La economía del perdón de Feijoo

15 de Febrero de 2024
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feijoo y una señora aguantando

Es evidente que para la gran mayoría de quienes se hayan atrevido a ir más allá del titular, y la foto que acompaña el artículo, les resultará extraño que se hable de economía del perdón. Lo económico en estos tiempos capitalistas se mueve entre cifras, beneficios y ganancias y/o transferencias financieras. Pueden pensar que el presidente del Partido Popular igual tiene intención de perdonar deudas de Hacienda a los amigos de siempre, pero no porque eso ya ha sido calificado de anticonstitucional. Entonces, siendo el perdón algo que está vinculado a algún pecado o la comisión de un delito, se preguntarán con razón, ¿qué economía puede tener?

Economía en su acepción primigenia se refería a la gestión del oikos, la casa, pero entendida en un aspecto más amplio que el solo edificio donde pueda residir una persona o una familia. Eran los campos, los esclavos, los hijos, la alacena y el almacén, etcétera. Ahí había que distribuir recursos materiales e inmateriales. Economía era la gestión de todo ello, explicado de forma un tanto simple. También existe la expresión evangélica la economía de Dios. Que no deja de ser la acción de Dios para la administración de su “casa” mediante Jesucristo y el Espíritu Santo. Es una acción no materialista en sí sino, además de divina es espiritual, doctrinal y regulatoria.

Si el titular hubiese sido La economía de Feijoo la práctica totalidad de los posibles lectores habría pensado en cuestiones meramente dinerarias, financieras e impositivas. Algún católico podría incluso de protestar por herejía, con bastante razón si le molesta la ironía. La realidad es que la economía a la que se refiere este artículo es una mezcla de las dos concepciones anteriores: por un lado, el cuidado de la propia casa y, por otro, la acción misericordiosa, una de las acciones del sumo hacedor en su propia economía.

Ya se habló del fariseísmo de presidente pepero respecto a los indultos a los presos del procés, los condenados y los por condenar. Pueden leer la crítica moral a aquello. Ahora toca hablar del porqué de esa hipocresía. Porque todo lo que se está viendo en los medios de comunicación es pura hipocresía y economía del perdón por parte de Alberto Núñez Feijoo. Al que, por otro lado, le va a salir bastante caro tener a los medios de comunicación que están intentando justificar la actitud farisaica del pepero. A él le importa poco porque lo va a pagar usted con sus impuestos.

No han negociado pero sí lo han hecho

Feijoo, que está estropeando la campaña electoral a su amigo Alfonso Rueda, ha salido a decir que no concedería ni amnistías, ni indultos. No cabe misericordia con los secesionistas. Han dicho tantas cosas en estos cuatro días que ya no se sabe qué es verdad y qué no. El caso es que es evidente que algún tipo de perdón ha estado negociando el PP con Junts, con ERC y hasta con el PNV. Haya sido Carlos Floriano o haya sido cualquier otro enviado. ¿Por qué iban a mentir los secesionistas en algo para lo que no necesitan al PP pues ya tienen capturado a Pedro Sánchez? De hecho desde el PP reconocen los contactos… cuando decían que ellos ni conocían a Carles Puigdemont.

Lo que han expresado Feijoo y sus enviados es que ejercerían el perdón siempre y cuando hubiese arrepentimiento. Como Jesús cuando perdonó a la adúltera (ya saben aquello de “quien esté libre de pecado…”) le dijo que no pecase más, Feijoo pide que no sean más secesionistas. Aunque claro, a diferencia del Encarnado, perdona a posteriori, una vez que han sido condenados y han pasado por el maco. Es una misericordia muy en consonancia con la economía pepera.

Misericordia si obtengo el poder

Queda la duda sobre si se habrían atrevido a una amnistía de haber tenido clara constancia de que Sánchez se bajaría los pantalones con los secesionistas, pero esto es pura especulación. Sobre actitudes muy contrastadas a lo largo de los años, pero especulaciones. Lo que sí queda claro es que Feijoo y sus lacayos mediáticos hacen del perdón una economía, una acción que sirve al manejo de su propia casa. Lo material, tener el poder, es tan importante como lo inmaterial, perdonar. Sin lo primero no hay segundo.

Cuando se tiene la casa, aunque sea en alquiler —la tendencia a tenerla en propiedad es muy alta y no privativa de los peperos, y sí se habla del poder del Estado—, ya se puede ejercer la misericordia, el buenismo o lo que haga falta. Ya hay capacidad de distribución de cosas, principalmente materiales (como la publicidad institucional, guiño, guiño), y actuar desde la superioridad cuasi divina. Si lo hacen otros alquilados es horroroso, una traición y una suplantación del poder divino para la misericordia. Si el cardenal Ángel Herrera Oria levantase la cabeza con algunos periódicos se echaba a temblar. Lo ético debería primar antes de cualquier entrada en la casa, pero la economía de Feijoo no es así.

La ética, esa gran añorada

Y es esa carencia de ética que vienen demostrando lo que es criticable. ¡Ni Nicolás Maquiavelo, ni leches! De hecho no han comprendido al florentino (son más de otro Florentino). Si se dice que no hay posibilidad de Amnistía porque es inconstitucional, ni indultos (que para eso los has denunciado ante el Tribunal Supremo), ¿cómo es posible que se hable con unos y otros? Floriano no va a Suiza a ver qué tal está el tiempo y qué le cuentan —con lo de Suiza mejor no seguir con las chanzas e ironías—, sino que sabe de antemano qué van a tratar. Como lo sabían en el PSOE. No cuela esa estratagema sobre que todo se rechazó en veinticuatro horas, no. No es el español tan ingenuo. Fueron a lo que fueron pero no les convino o convenció por motivos que no han explicado y que nada tienen que ver con la ética.

Federico Jiménez Losantos podrá atizar a Santiago Abascal todo lo que quiera —cada uno se debe a su economía y la de su salario se debe a las subvenciones peperas—, pero en esto lo tienen claro. En otras cuestiones carecen de ética, de estética y hasta de economía, pero fijo que ni reunirse. No vale con decir que es todo una campaña de desinformación de los medios del PSOE porque al rato el PP confirma esto y aquello. La economía del perdón de Feijoo tiene una ética propia, si me favorece para poder gestionar la casa otorgo la manumisión, si no lo hace es todo un error. Por eso no se parece la economía de Dios, ni a la misericordia divina. El pecado siempre es pecado no solo cuando les vale para organizar la casa (el poder), por eso su misericordia es farisaica.

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