Golpe de Bruselas a Pedro Sánchez al hacer público un recorte de las previsiones de recuperación de la economía española. La Comisión Europea ha pasado de dar una previsión para España en el mes de julio de un 6,2% al 4,6% señalado en un informe publicado hoy. El aparato de propaganda de Sánchez ahora tendrá que agarrarse a los datos que Bruselas prevé para 2022 y 2023 en los que, a priori, la economía española se podría situar por encima de la media de la UE.
Sin embargo, la realidad es que para 2021 los datos son ya demoledores y muestran que las políticas de Pedro Sánchez y Nadia Calviño llevan a España a una situación límite que sólo será salvada por la llegada de los fondos europeos que, hay que recordar, tienen una serie de condicionantes que, a día de hoy, no son cumplidos por el Estado español como, por ejemplo, el caso del abuso de la contratación temporal en las Administraciones Públicas por la que España está pendiente de la apertura definitiva de un expediente de infracción.
El comisario europeo de Finanzas, el italiano Paolo Gentiloni ha sido contundente: «En España se proyecta un crecimiento del 4,6% en 2021, por debajo de nuestras expectativas de verano. Sin embargo, se espera que el PIB de España se mantenga en una senda de crecimiento muy fuerte durante los próximos dos años gracias a la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia. Se proyecta un crecimiento del 5,5% en 2022 y del 4,4% en 2023».
A pesar de las previsiones de Bruselas, el Gobierno de Sánchez sigue manteniendo, como «don Erre que Erre», que la economía española crecerá un 6,5%. Sin embargo, la Comisión ha puesto la realidad frente a optimismo y a la propaganda de Moncloa. En concreto, tras un análisis de la situación del país ha pasado de ser uno de los países con un mayor crecimiento para 2021 a situarse por debajo de la media.
Dependencia absoluta de los fondos europeos
Tal y como ocurrió durante la posguerra mundial, la economía española es tan débil por la falta de la aplicación de las reformas estructurales que precisa, que sólo podrá remontar gracias a la ayuda exterior. Un mercado laboral basado en la más absoluta precariedad salarial, con sueldos más propios de Somalia que de la cuarta economía de la Eurozona, y una temporalidad sistémica, no puede soportar el peso de la recuperación tras la crisis provocada por la pandemia.
Uno de los factores que señala la Comisión como fundamentales para la recuperación es el incremento del consumo interno. Bruselas espera que «el crecimiento del consumo privado se mantenga fuerte con el impulso del ahorro acumulado durante la pandemia y la recuperación del empleo». Sin embargo, ¿cómo se va a recuperar el consumo si los salarios en España son de supervivencia?
Por tanto, la dependencia de España de los fondos europeos es absoluta. La Comisión señala que el plan de recuperación «impulsará la inversión pública y privada. El pronóstico incorpora gastos financiados con transferencias de los fondos europeos por un monto del 5% del PIB de 2019 hasta finales de 2023. También se espera que el sector externo contribuya al crecimiento del PIB, gracias a la paulatina normalización del turismo internacional. Se prevé que la actividad económica continúe expandiéndose en 2023, aún bajo el impulso del gasto y las reformas financiadas por el plan de recuperación, aunque se prevé que las tasas de crecimiento trimestrales se moderen».
Grandes riesgos para España
Más allá del aparato de propaganda monclovita, la realidad es que Pedro Sánchez se enfrenta a riesgos para la recuperación que, con la deplorable gestión actual y dándole tanto poder a Nadia Calviño, no podrá enfrentar con garantías de éxito, sobre todo porque esos riesgos están focalizados en el sector turístico, el pilar fundamental de la economía española.
«La persistencia o el resurgimiento de la pandemia en otros países podría influir en el crecimiento económico, en particular al retrasar la recuperación total del sector turístico. Los cuellos de botella del lado de la oferta y los precios de la energía y el transporte podrían retrasar la recuperación a corto plazo, mientras que los desajustes del mercado laboral podrían afectar la implementación de inversiones verdes y digitales conectadas al plan de recuperación. Por el contrario, la implementación de los fondos europeos podría generar efectos de atracción más poderosos y un impacto más fuerte de las reformas en el crecimiento potencial», advierte la Comisión en su informe.