España arde: UGT alerta de la precariedad que mata en los incendios forestales

Más de 400.000 hectáreas calcinadas y vidas en riesgo muestran la urgencia de un dispositivo público de prevención y extinción todo el año

26 de Agosto de 2025
Actualizado a las 11:56h
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Rueda de prensa UGT Servicios Públicos
Rueda de prensa UGT Servicios Públicos sobre incendios forestales, en el centro: Victoria Corbacho, secretaria de Administración Local y Autonómica de UGT  Servicios Públicos, a la derecha: Francisco Javier García, responsable federal de Bomberos Forestales de UGT  Servicios Públicos y a la izquierd: JuanMa Antón, portavoz del sindicato profesional de Agentes Forestales y  Medioambientales de UGT Servicios Públicos. 

La secretaria de Administración Local y Autonómica de UGT Servicios Públicos, Victoria Corbacho, junto a Francisco Javier García, responsable federal de Bomberos Forestales, y JuanMa Antón, portavoz del sindicato profesional de Agentes Forestales y Medioambientales, han alertado hoy en rueda de prensa de la grave situación que atraviesa España frente a los incendios forestales.

Estamos ante una auténtica emergencia nacional”, afirmó Corbacho. Castilla y León, Galicia y Extremadura concentran la peor parte: in8 personas fallecidas, cientos de heridos, miles de animales muertos y 400.000 hectáreas arrasadas, equivalentes a la isla de Mallorca. “Cada verano vemos lo mismo: la destrucción se repite mientras quienes trabajan en prevención y extinción lo hacen en condiciones precarias”, denunció.

El sindicato insiste en que los incendios no se apagan en verano, sino en invierno, y subraya que la falta de inversión ha generado plantillas temporales de hasta el 60%, deficiencias en limpieza y mantenimiento de montes, y ausencia de cortafuegos efectivos. “El abandono del monte es abandono de las familias que viven en él”, recalcó Corbacho, dirigiéndose directamente al consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al que pidió que no considere el mantenimiento anual del dispositivo como un gasto innecesario, sino como inversión en seguridad, medio ambiente y vidas humanas.

El precio humano y económico de la negligencia

Francisco Javier García denunció que la precariedad mata: “Este verano hemos perdido 3 bomberos forestales y 5 voluntarios en la extinción. Además, decenas de personas resultaron heridas, algunas con secuelas irreversibles”. Pero los daños no se limitan a vidas humanas: viviendas, explotaciones agrícolas y ganaderas, y negocios turísticos se ven devastados. “Cada incendio es un golpe al territorio, a la economía y a la vida de las familias”, subrayó.

UGT reclama un dispositivo profesional, estable y público durante los 12 meses del año, adaptado a cada territorio y comunidad autónoma. “No podemos normalizar evacuaciones masivas ni confinamientos; eso es un fracaso de la prevención”, indicó García.

La “España vaciada” en el centro del riesgo

JuanMa Antón, portavoz de los agentes forestales, explicó que el colectivo que representa patrulla aproximadamente 25 millones de hectáreas, la mitad del país, y que desempeña funciones administrativas, judiciales y de coordinación en la fase inicial de los incendios. “Somos pocos, 6.000 agentes para un país enorme, pero estamos siempre en primera línea”, señaló.

Antón recordó que la combinación de cambio climático, sequía, abandono rural y acumulación de combustible vegetal ha convertido a España en un terreno extremadamente vulnerable. “Más del 90% de los incendios son provocados por el ser humano, ya sea por negligencia o accidente”, explicó, y advirtió que los bosques centenarios no están preparados para las condiciones actuales, con temperaturas y humedades muy distintas a las que existían cuando nacieron.

Lo público salva vidas: inversión frente a recortes

UGT denunció que las políticas de recorte y privatización han debilitado los servicios públicos esenciales. “Cuando hay crisis, los gobiernos de derechas piden ayuda al Estado, pero lo que realmente salva vidas y protege el territorio es lo público”, insistió Corbacho. El sindicato anunció que recopilará información para tomar medidas legales ante la Inspección de Trabajo y las administraciones responsables, y que exigirá un Pacto de Estado sobre incendios que integre a trabajadores, familias y comunidades rurales.

Condiciones extremas para profesionales sin recursos

Durante la visita a la ELIF de Villardeciervos, los jóvenes bomberos denunciaron la precariedad de sus condiciones: contratos a través de ETT, formación mínima de 16 horas, equipos de protección insuficientes y botas que provocan llagas. “Comían gracias a la solidaridad de los vecinos y nos pedían que no les abandonáramos”, relató Corbacho.

García insistió en que el modelo actual es insostenible: jornadas laborales de hasta 20 horas en condiciones extremas, falta de logística y descanso, y la contratación de personal sin experiencia para combatir el fuego son una bomba de relojería que pone en riesgo vidas y territorio.

Leyes sin aplicación: la Ley Básica de Bomberos Forestales

El sindicato reclamó la plena aplicación de la Ley Básica de Bomberos Forestales, aprobada en noviembre de 2024, que homogeneiza la categoría profesional, regula la formación continua y reconoce la peligrosidad de la profesión, incluyendo coeficientes reductores de jubilación. “Sin su aplicación, la profesionalización del dispositivo es imposible”, alertó García.

Propuestas de UGT: prevención, formación y gestión integral

El sindicato propone medidas concretas:

  • Mantener a los bomberos forestales todo el año, con labores preventivas en invierno.

  • Crear campañas de sensibilización y educación desde las escuelas.

  • Integrar plenamente a los agentes forestales en los centros de emergencias 112.

  • Reincorporar a los agentes en los operativos de extinción como directores de campo.

  • Gestionar los montes de manera sostenible, adaptada a la nueva realidad climática.

  • Fomentar el asentamiento rural mediante actividades agropecuarias y forestales.

“España puede renacer de sus cenizas, pero si no apostamos por 25.000 bomberos y 6.000 agentes forestales, todo lo demás será palabrería”, concluyó Antón.

Responsabilidad compartida

El mensaje final de UGT es claro: la ciudadanía debe adoptar hábitos más seguros para evitar incendios, pero la responsabilidad última recae en las autoridades políticas. “Los ciclos forestales no entienden de legislaturas de cuatro años. Necesitamos una política de Estado a largo plazo. Si no lo gestionamos nosotros, lo hará el fuego”, advirtió Antón, poniendo el foco en la coordinación entre administraciones, la inversión en medios y la protección efectiva de las personas y el territorio.

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