Margarita Robles: “Solo los profesionales pueden luchar contra incendios fuera de control”

La ministra de Defensa aclara que la UME está desplegada desde el primer día y que otros militares solo pueden ofrecer apoyo logístico, mientras alerta de la magnitud sin precedentes de los fuegos

18 de Agosto de 2025
Actualizado a las 11:25h
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La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado el sábado, 16 de agosto, la localidad Ayoó de Vidriales (Zamora). Ministerio de Defensa
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado el sábado, 16 de agosto, la localidad Ayoó de Vidriales (Zamora). Ministerio de Defensa

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha vuelto a dejar claro este lunes que los incendios forestales que azotan España requieren más que voluntad política: necesitan profesionales formados y medios adecuados. En una intervención en la Cadena SER, la responsable de la cartera de Defensa señaló que los 500 militares adicionales desplegados en las zonas afectadas solo pueden realizar labores de apoyo logístico, mientras que la lucha directa contra el fuego corresponde exclusivamente a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y a los bomberos especializados.

La prioridad es la vida, no la demagogia

Robles respondió así a las recientes peticiones de dirigentes del Partido Popular, incluyendo al presidente Alberto Núñez Feijóo y a varios presidentes autonómicos, que reclamaron más presencia del Ejército para apagar los incendios en comunidades como Castilla y León, Galicia y Extremadura. La ministra no dudó en calificar la solicitud como una muestra de “ignorancia”, recordando que tener medios no equivale a tener profesionales cualificados capaces de manejar incendios de gran intensidad.

“No se trata solo de que haya más recursos, sino de que haya personal entrenado con los medios adecuados para la extinción. Es el momento de los técnicos, no de los políticos”, remarcó Robles.

Una situación sin precedentes

La ministra describió la situación actual como “dantesca y sin precedentes en 20 años”. Desde el 2 de agosto, todos los efectivos de la UME están desplegados, enfrentándose a incendios de quinta y sexta generación, con focos que se reavivan incluso después de haber sido controlados. “Los pilotos sienten frustración porque no pueden acercarse lo suficiente, y los militares están trabajando bajo condiciones extremas”, explicó.

Robles insistió en que la ola de calor y la baja humedad dificultan aún más la extinción. Algunos incendios no podrán ser controlados hasta que las condiciones climatológicas mejoren, algo que, según la ministra, está fuera del alcance de cualquier intervención humana.

“Hasta que no remita la ola de calor no se va a poder acabar con esta situación. Se están dando incendios con unas características distintas debido al cambio climático”, advirtió. Con esta afirmación, Robles puso de relieve cómo el cambio climático está transformando la manera en que se generan y se comportan los fuegos forestales, haciendo que las estrategias tradicionales de extinción sean insuficientes.

Solo los profesionales pueden luchar contra el fuego

Uno de los mensajes más contundentes de la ministra fue sobre la necesidad de que solo los profesionales con formación específica intervengan directamente contra el fuego. “Los militares de la UME están atacando directamente las llamas. La prioridad es proteger a las personas, y a veces eso implica asumir pérdidas materiales”, subrayó.

Robles recordó que, aunque la voluntad de ayudar sea buena, “nadie puede atacar fuegos sin los medios adecuados”. La ministra insistió en que la ciudadanía debe seguir todas las indicaciones de las autoridades, desde desalojos hasta confinamientos, para garantizar su seguridad. “Entiendo el drama humano de quien lo pierde todo, pero solo deberían actuar cuando los técnicos digan que es seguro. Por favor, que la gente ayude a los profesionales”, solicitó.

Apoyo logístico, no combate directo

Aunque la ministra no descartó desplegar más militares de apoyo logístico si la situación lo requiere, dejó claro que estos efectivos no están capacitados para apagar el fuego. Su labor se centra en tareas de transporte, apoyo en campamentos, suministro de agua y coordinación de recursos, permitiendo que la UME y los bomberos puedan centrarse en las operaciones de extinción más peligrosas.

Esta distinción es clave: mientras que la presencia del Ejército puede aumentar la capacidad operativa y logística, el control del fuego solo puede lograrse con personal especializado. Robles quiso disipar cualquier confusión sobre la actuación del Gobierno: “Los medios solicitados están desde el primer momento”, afirmó, defendiendo que no faltan recursos, sino personal cualificado.

El drama humano tras las llamas

Robles también hizo hincapié en la difícil decisión de evacuar a personas y proteger vidas, incluso cuando ello supone pérdidas materiales importantes. “A veces hay que asumir daños en propiedades para evitar que se pierdan vidas humanas, que es la prioridad absoluta”, reiteró.

La ministra reconoció que los incendios no solo afectan a las viviendas y a la naturaleza, sino también a la moral de los profesionales que los combaten. “La UME nunca había visto algo así en sus 20 años de existencia. Se enfrentan a incendios con una intensidad que se retroalimenta constantemente”, destacó.

En un claro mensaje a la oposición, Robles pidió evitar la “demagogia” y las críticas sin fundamento. Señaló que las declaraciones sobre supuestas carencias de medios solo generan alarma injustificada. “Lo importante es que los incendios se enfrenten con eficacia y que la ciudadanía siga las instrucciones de seguridad. No podemos engañar a nadie diciendo que faltan recursos cuando están desplegados desde el primer día”, subrayó.

La ministra concluyó su intervención con un llamado a la calma y a la cooperación: “Todos queremos que acabe el fuego, pero debemos ser conscientes de que hay llamas absolutamente incontrolables. La prioridad es la vida, no la política”.

Unidad y profesionalidad

Los incendios forestales que actualmente afectan a varias regiones de España han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la preparación de los cuerpos de emergencia. La intervención de Margarita Robles deja claro que, más allá de la disponibilidad de recursos, es la formación y la coordinación profesional lo que marca la diferencia entre controlar un incendio y arriesgar vidas.

La situación refleja también la creciente influencia del cambio climático en los fenómenos extremos. Los expertos coinciden en que la combinación de altas temperaturas, sequía prolongada y vientos fuertes crea condiciones que multiplican la velocidad y la intensidad de los incendios, exigiendo respuestas más rápidas, eficaces y, sobre todo, profesionalizadas.

Mientras tanto, los ciudadanos pueden contribuir siguiendo las indicaciones de evacuación y seguridad, apoyando a los profesionales y evitando acciones que puedan poner en riesgo su vida o la de otros. La intervención de Robles resalta un mensaje claro: la política no apaga fuegos, la formación sí.

España vive días críticos por los incendios, y la UME se encuentra en primera línea de fuego, enfrentándose a situaciones que ni siquiera se habían visto en sus 20 años de historia. La ministra de Defensa ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y a la cooperación de todos, dejando claro que la protección de la vida humana está por encima de cualquier interés político. La estrategia es clara: medios desde el primer momento, personal profesional en el terreno y paciencia hasta que las condiciones climatológicas permitan el control total de los incendios.

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