La polémica creada por el Tribunal Constitucional ha sacudido como un terremoto la política española. Si en un principio Unidas Podemos planteaba la posibilidad de llamar a la ciudadanía a la desobediencia civil en protesta por la decisión del TC de prohibir una votación en las Cortes Generales, ahora Gabriel Rufián se desmarca de la propuesta de los morados y trata de enfriar los ánimos caldeados en las últimas horas. La desobediencia civil es una medida extrema a la que recurren los pueblos oprimidos por un régimen dictatorial. No parece que este sea el caso de España donde, si bien es cierto que el TC ha asestado un duro golpe al Estado de derecho secuestrando la voluntad popular representada en el Congreso de los Diputados y en el Senado, la situación todavía es reversible mediante los procedimientos legales. Así, tras la decisión del TC de impedir la reforma exprés del Poder Judicial que pretendía llevar a cabo Pedro Sánchez, al Gobierno de coalición le queda todavía la baza de volver a la casilla de salida y retomar la reforma por otros cauces, aunque más largos y complejos, como es la modificación de la ley orgánica del poder judicial.
En rueda de prensa, Gabriel Rufián, ha apostado por presentar una proposición de ley en el Congreso para renovar el Tribunal Constitucional, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la calma porque la desobediencia sin tener un plan “es confeti”, según informa Europa Press.
El Pleno del TC acordó el lunes, por seis votos frente a cinco, suspender de forma urgente la tramitación parlamentaria, ya en el Senado, de las dos enmiendas por las que se modifica el sistema de elección y llegada de los dos candidatos al TC que nombra el Consejo General del Poder Judicial, admitiendo así las medidas cautelarísimas solicitadas por el PP en su recurso contra dichas enmiendas.
El portavoz de ERC ha insistido en la idea de poner en marcha un nuevo trámite legislativo para renovar el tribunal, aunque tampoco cree que la vía de la enmienda fuera un error porque “no es la primera vez” que se utiliza, tanto por el PSOE como por el PP.
A su juicio, el PP ha sido hábil y ha aprovechado una “ventana de oportunidad” con un tribunal dispuesto que ha actuado parando la tramitación.
No obstante, si bien ha reconocido que lo ocurrido es grave, ha pedido calma porque “no es la primera vez que pasa”, en alusión al Parlament de Cataluña, y no será la última porque “una parte del poder judicial le ha declarado la guerra a una serie de partidos e ideas”.
En ese sentido, y ante el llamamiento de Unidas Podemos a movilizar a la sociedad frente a la estrategia del PP y de la parte conservadora del TC, Rufián ha alertado de que “la desobediencia institucional” sin tener un plan “no sirve de nada, es confeti”, y ha querido dejar claro que ERC no se va a sumar a proclamas, máxime cuando la izquierda se puso de perfil cuando el TC paralizó debates en el Parlamento catalán.