuevo a las urnas. El problema es que esa opción no es la mejor para el país. España sigue teniendo muchos problemas derivados de la pandemia, la crisis energética y climática y la guerra en Ucrania, y necesita seguir profundizando en las reformas que ya puso en marcha el Gobierno de coalición en la pasada legislatura.
En los últimos días, los agentes sociales han denunciado el postureo inútil de Feijóo. Así, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, cree que “España debe alejar cualquier escenario de repetición electoral”. Para Sordo la democracia tiene sus tiempos y sus procedimientos. “Luego vendrá el proceso de investidura en la que todo parece indicar que la única persona capacitada para conformar Gobierno es el actual presidente en funciones, Pedro Sénchez”. Para CCOO, cuanto antes empiece a andar la legislatura, mejor. “España tiene retos muy importantes en este semestre”, concluyó Sordo.
Además, calificó de “espectacular” los récords de ocupación laboral según la Encuesta de Población Activa (EPA), pero lamentó la falta de repunte del empleo industrial, que es la “clave del crecimiento a largo plazo”.
“Los datos son espectaculares, a nivel general son indiscutiblemente buenos”, tanto en cantidad como en calidad del empleo, dijo Sordo, pero también precisó que España no puede conformarse con una tasa de paro del 11,6 por ciento (muy superior al 6 por ciento de media europea), por lo que precisa aumentar la inversión pública y privada y recuperar los salarios. El líder sindical destacó la consolidación de la estabilidad laboral, pues un 81 por ciento de las personas ha alcanzado un contrato indefinido y un 93 de los asalariados tiene una jornada completa.
Tampoco en la patronal están contentos con la situación de interinidad que vive España. Un Gobierno en funciones, provisional, nunca es bueno para el gran capital, que exige estabilidad y planificación económica. Fuentes de la patronal aseguran a Diario16 que “debe prevalecer el sentido de Estado y el respeto al marco constitucional para preservar los avances económicos y sociales conseguidos con el esfuerzo de todos durante las últimas décadas y la confianza de España”. Además, “España necesita abordar unos retos que no pueden demorarse en el tiempo, como el reequilibrio de las cuentas públicas, la configuración de una fiscalidad que incremente la competitividad de nuestras empresas, el impulso de la industria en la transición verde y la digitalización”. La patronal subraya la importancia del “diálogo social” a la hora de emprender estos retos, un diálogo social que se ha revelado fructífero durante el mandato Yolanda Díaz como ministra de Trabajo.
Está claro que los empresarios prefieren a Feijóo en Moncloa antes que a Sánchez, pero en vista de que las matemáticas no le dan al gallego para gobernar, reclaman pasar página y que se conforme un Gobierno estable cuanto antes. A fin de cuentas, al gran capital no le ha ido tan mal con socialistas y podemitas en el Gobierno. Las grandes multinacionales y bancos han ganado más dinero que nunca al tiempo que han subido los salarios de los trabajadores, lo cual tampoco les perjudica, ya que el dinero necesita paz social para seguir generando más dinero. “Estamos en un momento decisivo para la economía y las empresas y, por lo tanto, necesitamos un gobierno que transmita confianza a los ciudadanos, a las empresas y a los inversores”, aseguran fuentes de la patronal. ¿Quién está en disposición de ofrecer esa estabilidadgubernamental, un Feijóo incapaz de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas por sus nefastos pactos con Vox o un Sánchez y su equipo de ministros que ya han acreditado una solvente gestión económica y política?