España vuelve a situarse en el foco de atención internacional por las graves deficiencias en la protección de los derechos humanos, según alerta Amnistía Internacional en su informe anual 2024, publicado este 29 de abril. La organización denuncia, con tono firme, niveles alarmantes de violencia machista, condiciones de hacinamiento de menores migrantes no acompañados en Canarias, y políticas migratorias y medioambientales claramente insuficientes.
Entre las principales preocupaciones señaladas, los asesinatos machistas ocupan un lugar prioritario. Amnistía destaca que en países como España, Alemania, Italia o Grecia, persisten niveles "alarmantes" de homicidios de mujeres, la mayoría a manos de sus parejas o exparejas. Además, denuncia que mujeres especialmente vulnerables —como migrantes, trabajadoras sexuales y mujeres trans— encuentran barreras sistemáticas para denunciar la violencia sexual que sufren. La organización exige al Gobierno español que adopte medidas urgentes y eficaces para poner fin a la impunidad que rodea estos crímenes.
En el ámbito migratorio, el informe se detiene en la precariedad de los más de 5.000 menores migrantes no acompañados en Canarias, quienes, según el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, siguen sin estar adecuadamente protegidos. "Las condiciones de hacinamiento son inaceptables", denuncia, apuntando también la falta de estudios individualizados y de inspecciones eficaces en los centros de acogida. A pesar del discurso oficial de respeto y acogida, la organización critica que las palabras no se han traducido en acciones concretas.
El documento también expone que el racismo estructural sigue muy presente en España y en Europa. La elaboración de perfiles raciales por parte de las fuerzas de seguridad y el uso de sistemas automatizados que discriminan a comunidades racializadas y personas en situación de vulnerabilidad son ejemplos claros de esta injusticia. En este sentido, Amnistía reclama a los gobiernos que pongan fin a las prácticas discriminatorias y promuevan políticas de justicia restaurativa ante el legado de la esclavitud y el colonialismo.
En cuanto a la emergencia climática, el informe no pasa por alto las lluvias torrenciales que en octubre de 2024 dejaron 224 muertos en España, como prueba del creciente impacto de la crisis climática. Amnistía Internacional exige que se acelere el abandono de los combustibles fósiles, se corte la financiación a estas industrias y se refuercen los fondos para los países más afectados, muchos de los cuales se encuentran atrapados en un ciclo de endeudamiento.
El informe de Amnistía Internacional pinta un retrato sombrío de la situación de los derechos humanos en España. Machismo, racismo, negligencia institucional y lentitud climática configuran una realidad que exige respuestas contundentes. Para la organización, los derechos humanos no pueden seguir siendo una promesa incumplida.