En el Día Internacional de la Enfermera, las profesionales de la enfermería han hecho un llamamiento firme al reconocimiento de su trabajo y a la creación de mayores ámbitos de actuación para poder seguir "marcando la diferencia" en la mejora de la salud de la población. Bajo el lema "Marcamos la diferencia", el Sindicato de Enfermería (SATSE) ha recopilado los testimonios de profesionales de todas las comunidades autónomas para resaltar su labor y plantear las mejoras necesarias para avanzar en su desarrollo profesional y laboral.
Reivindicaciones
Las enfermeras han pedido que se les asigne puestos de trabajo acordes con sus conocimientos y habilidades, así como más espacios profesionales para aplicar las competencias adquiridas en su formación universitaria de grado, posgrado y especialización. Consideran que el aumento de la cronicidad, las pluripatologías y la dependencia constituyen los grandes retos que la sanidad debe abordar en los próximos años, y estos son precisamente espacios clave para el cuidado en los que las enfermeras deben liderar las intervenciones.
Las demandas también incluyen la eliminación de barreras que limiten su desarrollo profesional. Abogan por ejercer sus funciones "sin límites ni barreras" y por un respeto profesional que no fomente el intrusismo por razones económicas o empresariales. Subrayan que, para que las enfermeras puedan desplegar todo su potencial, es fundamental contar con un entorno positivo que les permita realizar su trabajo de forma adecuada, segura y eficaz.
Alcalde social y participación en la toma de decisiones
Los testimonios recogidos por SATSE revelan un sentimiento generalizado de infravaloración y falta de reconocimiento, tanto social como político. Las enfermeras piden ser escuchadas y que se les permita decidir sobre su propia profesión y participar en la toma de decisiones que afectan al funcionamiento del sistema sanitario y al bienestar de la sociedad.
Entornos laborales positivos y retención del talento
En cuanto a las condiciones laborales, las profesionales demandan estrategias que defiendan entornos de trabajo positivos y condiciones adecuadas que resulten atractivas y favorezcan la retención del talento. Insisten en la necesidad de acabar con la precariedad laboral y la excesiva temporalidad que afectan al colectivo, factores que contribuyen a la fuga del talento enfermero y al abandono de la profesión.
Asimismo, consideran esencial que los entornos de trabajo sean lugares donde sus voces sean escuchadas y donde se les proporcionen los recursos necesarios para desempeñar su labor con eficacia y seguridad.
En definitiva, las enfermeras y enfermeros de España demandan un reconocimiento real y el desarrollo pleno de sus competencias para garantizar el derecho a la protección de la salud de todas las personas. Están convencidas de que su trabajo "marca la diferencia" dentro del sistema sanitario y en la comunidad en general, y que, para lograrlo, es necesario derribar las barreras que limitan su actuación profesional.