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Recuerdo también el momento amargo de las risas del PP:En octubre de 2014, Caritas publicó un informe en el que alertaba de la pobreza infantil en España. Ya se contaban por millones –como hoy– los niños pobres aquí.Pobres significa ni carne ni pescado, ni radiador ni libros para el cole, significa ver a tus padres llorar. Entonces, Pedro Sánchez sacó el tema en el Congreso de los Diputados, y la bancada popular le eructó a coro un “Ohhh” que olía a vino caro y 100 gramos de caviar. Luego las risas. Y que si demagogo.***
A finales del pasado mes de agosto, Mariano Rajoy se refirió a la población española como “los ricos y los no ricos”.Efectivamente, los pobres hacía ya tiempo que habían desaparecido.***
Pero están, y son millones.Por eso, cuando llegó esta semana el informe europeo sobre pobreza en España, decidimos que no debíamos ni siquiera tocarlo. Que, con ofrecer los datos, uno detrás de otro, era más que suficiente.Así lo hemos hecho AQUÍ.***
Hoy me gustaría sepultar aquellas risas hediondas bajo estos datos. Como sepultaron a los millones de pobres de este país bajo abstracciones y “gastos de representación”.***
Me voy a la cama con Clarice Lispector, que me eleva. Siruela acaba de publicar La ciudad sitiada.Descansen. Mañana, más.