El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que acabe con la injusta discriminación que sufren desde hace doce años las enfermeras y fisioterapeutas de la Sanidad Pública de nuestro país y posibilite que vuelvan a cobrar de manera íntegra sus pagas extraordinarias y puedan recuperar, además, el dinero “sustraído” por el recorte impuesto en 2010.
En una carta remitida al presidente del Gobierno, el presidente de SATSE, Manuel Cascos, le recuerda que, en 2010, el Ejecutivo de Jose Luís Rodríguez Zapatero recortó, además de las retribuciones mensuales de los profesionales del sector público, una parte de lo percibido en las dos pagas extraordinarias (junio y diciembre) a las que tienen derecho cada año.
En concreto, las enfermeras y fisioterapeutas dejaron de percibir un 27 por ciento de la cuantía total de cada una de las dos pagas extraordinarias, lo que supuso el primer año más de 300 euros y una media de 600 euros cada año de los posteriores hasta la actualidad. En total, unos 7.500 euros por cada profesional afectado, según las estimaciones de SATSE.
El presidente de SATSE, que también se dirigió en su momento a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, subraya en su carta que este recorte en las pagas extraordinarias se ha ido manteniendo año tras año, a través de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, y da toda la impresión de que se quiere mantener “sine die”, ya que ningún Gobierno, independientemente de su signo político, ha mostrado interés alguno en restituir estas pagas extraordinarias al valor previsto en la legislación que las regula.
“El conjunto de profesionales de Enfermería y Fisioterapia de la Sanidad Pública llevan esperando más de doce años a que les devuelvan el dinero que se les quitó y ha llegado el momento de que el Gobierno contemple, en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, la recuperación del abono íntegro de las pagas extraordinarias de junio y diciembre, así como la devolución de los 7.500 euros que han dejado de percibir desde 2010”, afirman.
Al respecto, SATSE incide en que las enfermeras y fisioterapeutas que trabajan en la Sanidad Pública han venido acumulando en los últimos años una pérdida del poder adquisitivo global superior al 30% debido a los recortes sufridos en sus retribuciones mensuales y en sus pagas extraordinarias, además de en otros derechos laborales plenamente consolidados antes de la crisis económica.
“Se trata de una lamentable pérdida de poder adquisitivo para estos profesionales sanitarios que resulta más grave, si cabe, en los momentos actuales en los que el coste de la vida se ha encarecido mucho, al tener cualquier persona que hacer frente a precios muy elevados a la hora de adquirir todo tipo de productos para su cesta de la compra o a la hora de pagar los carburantes, electricidad, calefacción y otros suministros básicos”, señala.
Asimismo, el Sindicato de Enfermería recalca que la deflación de las retribuciones de los empleados públicos que se ha realizado supone una lesión de sus derechos, ya que el Gobierno vulneró el principio de conservación de las retribuciones consolidadas de los empleados públicos, tal y como establece la normativa al respecto.
En definitiva, SATSE resalta que las enfermeras y fisioterapeutas de la Sanidad Pública sufren una injusta y discriminatoria situación que perjudica a unos colectivos profesionales que han demostrado siempre, pero muy especialmente durante la pandemia, una encomiable dedicación en el desarrollo de su labor asistencial y de cuidados para mejorar la salud y bienestar integral de más de 47 millones de personas. “Una labor que el propio presidente del Gobierno elogió y puso en valor durante la pandemia, afirmando que las enfermeras lo habían dado todo y, por ello, había que darles todo”, concluye.