Familiares de republicanos coruñeses deportados a campos de concentración nazis se han sumado a la Querella Argentina contra el Franquismo. Este acontecimiento se enmarca dentro del único proceso penal en el mundo que, aplicando el principio de jurisdicción universal, se atreve a juzgar los crímenes cometidos durante la dictadura franquista. Las denuncias se presentarán formalmente en el Consulado Argentino en A Coruña el próximo jueves 2 de mayo.
El caso se centra en la búsqueda de justicia para las víctimas de atrocidades que incluyen deportación, tortura y asesinato, y que hasta la fecha han sido largamente ignoradas por la justicia española debido a la Ley de Amnistía de 1977 que impide la persecución de crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. Esta ley ha sido un punto de controversia, ya que ha impedido que muchas víctimas y sus familiares encuentren el cierre y la reparación que merecen.
La Querella Argentina hace uso del principio de jurisdicción universal, que permite juzgar crímenes de lesa humanidad en cualquier lugar del mundo, sin importar dónde se cometieron. Este caso fue iniciado en 2010 por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y recibió el respaldo de diversas organizaciones humanitarias y figuras destacadas como el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
La incorporación de los casos de los republicanos coruñeses deportados por la Alemania nazi a este proceso es un paso crucial en la documentación y el reconocimiento internacional de las violaciones de los derechos humanos perpetradas contra ellos. Entre los deportados se encuentran figuras como Víctor Manuel Conde Núñez y Arturo García Lagares, quienes, junto con otros, fueron víctimas del horror nazi en campos como Mauthausen y Gusen.
La ARMH ha jugado un papel vital en este proceso, iniciando por primera vez en 2020 la incorporación de las denuncias de los deportados a campos de exterminio nazis a la Querella Argentina. Este movimiento no solo destaca la conexión entre los crímenes franquistas y la complicidad durante la Segunda Guerra Mundial, sino que también subraya la importancia de una memoria histórica que no se olvida y que lucha por la justicia.
La continuidad de esta querella es una señal inequívoca del compromiso internacional con los derechos humanos y la justicia. Al llevar estos casos ante la justicia argentina, se abre una ventana a la esperanza para muchas otras víctimas y sus familiares, quienes han esperado décadas por reconocimiento y justicia. Este caso no solo tiene implicaciones legales, sino que también tiene un profundo impacto cultural y moral, reforzando la importancia del recuerdo y la responsabilidad histórica.