Koldo García, exasesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos, ha negado rotundamente cualquier participación en el cobro de comisiones durante su declaración de más de dos horas ante el Tribunal Supremo. En un interrogatorio clave para el caso, Koldo ha rebatido las graves acusaciones del empresario Víctor de Aldama, desmarcándose tanto de la entrega de sobres con dinero como de la presunta financiación irregular del PSOE.
Según fuentes jurídicas presentes en la sala, Koldo ha insistido en que no tuvo capacidad para amañar contratos públicos y ha tachado de falsa la versión de Aldama, quien declaró el lunes que las comisiones oscilaban entre el 1% y el 1,5% del valor de las adjudicaciones. El nombre de Koldo, que ha dado título al escándalo, se ve cada vez más comprometido por la cascada de declaraciones cruzadas.
Una versión frontalmente opuesta
La comparecencia de Koldo García ante el juez Leopoldo Puente ha servido para reforzar el relato de José Luis Ábalos, quien también negó cualquier implicación en la trama. Koldo ha defendido que las afirmaciones de Aldama carecen de pruebas: “Ni la letra manuscrita es mía ni reconozco ese documento”, ha dicho en relación al folio que el empresario presentó como prueba de supuestas adjudicaciones a cambio de mordidas.
El exasesor ha contestado a las preguntas de Fiscalía, acusaciones y defensas, aunque ha rechazado responder a algunas cuestiones más comprometedoras, como las relacionadas con los viajes a República Dominicana, donde los investigadores sostienen que se realizaban entregas de dinero en efectivo.
En cuanto al polémico alquiler del piso en la Plaza de España donde residió la pareja de Ábalos, Koldo ha explicado que era “un piso de empresa” y que los pagos los asumía un socio de Aldama y su hermano. Según su versión, cuando esos pagos cesaron, él mismo realizó las transferencias a nombre de su hija menor, desvinculando cualquier irregularidad.
El choque con Aldama
La declaración de Koldo llega un día después de que Víctor de Aldama apuntara con firmeza hacia él y Ábalos como beneficiarios de las comisiones. El empresario aseguró que las mordidas no solo enriquecieron a intermediarios, sino que también financiaron al PSOE: “Koldo y Ábalos me decían continuamente que una parte iba para el partido”. Aldama incluso relató cómo se realizaban los pagos, detallando encuentros en bares y entregas de sobres con hasta 15.000 euros.
Sin embargo, Koldo ha negado cualquier entrega de dinero y ha calificado como “falsas” las palabras del empresario. Sobre Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, Koldo ha asegurado que nunca estuvo en un bar con él, contradiciendo la versión de Aldama sobre una supuesta entrega de efectivo en las inmediaciones de Ferraz.
“Conozco a Cerdán y a Carlos Moreno [jefe de gabinete de la ministra de Hacienda], pero no hubo pagos de ningún tipo”, ha añadido Koldo García. Ha reconocido haber coincidido con ellos en algunos encuentros, pero siempre sin ningún trasfondo irregular.
A la sombra de la pandemia
El caso, que investiga la adjudicación de contratos públicos de mascarillas durante la pandemia, ha puesto en el punto de mira a figuras clave del Ministerio de Transportes. La Guardia Civil atribuye a Koldo un papel fundamental como intermediario en las operaciones con la empresa Soluciones de Gestión, que se habría beneficiado de adjudicaciones a cambio de comisiones millonarias.
Mientras el escándalo sigue escalando, Koldo ha intentado este martes marcar distancias. Ha defendido que no era funcionario y que, por tanto, no tenía capacidad para influir en los contratos: “Yo no contrataba nada, no tenía poder para eso”.
El Supremo, en el epicentro
La declaración de Koldo García cierra una semana marcada por las versiones radicalmente opuestas de los implicados. Mientras Aldama reafirma sus acusaciones y aporta documentos cuestionados, Koldo y Ábalos insisten en negar cualquier cobro indebido. El juez Puente deberá ahora valorar las contradicciones entre los testimonios y las pruebas aportadas.
La investigación, que comenzó con la compra de material sanitario en plena pandemia, ha terminado sacando a la luz otros contratos de obra pública. El relato de Aldama, salpicado de nombres del PSOE y detalles de pagos, ha provocado una tormenta política que amenaza con desbordarse.
Sin hacer declaraciones a su salida del tribunal, Koldo García abandonaba el Supremo en taxi minutos antes de las 13:00. El exasesor se aferra a su versión, pero el proceso judicial aún tiene muchas incógnitas por resolver.