Las secciones sindicales de CCOO han pedido formalmente a las direcciones de los organismos públicos y empresas dedicadas a las actividades de prevención y extinción de incendios forestales de toda España que realicen una revisión de las evaluaciones de riesgos. El objetivo es valorar la exposición a agentes cancerígenos y mutágenos. Exigen que se adopten las medidas preventivas adecuadas: organización del trabajo, procedimientos de trabajo seguro, utilización de EPIs proporcionada al riesgo y limpieza y descontaminación de ropa, equipos de trabajo.
Cero cáncer entre los forestales
Desde enero de 2024, el sindicato pondrá en marcha una campaña de información y sensibilización frente a este riesgo entre los colectivos que intervienen en incendios forestales. CCOO lleva desde 2015 impulsando la campaña Cáncer Cero en el Trabajo en el colectivo de bomberas y bomberos, alertando del riesgo de exposición a tóxicos y cancerígenos presentes en el humo de los incendios tanto por la vía inhalatoria, como por las vías dérmica y digestiva, y a otros cancerígenos como los humos diesel, el amianto o la radiación solar.
El sindicato también viene exigiendo el cumplimiento de la Ley de Protección de Riesgos Laborales (LPRL) y de su normativa de desarrollo para el colectivo de bomberas y bomberas, algo reconocido por una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 12 de enero de 2006. Por otro lado, desde 2018, el sindicato propone la inclusión de las actividades de prevención, extinción de incendios y salvamento en el Anexo I del RD 665/1997 de protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo, aprovechando el proceso de trasposición de la última modificación de la Directiva de Cancerígenos y Mutágenos.
Cáncer Cero en el Trabajo
La evidencia científica sobre la exposición a agentes cancerígenos en el colectivo de bomberas y bomberos es antigua. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) clasificó en 2007 la profesión como cancerígeno del grupo 2B (“posible cancerígeno en humanos”), pero en junio de 2022 anunció que la reclasificaba en el grupo 1 (“cancerígeno en humanos”), máximo nivel de evidencia científica. Un año después, en julio de 2023, publicó la extensa monografía que recopila todos los estudios científicos recientes en los que se ha basado para la reclasificación, que acredita la especial incidencia de algunos tipos de cánceres en el colectivo y que demuestra sin ningún tipo de duda la presencia de cancerígenos en el humo: particulada (hollín), compuestos orgánicos volátiles (benceno, formaldehído, tolueno, etilbenceno, xileno) y diversos hidrocarburos aromáticos políciclicos.
La campaña Cáncer Cero en el Trabajo de CCOO ha tenido una especial incidencia en los colectivos de bomberas y bomberos estructurales y aeroportuarios, “pero también ha dado frutos en el colectivo dedicado a la prevención y extinción de incendios forestales, pese al negacionismo mantenido por la mayoría de las direcciones de los dispositivos de extinción de incendios forestales”, aseguraba Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental, al anunciar la suma de esfuerzos desde el sindicato en este terreno.
Denuncia a Inspección de Trabajo de los forestales
Desde CCOO nos hemos visto obligados a presentar denuncia en Inspección de Trabajo “para lograr que se reconociera la exposición a agentes químicos y cancerígenos, tal y como ha sucedido en la Agencia de Medioambiente y Agua (AMAYA) de la Junta de Andalucía (julio de 2021), la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (SARGA) de la Diputación de Aragón (marzo de 2022), cuadrillas forestales privadas de Castilla y León (agosto de 2023) o la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (GEACAM) de la Junta de Castilla-La Mancha (octubre de 2023)”, resumió.
Para extender esta protección al conjunto del Estado, las secciones sindicales de CCOO en los organismos públicos y empresas dedicadas a las actividades de prevención y extinción de incendios forestales (que incluyen bomberas y bomberos forestales y a otros colectivos como agentes medioambientales) del conjunto del Estado se han dirigido por carta esta semana a las direcciones de las mismas, solicitando que se realice una revisión de las evaluaciones de riesgos con el objeto de incluir en las mismas la exposición a agentes cancerígenos y mutágenos.
Reducir la exposición a productos cancerígenos
Y en segundo término se ha exigido la aplicación de la legislación de seguridad y salud en el trabajo para que se adopten la medidas preventivas adecuadas: reorganizar el trabajo para minimizar las exposiciones, utilización de EPIs que protejan de manera adecuada, establecimiento de procedimientos de trabajo que deriven de la evaluación de riesgos y que incluyan la descontaminación de la ropa y de los equipos de trabajo, información y formación y rediseño de la vigilancia de la salud específica a los riesgos existentes, entre otras.
Además, el pasado 6 de noviembre mantuvieron una reunión con la Subdirectora General para la coordinación de la inspección del Sistema de Relaciones Laborales del Organismo Estatal Inspección de Trabajo y Seguridad Social para trasladarle nuestra posición sobre estas cuestiones y para solicitarle alguna iniciativa que unificara la actuación inspectora a nivel estatal.
Han asistido junto a Mariano Sanz, Manuel Amores, secretario general en GEACAM; Carlos Martín, su homólogo en la empresa estatal TRAGSA y Ernesto Angulo, secretario general del Sector Estatal de Administración Autonómica (SEAA) de CCOO. Según este último, “las administraciones públicas deben ser las primeras en cumplir escrupulosamente con la Ley de Riesgos Laborales, haciendo una correcta evaluación de todos los puestos, especialmente, en aquellos relacionados con agentes cancerígenos y químicos en trabajos relacionados directa o indirectamente con los incendios forestales. Actualmente esto es un problema: tienen que vigilar y sancionar a las empresas privadas cuando ellas no cumplen con su responsabilidad”.
Protocolos contra el cáncer entre los bomberos forestales
Por su parte, Carlos Martín, aclaraba que “esto no se circunscribe solo a lavar las prendas de trabajo por parte de la empresa, no nos podemos queda ahí: Hay que crear protocolos de actuación integral para minimizar las exposiciones y evitar la transferencia de estos compuestos contaminantes ya sea en vehículos o en las zonas de trabajo que deben estar limpias. Y en ese protocolo debe participar también la parte social de cada empresa. Ahí es importante la categoría profesional que define la actividad los riesgos inherentes de trabajadores y trabajadoras”. Para Manuel Amores es clave el hecho de que “los incendios, los humos y los agentes cancerígenos no conocen fronteras y los bomberos y bomberas forestales y las personas agentes medioambientales y otras que se relacionan en su trabajo con este materia lo hacemos a nivel nacional. Todos y todas debemos tener las mismas condiciones de trabajo, categorías, y evaluación de riesgos laborales. En esta materia, también es importante homogeneizar”.
En enero de 2024 CCOO pondrá en marcha una campaña de información y sensibilización frente a este riesgo entre los colectivos que intervienen en incendios forestales, que incluirá una iniciativa para aflorar los casos ya existentes de cáncer de origen profesional en bomberas, bomberos y agentes medioambientales para lograr la determinación como enfermedad profesional de los mismos.