Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria y una de las voces más reconocibles del panorama político español, ha respondido con dureza a la demanda presentada por el rey emérito, Juan Carlos I, quien le reclama 50.000 euros por supuestos daños morales derivados de declaraciones públicas vertidas entre mayo de 2022 y enero de 2025.
En una abarrotada rueda de prensa en Santander, Revilla se mostró visiblemente indignado. “La rabia viene de que esa persona inmune y poderosa presente una demanda a un ciudadano de 82 años”, señaló. El veterano político considera que la acción judicial del exjefe del Estado es un abuso de poder y una muestra clara de que en España todavía existen ciudadanos por encima de la ley.
“Una anomalía constitucional”
Uno de los puntos centrales de la defensa de Revilla es su crítica a lo que denomina “una anomalía de la Constitución”: la inviolabilidad del rey. “Es inmune. No puede ser denunciado por nadie. Si no lo hubiese sido, estaría como Le Pen o Sarkozy”, afirmó. El artículo 56.3 de la Carta Magna establece que la persona del rey “es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, un blindaje que Revilla considera incompatible con los principios democráticos.
Revilla, entre la sorpresa y la indignación
“¿Por qué yo?”, se preguntó en voz alta, “¿por qué no ha demandado a Bárbara Rey o a Corinna Larsen, que llegó a decir que Juan Carlos tenía una máquina de contar billetes?”. Con esta comparación, el líder del PRC trata de evidenciar el carácter selectivo de la demanda y su motivación personal, que según él, tiene más que ver con una represalia que con una verdadera defensa del honor.
Revilla: “Tengo la honradez como bandera”
Lejos de recular, Revilla defendió su trayectoria con firmeza. “Nunca he soportado la corrupción. Soy un señor que paga todos sus impuestos. No he robado nunca y tengo la honradez como bandera”, proclamó. Considera que su crítica al rey emérito está plenamente justificada por los hechos conocidos públicamente, como sus vínculos con millonarias donaciones procedentes de Arabia Saudí o su residencia en Emiratos Árabes Unidos desde que abandonó España en 2020.
“Es muy injusto, incluso mezquino, que un inviolable demande a un ciudadano de a pie”, reiteró ante los periodistas. Añadió que siempre admiró al monarca tras su actuación el 23-F, pero que “con el tiempo, se me cayó un mito. Descubrí que todo era mentira”.
Una denuncia que llega en plena transición del PRC
La demanda no solo ha generado un fuerte impacto mediático, sino que también ha sacudido la vida interna del Partido Regionalista de Cantabria. Revilla está en pleno proceso de transición, preparando su relevo como candidato a la presidencia para las elecciones de 2027. No obstante, mantiene su liderazgo como secretario general hasta 2026, y este asunto podría condicionar los tiempos y ritmos internos del partido.
Pese a la presión mediática y política, el expresidente cántabro se mostró tranquilo. “Tengo mi abogado. Ya veremos cómo se desarrolla esto. Pero no voy a dejar de decir lo que pienso”, aseguró. Incluso admitió que su familia le ha pedido que “no sea tan duro”, pero que le resulta imposible callarse ante lo que considera una injusticia flagrante.
Una ironía del destino: vestido de juez cuando se enteró
La historia de cómo se enteró de la demanda ha sido otro de los momentos llamativos de la comparecencia. Revilla reveló que estaba en Vitoria, participando en el rodaje de una película junto a Antonio Resines. Su papel, paradójicamente, era el de un juez. “Ahí estaba yo vestido de juez cuando me llega la noticia. Mi mujer, que estaba en el rodaje, me hizo una seña para que saliera. Me cayó de golpe”, relató con cierta ironía.
Además, aseguró que no recibió ninguna notificación directa, sino que se enteró al mismo tiempo que el resto de la ciudadanía, cuando la abogada del rey emérito, Guadalupe Sánchez, lo anunció públicamente. Sánchez, que también representa a la pareja de Isabel Díaz Ayuso en otro proceso judicial, pidió un acto de conciliación previo al juicio y aseguró que, en caso de ganar, los 50.000 euros de indemnización serán donados a Cáritas.
Un pulso simbólico entre poder y ciudadanía
La reacción de Revilla no solo ha sido mediática, sino que ha generado un intenso debate público sobre los límites de la libertad de expresión, el papel de la monarquía en la democracia española y la existencia de privilegios legales como la inviolabilidad del rey. “Estamos hablando de una figura que ha sido jefe del Estado y que ahora actúa como si no pudiera ser criticada”, denunció Revilla.
El político cántabro ha manifestado que no rectificará. Al contrario, insiste en que seguirá defendiendo la necesidad de transparencia y ejemplaridad en todas las instituciones. “El patriotismo no es llevar una bandera, es pagar impuestos y dar ejemplo”, dijo tajante.
Es la primera vez que el rey emérito presenta una demanda contra un político. Y lo hace, además, en un contexto en el que buena parte de la sociedad española cuestiona el legado de Juan Carlos I, empañado por los escándalos fiscales y financieros.
Miguel Ángel Revilla, con su habitual estilo directo, ha vuelto a poner sobre la mesa una pregunta que incomoda al poder: ¿puede un ciudadano criticar a quien ha sido jefe del Estado sin ser perseguido por ello?
Mientras la Justicia decide, el debate está servido.