Razones por las que el novio de Ayuso está "pilladísimo" en su caso por fraude fiscal

El paso del tiempo está colocando a cada cual en su sitio: Amador como imputado y el fiscal general del Estado más cerca de probar su inocencia en la filtración del expediente de Hacienda

08 de Mayo de 2025
Actualizado a las 9:29h
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Isabel Díaz Ayuso en una imagen de archivo.
Isabel Díaz Ayuso en una imagen de archivo.

La situación judicial de Alberto González Amador, novio de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es cada día más complicada. En los últimos días se han producido algunas noticias que apuntan a que vienen momentos difíciles para el empresario acusado de haber defraudado a Hacienda. Cinco argumentos conducen a esa conclusión.

La caza de brujas contra el fiscal general del Estado ha fracasado. Desde el principio Ayuso y su asesor de cabecera, Miguel Ángel Rodríguez, plantearon la causa contra Amador como una persecución orquestada por la izquierda para dañar la imagen de la presidenta de Madrid. Incluso llegaron a denunciar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por supuestamente haber filtrado el expediente de la inspección de Hacienda de la pareja de la lideresa. Hoy, esa tesis se ha diluido como un azucarillo. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha concluido que no hay información “inédita de interés” en la investigación sobre el teléfono móvil y los correos del máximo responsable de la Fiscalía. Así consta en una resolución en la que el magistrado instructor, Ángel Hurtado, alza el secreto de las piezas separadas que había abierto para analizar la información. Pese a que el instructor de la causa adelantaba el pasado 23 y 24 de abril que al parecer había recibido de forma “exitosa” la petición de información que había efectuado a las compañías tecnológicas, más tarde reconoció que la UCO no ha encontrado nada revelador. La causa abierta contra González Amador por presunto fraude fiscal (de la que desembocó la pieza separada conocida como caso Quirón) derivó a su vez en una querella del empresario contra fiscales de Madrid por presunta revelación de secretos, al filtrarse datos de esa investigación, y finalmente el Tribunal Supremo acabó imputando al fiscal general del Estado. Hoy, García Ortiz parece más lejos del banquillo, mientras que Amador declarará el día 23 de mayo como testigo (una comparecencia en la que tendrá más bien poco que aportar). Por tanto, a día de hoy no hay caso fiscal general, pero sigue habiendo caso Amador. A estas alturas, la indagación apunta a que todo se trató de un montaje alimentado por Miguel Ángel Rodríguez.

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Amador sigue imputado. Tras meses de polémicas y escándalos, la pareja de la presidenta ha declarado como imputado después de cinco citaciones infructuosas. Ha acudido como investigado por los delitos de corrupción en los negocios y administración desleal atribuidos en la pieza separada, que se suman a los dos delitos fiscales y falsedad en documento de la pieza principal. A preguntas del fiscal, Alberto González Amador reconoció que estaba interesado en el ático de Chamberí que se encuentra sobre su vivienda, pero que en aquel momento no lo podía pagar. Entonces, su fiscalista, el también imputado Javier Gómez Fidalgo, a modo de “favor personal”, según declara el novio de Ayuso, se ofreció a comprárselo y lo puso a su disposición como un alquiler con opción de compra. Un alquiler por el que paga “5.000 euros al mes”, de modo que de esta forma disfruta del dúplex junto a la presidenta madrileña. El entramado huele más bien mal.

Contradicciones, bulos y mentiras. El discurso de Isabel Díaz Ayuso sobre el caso de su pareja ha terminado cayendo por su propio peso. La presidenta madrileña ha venido manteniendo varias coartadas, la primera de ellas que su compañero sentimental es un “ciudadano anónimo” que ha sido perseguido por Pedro Sánchez y la Fiscalía para hacerle daño a ella. Ayuso aseguró que el caso de Amador se tendría que haber saldado con una mera “multa” administrativa, pero esto no ha sido así. La gravedad de los hechos –fraude fiscal, falsedad documental, corrupción en los negocios y administración desleal–, es el motivo por el que el caso sigue vivo en los tribunales. Con el tiempo, Ayuso ha tenido que recoger cable, recular, como suele decirse, hasta admitir que se equivocó al defender a su pareja. “Si no hablo, y vuelvo a repetir que es un tema que no tiene que ver conmigo, porque no tiene nada que ver conmigo, eso es que estoy escurriendo el bulto, que no estoy dando la cara. Y si yo le cuento mi opinión al respecto es que estoy utilizando las instituciones”, se lamentó Ayuso. Pocas veces se le ha visto una bajada de pantalones más clara a la lideresa, lo cual viene a confirmar lo que aseguran fuentes judiciales a Diario16+ cuando analizan este caso: el novio de Ayuso está “pilladísimo”.

Un abogado ante la Justicia. La jueza que investiga a Amador ha interrogado a su abogado, el hombre de confianza que le representó durante la inspección de Hacienda que acabó desembocando en un procedimiento judicial por presunto fraude al fisco. La titular del Juzgado de Instrucción 19 de Madrid accedió recientemente a la petición de la Fiscalía para imputar al letrado Javier Gómez Fidalgo al considerar que podría ser cooperador necesario de los delitos fiscales que imputa a la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Así, le citó para el 6 de mayo en la pieza principal de la causa, en la que investiga a Amador y a otras cuatro personas por un presunto fraude fiscal de 350.951 euros y falsedad documental.

Presiones políticas. La acusación popular que ejerce el PSOE y Más Madrid ha pedido a la jueza que ordene una investigación patrimonial de la pareja de Ayuso y que impute a un directivo de Quirón Prevención SL y a su mujer en la causa abierta por presunta corrupción en los negocios. Los abogados de la acusación quieren que la jueza siga investigando si la operación por la que González Amador compró en 2020 una empresa por casi medio millón de euros era, en realidad, una comisión encubierta para la adjudicación y obtención de contratos de la Comunidad de Madrid. Y por esa razón han dirigido un escrito al Juzgado de Instrucción de Plaza Castilla, en el que solicitan más pruebas testificales para aclarar la operación Quirón.

La caverna mediática se ha desmarcado de este caso. Los periódicos de la derecha ya no defienden la teoría de la conspiración lanzada por el entorno ayusista y que implica a la Fiscalía General del Estado con el mismo entusiasmo del principio, cuando estalló el escándalo. A este respecto, el periodista Santiago Martínez-Vares, nada sospechoso de sanchista, ha asegurado que González Amador tiene ante sí “un escenario complicado”, y es que debe dar explicaciones que sean “verosímiles” para la jueza. Un problema que, ha confesado, está convencido de que va a perseguir a Ayuso. “El primer día que le vimos comparecer con los símbolos de la Comunidad de Madrid defendiendo a su pareja y diciendo que Hacienda le debía dinero, dije que esa declaración le perseguiría”, recuerda. En esa línea van ya algunas cabeceras importantes de Madrid, que no entienden la estrategia del pollo sin cabeza de Ayuso en este oscuro asunto de su pareja.

 

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