La sensación de que el juez Peinado trabaja, si no en línea directa con los grupos de extrema derecha de este país empeñados en derrocar a Sánchez, sí al menos en inquietante sincronización temporal, se acrecienta cada día que pasa. Medida que adopta el magistrado, medida que sale publicada a los cinco minutos en los tabloides amarillistas. Informe o prueba que se obtiene por parte del juzgado, historia periodística que sale a cinco columnas a la mañana siguiente. Una actuación que pone en cuestión, una vez más, el correcto funcionamiento del juzgado cuyo titular es el juez Peinado, un profesional de la judicatura que ya ha tomado varias decisiones cuanto menos discutibles a lo largo de la instrucción en el caso contra Begoña Gómez. ¿Es el Juzgado de Instrucción Número 41 el gabinete de prensa de eso que se ha dado en llamar "máquina del fango", es decir, el conglomerado formado por partidos políticos, asociaciones reaccionarias y medios de comunicación de dudosa procedencia?
Ayer viernes, el periodista Antonio Maestre llegó a sugerir, en el programa de La Sexta Al Rojo Vivo, que el material del sumario sale del propio correo electrónico de los juzgados con destino a los diferentes medios, partidos políticos ultras y asociaciones reaccionarias. De confirmarse este extremo, sería algo extremadamente grave, ya que rompería con el secreto de las actuaciones sumariales. Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal, las declaraciones y trámites judiciales de un sumario deben permanecer secretas hasta la apertura del juicio, pudiendo ser el secreto de sumario total o parcial. Los abogados y funcionarios públicos que quebranten esta orden incurren en una conducta punible que se castiga con la imposición de una multa y responsabilidad penal, en su caso.
Tras conocerse que Begoña Gómez ha interpuesto una querella contra el juez Peinado –el magistrado que impulsa la investigación contra ella–, por “prevaricación y revelación de secretos”, uniéndose así a la de Pedro Sánchez, Maestre cuestionó una “cosa que le sorprende sobremanera”: “Parece que, en España, del único poder que no se puede opinar ni poner en cuestión, es el judicial. ¿Cómo no vamos a poder criticar a un juez si es un poder?”. El analista se sorprende además de que "una causa secreta se traslade por correo electrónico a las partes, y no solo a la querellada". "¡Causa secreta! ¡Con un correo electrónico que lo tengo aquí!", exclama con ironía.
“El judicial es un poder, y como los demás (el ejecutivo y el legislativo) tiene que estar sometido a críticas, escrutinio y fiscalización. Lo contrario es impunidad. Lo que no puede ser es que se pueda fiscalizar y criticar lo que hace el presidente del Gobierno o el Congreso de los Diputados y no lo que hace un juez”, sostuvo Maestre. Por lo que insistió el periodista en que “la actuación de un juez se puede criticar perfectamente, sobre todo cuando se dan justificaciones y argumentos”, porque en este caso, “hay muchas razones para decir que el juez Peinado está actuando de manera política”.
Esta semana la esposa del presidente, Begoña Gómez, ha presentado una querella por prevaricación ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Madrid, contra el magistrado, denunciando que los datos de su sumario se están filtrando para que llegue a medios de comunicación de la caverna, incluso a Vox.
Es evidente que la extrema derecha está bien organizada en este asunto judicial que ha puesto al inquilino de Moncloa contras las cuerdas. El hecho de que el sindicato Manos Limpias haya promovido el procedimiento contra la primera dama demuestra que el caso tiene claros tintes ultraderechistas. Pero, más allá de eso, cabría preguntarse si, tal como dice la mujer del presidente, se están facilitando datos del expediente a la prensa afín.
El factor Vox
Santiago Abascal, líder de Vox, aseguró el jueves que su formación, que ejerce una de las acusaciones particulares en el caso Begoña Gómez, no descarta solicitar la imputación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que se acogiera a su derecho a no declarar ante el juez que investiga a su esposa por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
“Estamos analizándolo y le queremos preguntar sobre muchas cosas que no ha respondido”, proclamó Abascal al ser preguntado por si Vox pedirá la imputación de Sánchez en el caso que investiga a su cónyuge. El líder voxista alegó que su formación quiere interrogar a Sánchez por “si ha llamado a empresas privadas que dependen de la regulación pública para que recibieran a su mujer o si ha llamado a los CEOs de estas empresas”. “Si el presidente del Gobierno no quiere testificar, pues tendremos que valorar otro tipo de medidas”, zanjó el presidente de Vox.
Del mismo modo, Abascal ha reivindicado la querella presentada por su formación contra el propio Sánchez, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, y el abogado general del Estado, David Vilas Álvarez, que fue presentada como respuesta a la primera querella presentada por el jefe del Ejecutivo contra el juez Juan Carlos Peinado por prevaricación.
Vox, que estuvo presente en La Moncloa como acusación popular en la declaración de Sánchez ante el juez, sigue barajando medidas contra el jefe del Ejecutivo y no descarta solicitar su imputación, una situación en la que ya se encuentra su esposa. “Es algo que habrá que pensar seriamente porque al presidente del Gobierno le hemos preguntado, tanto en sede parlamentaria, y queríamos habérselo preguntado también cuando compareció como testigo, pero se negó a declarar acogiéndose a su derecho”, aseguró Abascal.