Ahora que se reúne la Conferencia de Presidentes de comunidades autónomas es un buen momento para recordar que Madrid se ha convertido ya en un paraíso ultraliberal. Ayuso está consiguiendo construir una sociedad atípica, un territorio aislado del resto donde el Estado de bienestar es cada día más débil y donde lo público cede ante lo privado. Ya hemos visto lo que ha tratado de hacer estos días con la Universidad pública. En la facultad de Ciencias de la Información de la Complutense las paredes necesitan pintura, pero como aún no han podido repararlo, una lona ocupa toda la pared, informa La Sexta. La falta de mantenimiento es una de las consecuencias claras de la infrafinanciación que aseguran los rectores que llevan soportando 15 años con una inversión congelada en 7 millones y medio. El vicedecano de Comunicación, Cristóbal Fernández, denuncia que se necesitan “inversiones” para poder reparar estas cosas.
Mientras la universidad pública se viene abajo, la privada, la escuela de negocios, florece y goza de una salud de hierro. Desde la crisis de 2008-2009, las seis universidades públicas de Madrid han sufrido un paulatino abandono del Gobierno de su comunidad, que se ha acelerado con la presidencia actual. Los datos son elocuentes: en ese periodo en términos reales, descontando la inflación, el presupuesto de la Comunidad de Madrid ha aumentado un 10,6%, mientras que la financiación a sus universidades públicas ha descendido el 34,9%, según El País, que acaba de publicar un artículo bajo el demoledor titular de Las universidades públicas de Madrid, en un total abandono.
Las transferencias de la Comunidad a los centros docentes estatales se han incrementado solo un 5% desde 2009 mientras que el coste de la vida ha aumentado un 35%, lo que inevitablemente también lastra las condiciones de los trabajadores. El portavoz de CSIF Madrid, Roberto Coello, denuncia “el irrisorio incremento del presupuesto de 2025 de la Comunidad de Madrid”. Esta desproporción inevitablemente también está lastrando las condiciones de los trabajadores.
Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad Complutense, Antonio Brú, explica que “las plantillas se están volviendo mucho más raquíticas”. “Tanto las plantillas académicas de profesores como las plantillas de personal de administración de servicio. Hay un envejecimiento natural que no podemos ir cubriendo y no podemos aumentar el número de efectivos”, insiste el decano. A esto, además, hay que sumar la temporalidad en los contratos que aseguran es casi del 50%.
El Gobierno madrileño ha anunciado que finalmente van a suscribir el programa María Goyri por el que el Gobierno central financiaría la contratación de unos 650 profesores para la universidad pública a cambio de que la Comunidad haga lo propio con otros 435. Sin embargo, los de Ayuso anuncian que están “trabajando en una propuesta alternativa del acuerdo, que enviará al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para que pueda ser rubricado por todas las partes lo antes posible”. Una propuesta que para los populares estaría “adaptada a la realidad de Madrid”. Ese proyecto, sin duda, privilegiará, una vez más, a lo privado sobre lo común.
No es la educación pública la única que se resiente de la infrafinanciación. Otros sectores de lo público como la Sanidad o los transportes están cada día peor, según denuncian los sindicatos. En una sesión celebrada el pasado 12 de diciembre en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, reprochaba a Isabel Díaz Ayuso la infrafinanciación en vivienda, sanidad y universidades de la Comunidad de Madrid. Y tres días antes, otra diputada de esta formación, Marta Carmona, se reunía con personal sanitario y de los sindicatos CCOO, UGT y CSIT del Hospital Universitario de Getafe para hablar sobre la pésima situación en la que se encuentra este centro sanitario y reclamar al gobierno autonómico que cese su abandono y el “desmantelamiento” de la Sanidad Pública que afecta a trabajadores y pacientes. Desde Más Madrid han solicitado una reunión con la gerencia y dirección médica del Hospital de Getafe con el fin de poder trasladar preguntas y escuchar los planes de la nueva dirección. La situación de este centro es solo la punta del iceberg de lo que está pasando en la Comunidad de Madrid, donde la Atención Primaria está sufriendo los estragos de la falta de inversión del Gobierno de Ayuso.
Madrid es un dumping fiscal, un territorio tributariamente independiente al margen del Estado. Un paraíso fiscal para ricos. Y esto está repercutiendo ya en la calidad de vida de los madrileños, que ven cómo sus servicios públicos empiezan a no ser servicios ni públicos. El sindicato UGT escribía en su página web ya en tiempos de pandemia: “Señora Ayuso, desde UGT le exigimos de nuevo el cese en sus políticas de desmantelamiento de los servicios públicos y en concreto de la Sanidad a la que pretenden eliminar desmembrándola, atomizando estructuras, instituciones, centros y equipos de trabajo para inutilizarlos y deshacerse de ellos. No podemos hacer frente ni a esta ni a ninguna otra pandemia desde el debilitamiento de nuestro sistema sanitario público. Toda intervención que se quiera que sea fructífera debe de partir del principio de adicción de nuevos recursos no de sustraer de los habituales y cambiarles de nombre y lugar. Los trabajadores y profesionales de la sanidad tienen derechos laborales que han de ser respetados”. Hay un abandono de lo público. Madrid se está “mileirizando”, por utilizar un símil con las políticas destructivas del Estado que está acometiendo Milei en Argentina.