El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha ofrecido su visión sobre los incendios que continúan devastando la comunidad en una entrevista reciente en la Cadena SER. Tras días de temperaturas extremas y fuegos incontrolables, Rueda subrayó que la reciente bajada de las temperaturas puede ofrecer “una ventana de oportunidad” para los equipos de extinción. “Aunque la situación sigue siendo muy complicada, las últimas horas han sido menos duras que los días anteriores”, declaró, destacando que dos de los nueve incendios activos ayer ya se encuentran controlados.
El mandatario gallego insistió en la necesidad de cooperación y apoyo: “Lo que la gente necesita ahora no son discusiones, sino ayuda efectiva”, enfatizó, apelando tanto a la ciudadanía como a las administraciones competentes.
Incendios de magnitud sin precedentes
Rueda reconoció que Galicia ha lidiado históricamente con incendios forestales, pero destacó que lo vivido recientemente supera cualquier experiencia anterior: “Son incendios absolutamente explosivos, que se propagan con una velocidad impresionante. Por eso solicitamos apoyo adicional, especialmente maquinaria y personal especializado, recursos que el Ejército puede proporcionar”, explicó.
Pese a las dificultades, mostró cierto optimismo: “La humedad que se empieza a notar por las noches da una esperanza a los equipos de extinción, que llevan días trabajando con un agotamiento extremo”. El presidente señaló que, aunque podría elevarse al nivel 3 de emergencia, preferiría hacerlo solo si garantiza la llegada de más recursos efectivos.
Galicia, un escenario de devastación
Este año, más de 350.000 hectáreas han ardido en España, de las cuales unas 70.000 corresponden a la provincia de Ourense. Rueda evitó ofrecer cifras exactas de daños en viviendas y terrenos, centrando su mensaje en la prioridad inmediata: “Apagar los incendios y proteger a las poblaciones es lo más urgente. El resto se abordará después con planes de ayuda a los damnificados y recuperación de los terrenos antes del invierno”.
El presidente también destacó que, en la mayoría de los incendios, la acción humana ha sido determinante: “Existen personas que provocan estos fuegos intencionadamente, con pleno conocimiento del daño que generan. Hay que actuar con firmeza y garantizar que los responsables enfrenten la ley”, señaló.
Rueda insistió en que Galicia cuenta con uno de los mejores servicios de extinción de incendios del país, pero reconoció que los recursos disponibles aún resultan insuficientes ante incendios de esta magnitud: “Sobre el terreno hay más medios que nunca, pero lo que estamos viviendo no tiene precedentes. Son fuegos explosivos que ningún dispositivo logra controlar completamente por sí solo”, alertó.
El presidente valoró la llegada reciente de efectivos militares y confió en que los medios adicionales solicitados se incorporen en los próximos días. “Si se proporcionan más recursos, podemos ser eficaces incluso desde el nivel 2 de emergencia”, afirmó, apelando a la coordinación entre administraciones y al compromiso del Gobierno central.
El modelo forestal bajo examen
La oleada de incendios ha vuelto a poner en el centro del debate la gestión forestal de Galicia bajo gobiernos del Partido Popular. En los últimos 16 años, la comunidad ha invertido más de 1.231 millones de euros en prevención y extinción de incendios, sin embargo, el balance de hectáreas afectadas evidencia las limitaciones de esta estrategia: cerca del 15% de la superficie forestal gallega se ha visto afectada desde 2009.
Organizaciones sindicales y ecologistas critican un modelo basado en la eucaliptización, la falta de planificación territorial, la precariedad de los servicios forestales y la ausencia de políticas públicas de educación ambiental. Zeltia Burgos, agente forestal y portavoz de la CIG, remarca: “El modelo actual ha fracasado. La Xunta culpa al clima, pero la realidad es que la gestión del territorio es deficiente y los incendios no son solo consecuencia de la ola de calor”.
Acciones y prevención, una asignatura pendiente
Los presupuestos autonómicos para 2025 destinan 181,5 millones de euros a acciones preventivas e infraestructura forestal, la partida más alta hasta la fecha. Esto representa un incremento del 14% respecto al año anterior y casi un 80% respecto a 2017. Sin embargo, las cifras de inversión contrastan con la magnitud de los daños: desde 2017 se han quemado cerca de 152.000 hectáreas.
Organizaciones como Adega, veterana en defensa ecológica, reclaman cambios estructurales: una política forestal adaptada al cambio climático, moratoria en nuevas plantaciones de eucalipto, gestión pública y democrática de los montes y un único servicio profesionalizado de prevención y extinción de incendios.
La responsabilidad compartida
Rueda reconoce que la prevención y la gestión del territorio son responsabilidad de todos los niveles de la administración: “Cada administración tiene su papel y debemos asumirlo con seriedad”, señaló. Además, destacó que la educación ambiental de la ciudadanía y la formación de los profesionales del sector resultan esenciales para reducir riesgos en el futuro.
La ola de incendios que ha asolado Galicia en los últimos días evidencia la necesidad de una estrategia integral que combine prevención, recursos humanos y materiales suficientes, coordinación efectiva y adaptación a las condiciones climáticas extremas. Para el presidente gallego, la colaboración entre gobiernos y sociedad civil es clave: “Solo juntos podemos enfrentar estos desafíos, minimizar los daños y preparar la recuperación de nuestros bosques y comunidades”.