El beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso empieza a llevarse por delante las carreras profesionales de algunos de los más fieles colaboradores del presidente de la Federación Española de Fútbol. Según fuentes federativas, la reunión de los líderes territoriales que tuvo lugar este lunes en las Rozas no contó con la unanimidad de los miembros de la misma. Y un hombre salió señalado: Jorge Vilda, el entrenador femenino, que a estas horas tiene muchas papeletas de no seguir siendo el preparador del combinado nacional. La situación de Vilda es comprometida tras mostrarse efusivo durante el discurso de Rubiales, a quien aplaudió a rabiar, como suele decirse, al igual que Luis de la Fuentes, el seleccionador del equipo masculino contra quien también podrían tomarse medidas en los próximos días.
La RFEF, con Pedro Rocha al frente de forma interina, quiere apagar el incendio cuanto antes, un incendio que está socavando los cimientos del fútbol español y que está causando un grave perjuicio a la imagen de la marca España. De hecho, ya corre peligro la organización del Mundial 2030, que la FIFA podría arrebatarle a nuestro país como correctivo por los últimos escándalos machistas y de corrupción.
Precontrato verbal
Vilda está sentenciado, pero, pese a que esta decisión está tomada, ha surgido un inesperado problema. En su comparecencia del pasado viernes, Luis Rubiales anunció a viva voz la intención de renovar al técnico durante los próximos cuatro años a razón de medio millón de euros por temporada.
Este anuncio ha metido en un problema a la Federación para echar a Vilda. Y seguramente a partir de ahora costará mucho más rescindir su contrato. Expertos en Derecho Laboral creen Rubiales hizo una oferta de contrato, una especie de precontrato verbalque de alguna manera generaría derechos para el todavía seleccionador del equipo femenino. Así, con la promesa de Rubiales bajo el brazo, Vilda podría irse a los Juzgados de lo Social y reclamar la cantidad comprometida (si no el medio millón de euros anuales, sí al menos una parte en concepto de reintegro y daños y perjuicios).
Las futbolistas no quieren no quieren a Jorge Vilda
De cualquier manera, la decisión contra Vilda parece tomada, más teniendo en cuenta que las 23 jugadoras campeonas del mundo han emitido un comunicado en el que anuncian su decisión de no volver a la Selección hasta que haya caído el actual equipo técnico y la junta directiva rubialista. Es el precio que ellas han puesto por el beso a Jenni Hermoso, un gesto machista que ha dado la vuelta al mundo provocando una especie de movimiento Me Too en el fútbol internacional. De momento, once profesionales del cuerpo técnico de Vilda ya han anunciado su dimisión. Y podrían ser más en los próximos días.
Dentro de la última reunión en Las Rozas había siete u ocho líderes de las federaciones territoriales que no aceptaban firmar para pedir la dimisión de Luis Rubiales, presidentes que aplaudían de verdad al jefe en su comparecencia del pasado viernes. La discusión fue acalorada.
Así las cosas, el futuro de los dos entrenadores absolutos sigue en el aire, mientras que Luis Rubiales no da señales de vida y su madre continúa encerrada en huelga de hambre en la parroquia de Motril. El terremoto en el fútbol español aún no ha cesado.