Tal y como te anunciábamos ayer en Diario16plus, Puigdemont ha entendido la situación que ha dejado el escrutinio, y desde anoche comenzaron las conversaciones con ERC para plantear un gobierno independentista.
Ahora se confirma por los diarios generalistas que Puigdemont ha comenzado los contactos con ERC, señalando así que se abre el periodo de las negociaciones políticas. La semana pasada, distintos partidos parlamentarios catalanes se comprometieron a establecer una línea roja: no pactar con los grupos políticos que tuvieran acceso al Parlament y fueran representantes de ideologías de extrema derecha. Esto supone para un reforzado Partido Popular marcar la línea divisoria con Vox, que también ha salido reforzado; y para Junts, marcar la pauta y la distancia con Alianza Catalana, que ha entrado por primera vez en el Parlament, con dos diputados.
En estos momentos, es ya una realidad que Salvador Illa ha obtenido el triunfo electoral, con más votos y más escaños, en una subida evidente de apoyo para el PSC. Pero no obtiene la mayoría absoluta, que solamente sería posible si en su investidura recabase el apoyo de ERC y los Comunes. El apoyo de los de Colau no se cuestiona, y la clave estaría en los independentistas de Junqueras, que ahora se la juegan.
Según ha prometido Aragonés en campaña, no investirían a Illa, y no facilitarían un gobierno liderado por el PSC. De cumplirse esta promesa, la postura de ERC es la que determinaría ahora mismo la configuración del Govern, que si da portazo a los socialistas, deberá plantear la investidura del siguiente candidato más votado, Puigdemont.
Para hacer posible esta ecuación, sería necesaria la abstención del PSC. Y para llegar a este capítulo, deberán darse hitos fundamentales en el camino, que augura ser intenso:
En primer lugar, debe quedar cerrada la aprobación de la ley de Amnistía, que llegará justo en el momento en que se produzca el debate parlamentario para convocar a Puigdemont a ser investido. En ese momento, ya debería haberse intentado recabar los apoyos para un PSC que no obtendría los 68 apoyos necesarios en primera vuelta, y que tampoco lograría más "síes" que "noes" en segunda vuelta.
Desde entonces, un periodo que nos podría ubicar a mediados de agosto para encontrarnos a Puigdemont postulándose, y en ese momento, haber desarrollado las negociaciones, tanto en el independentismo como con el gobierno a nivel estatal, que depende en esta legislatura de los aoyos de Junts para sacar adelante sus propuestas, y especialmente, sus próximos presupuestos. De lo contrario, el PSOE debería plantearse una política junto al PP, algo que parece impensable.
Puigdemont ha remarcado ahora mismo que los partidos soberanistas suman 55 escaños, no llegan a la mayoría absoluta. "Hay que dotar a Cataluña de un gobierno que pueda plantar cara a Madrid y hay que evitar una repetición electoral." "Hemos comenzado los contactos con ERC. Hemos analizado los resultados, pero todavía estamos lejos de establecer un marco de negociaciones", acaba de indicar.