Una investigación interna del Senado destapa espionaje a senadores y desmiente al PP

El despido de dos informáticos por acceso ilegal a documentos confidenciales pone en duda la versión oficial y desata una batalla política entre el PP y el PSOE

27 de Mayo de 2025
Actualizado a las 10:01h
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La investigación interna del Senado destapa espionaje a senadores y demiente al PP

La polémica que ha envuelto al Senado español ha dado un giro inesperado con la revelación de un expediente que contradice las versiones oficiales ofrecidas por la Presidencia de la Cámara Alta. Los informáticos despedidos por presunto espionaje a documentos sensibles de senadores han sido el centro de un escándalo que ha sacudido los cimientos de la política interna en el Senado, controlado por el Partido Popular. Las versiones contradictorias sobre los hechos y las tensiones políticas entre el PP y el PSOE ahora colocan la cuestión en un terreno mucho más complejo, tanto a nivel técnico como reputacional.

Un despido que no convence: las primeras versiones oficiales

El escándalo comenzó con un comunicado oficial del Senado, que confirmó el despido de dos informáticos de la Cámara Alta por una "falta disciplinaria muy grave". Según el comunicado inicial, los informáticos habrían accedido indebidamente a los portafirmas de miembros de la Mesa del Senado y senadores, descargando documentos confidenciales. Sin embargo, al día siguiente, las autoridades del Senado, en manos del PP, rectificaron drásticamente su versión, asegurando que los empleados despedidos no habían tenido acceso a los ordenadores o documentos de los senadores, ni de los miembros de la Mesa. Esta contradicción dejó abierta la puerta a nuevas investigaciones.

Un expediente revela acceso indebido a documentos confidenciales de senadores y altos cargos del Senado, y pone en evidencia las contradicciones entre la Presidencia y la investigación interna.

El expediente interno que ahora ha salido a la luz, al que ha tenido acceso eldiario.es, revela detalles que desmienten las versiones oficiales previas. Según este documento, entre los meses de abril y octubre de 2024, se registraron 51 accesos no autorizados a bandejas de entrada y documentos privados de cargos y empleados del Senado, incluidos 22 senadores. El expediente muestra que los informáticos utilizaron sus credenciales para acceder a portafirmas y descargar información de los perfiles de los senadores, incluidos los documentos confidenciales, violando de forma flagrante la privacidad de las personas afectadas.

El motivo detrás de los accesos: un ascenso familiar

El expediente también desvela un detalle que añade complejidad al caso: el motivo detrás de los accesos no era político, sino personal. Los dos informáticos, que eran pareja, habían presentado su candidatura para un puesto de jefe de proyecto en el Senado. Según la investigación, el marido, que tenía más experiencia, buscaba que su esposa ascendiera en caso de que él no ganara el puesto. Para ello, ambos accedieron a documentos confidenciales sobre los méritos y puntuaciones de los otros candidatos para influir en la decisión. El expediente aclara que, aunque el marido parecía ser el favorito, ambos recurrieron a esta táctica para garantizar que al menos uno de los dos obtuviera el puesto.

La investigación no solo menciona los accesos, que también describe los documentos descargados. En total, 74 personas fueron afectadas por estas intromisiones, incluidas figuras clave como la letrada mayor del Senado, el presidente y vicepresidentes de la Cámara. Aunque en algunos casos solo se registraron accesos a los portafirmas sin descargas de documentos, en otros la violación fue mucho más grave, con documentos privados y confidenciales accesados de forma ilegal.

La reacción de la Presidencia del Senado ante las denuncias fue dura, y aunque inicialmente intentó minimizar la situación, finalmente se abrió un proceso sancionador que llevó al despido de los informáticos. A pesar de las alegaciones de los despedidos, quienes pidieron perdón y reconocieron su responsabilidad, la Mesa del Senado aprobó su despido tras un proceso que incluyó una larga serie de alegaciones y defensas.

Tensión política: PP vs PSOE

El escándalo también ha desencadenado una feroz disputa política entre el PP y el PSOE. Mientras que los populares acusan a los socialistas de alimentar rumores sobre espionaje político, los socialistas cargan contra el PP por tratar de restar importancia a las repercusiones del caso y no exigir una auditoría externa. Las diferencias entre ambos partidos se han reflejado en la postura de la Presidencia del Senado, controlada por el PP, que insistió en que no había pruebas de que se hubiera violado la privacidad de los senadores, a pesar de los resultados de la investigación interna que revelan lo contrario.

Este escándalo pone en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas internos de seguridad en una de las instituciones más importantes de España. El acceso indebido a documentos sensibles y la manipulación de procesos internos suponen una violación grave de la confianza pública en las instituciones. A pesar de los esfuerzos por contener el daño, la falta de transparencia en las versiones oficiales y la intervención política han elevado la preocupación sobre la seguridad de la información en el Senado.

El caso también plantea interrogantes sobre la gestión interna de las instituciones públicas y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y auditoría para evitar que se repitan situaciones similares. La intervención de la Fiscalía, que ahora revisa el expediente, podría tener consecuencias más amplias, tanto a nivel judicial como político.

La necesidad de rendir cuentas

Este escándalo demuestra una vez más que las instituciones públicas deben ser transparentes y responsables en el manejo de la información confidencial. A medida que la investigación avanza, queda claro que el Senado no solo debe asumir su responsabilidad por los hechos ocurridos, sino también reforzar sus sistemas de seguridad y asegurar que situaciones como esta no se repitan. Mientras tanto, la política interna continúa marcada por las disputas entre el PP y el PSOE, con la opinión pública observando atentamente cómo se resuelven las consecuencias de este grave incidente.

 

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