El domingo la ciudadanía gallega decidirá si sigue cuatros años más con el PP de Alfonso Rueda o se abre a un cambio donde la candidata del BNG, Ana Pontón, podría convertirse en la primera presidenta de la Xunta. El PSdeG de José Ramón Gómez Palmeiro aspira sumar lo suficiente para hacer presidenta a Pontón. Así lo vienen reconociendo fuentes sanchistas y será lo que ofrezca esta noche en el cierre de campaña el presidente Pedro Sánchez. Para esto ha quedado el PSOE gallego, para ser comodín del nacionalismo progresista gallego —porque el PP es el nacionalismo conservador.
Palmeiro, que en su momento fue secretario general del PSdeG en un tiempo de derrotas dolorosas y presidente de Diputación (con lo peligroso que es eso), tuvo una llegada sencilla a la candidatura. A Gonzalo Caballero le descabalgaron desde Ferraz y Manuel Losada era algo así como un aspirante sin fuelle. Ahora está en la encrucijada de no sacar muchísimos peores resultados que Caballero, de salvar la cara al menos para poder un gobierno de coalición. Algo deseado en Madrid para garantizar el voto beneguista en el Congreso de los Diputados.
Aunque los resultados sean malos, malísimos, horribles, Palmeiro abraza la posibilidad de hacerse con la vicepresidencia de la Xunta y hacer un poco de proselitismo en torno a su figura. Si algo demuestra no tener claro que puede serlo es no haber abandonado su puesto de diputado en el Congreso. ¡Como que se va a quedar en Santiago pudiendo estar en Madrid si pierden! Tonto, desde luego, no es. Algo que tampoco sorprende a sus compañeros de fatigas en ese batiburrillo hediondo que es el PSdeG.
El sanchismo aspira a derrocar al PP para no dañar (¿más?) su imagen a nivel estatal; Alberto Núñez Feijoo aspira a que su discípulo siga gobernando, no vaya a ser que a algunos les de por cortarle la cabeza; el BNG aspira a tocar pelo; y el resto aspiran a nada si fuesen realmente sinceros, porque ni Sumar, ni Podemos, ni Vox tienen penetración alguna en la Galicia regional. Luego está el zumbado del alcalde de Orense (Democracia Orensana), que es como votar al PP. Cada cual a lo suyo y Galicia en muy tercer plano.
¿No han observado que la campaña ha estado centrada en cuestiones que no importan a los gallegos? Que si va a venir el nacionalismo, dicho por nacionalistas. Que si Feijoo es colega de Puigdemont. Que si tal, que si cual. Normal que en las encuestas internas el BNG esté despuntando, son los únicos que han hablado de algo relacionado con Galicia. Y luego Palmeiro que hace lo que le dejan. Porque no puede salirse del guion marcado por Ferraz/Moncloa.
Pero Palmeiro acepta lo que le echen. Sí, no se llama Palmeiro sino Besteiro pero es mucho más Palmeiro que Besteiro. Si no fuese un palmero más de Sánchez ni sería diputado, ni sería candidato, ni sería nada. Además hablar de Besteiro, de un Besteiro tan pobre en todos los aspectos cuando en el PSOE ha habido un gran Julián Besteiro, casi mejor dejarle en Palmeiro. Es tan bueno dando palmas el candidato sanchista que le hubiese quitado el puesto al tío Toni en el grupo de Peret. Luego que por qué no sacan mejores resultados cuando están entregados a su sanchidad.