El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha transmitido a la población, y entre líneas, dos mensajes que podrían explicar el apagón de hoy en la Península Ibérica: no se descarta ninguna hipótesis; y España está en contacto con la OTAN. ¿Qué ha querido decir el presidente? Que los servicios de inteligencia españoles investigan si el incidente que ha dejado a España, a Portugal y a zonas de Francia sin suministro eléctrico podría haber sido debido a un sabotaje, es decir, a un ciberataque ruso.
A esta hora, el alto mando de la OTAN sigue de cerca el episodio ocurrido en la Península Ibérica y que ha sumido en el caos a dos países de la UE. Recientes informes de la Alianza Atlántica ya alertaban de las intenciones de Putin de incrementar la guerra híbrida contra puntos estratégicos como estaciones eléctricas y conexión a Internet. Desde el inicio de la invasión de Ucrania, hace ya más de tres años, se han multiplicado los daños a cables submarinos, y las sospechas se dirigen hacia Rusia. Esto ha aumentado la preocupación por la seguridad de la infraestrucutra global de Internet.
En este contexto, las autoridades y las empresas de telecomunicaciones han emitido advertencias sobre la posibilidad de que Rusia lleve a cabo ataques que podrían paralizar Internet en todo el planeta, según informa el medio Executive Digest en una información de la que se hace eco el Huff Post. No sería la primera vez que hackers rusos ponen en riesgo infraestructuras estratégicas de países europeos. España, sin ir más lejos, lleva años sufriendo las gamberradas del servicio de inteligencia de Moscú. Ninguna administración se ha librado, desde la Sanidad al Ministerio de Trabajo, desde los servidores de la Administración central y autonómica hasta los propios cuarteles de la Policía y la Guardia Civil. Se confirme o no que el apagón de hoy ha sido obra de los genios de la informática del Kremlin, esa amenaza es real y se hace realidad casi a diario. El CNI lo sabe bien.
“De esta forma, se ha comunicado a los jefes militares de la OTAN de la necesidad de prepararse para la posibilidad de apagones globales, ya que los daños a estos cables submarinos podrían afectar a servicios críticos, incluidas las comunicaciones internacionales, las transacciones financieras y el suministro de energía”, aseguraban hace 13 días las filtraciones de la OTAN.
Según una carta abierta difundida por empresas de telecomunicaciones, el impacto de los daños a los cables submarinos sería devastador para la infraestructura global, dañando aún más la economía mundial. En ese sentido, de confirmarse el ciberataque, lo de hoy en España podría tratarse de un ensayo para algo más grande que estaría por llegar: la caída de Internet en todo el mundo provocada por un sabotaje del Kremlin.
En los últimos dos años se han dañado 11 cables submarinos en el Mar Báltico y se han registrado incidentes similares en el Mar del Norte. La preocupación por la seguridad de estos cables ha ido en aumento, especialmente debido a la creciente presencia de barcos rusos en la región. El secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, aseguró que los cortes de Internet eran “otro ejemplo de la creciente agresión rusa”. Además, señaló que el Reino Unido tomaría “medidas enérgicas” para proteger al país.
Matt Western, presidente del comité de defensa, advirtió que los cables submarinos se han convertido en un punto vulnerable en la red global de Internet, y que los estados extranjeros buscan formas asimétricas de comprometer la seguridad. En respuesta, las empresas de telecomunicaciones piden que la red de cables submarinos se clasifique como infraestructura crítica, garantizando así su protección.
En las instalaciones de Red Eléctrica se ha reunido con sus vicepresidentas María Jesús Montero y Sara Aagesen y con cuatro ministros: Interior (Fernando Grande-Marlaska), Transportes (Óscar Puente), Transformación Digital (Óscar López) y Sanidad (Mónica García). Todos ellos se han desplazado posteriormente al Palacio de la Moncloa para la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en el que participan otros miembros del gabinete. De este Consejo forman parte igualmente, entre otros, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Teodoro Esteban, y la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro. La pasada semana el rey presidió en el Palacio de la Zarzuela una reunión ordinaria del Consejo de Seguridad Nacional en la que se dio luz verde al procedimiento de redacción de una nueva Estrategia de Seguridad Nacional.