Sánchez debería impulsar el “caso Amat”

02 de Marzo de 2024
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Amat, Bonilla, Hernando

Como parece que PP y PSOE están dispuestos a tirarse la mierda los hunos a los hotros, más ahora que están apuntando a la esposa del presidente, nada mejor que rebuscar entre los casos que están sin avanzar en los juzgados españoles. Y si hay un caso que puede hacer palidecer a M. Rajoy (sea quien sea), Pablo Casado, Alberto Núñez Feijoo, Juan Manuel Moreno Bonilla y Elías Bendodo, palidecer hasta hacer parecer que la chica de la curva o la mujer de la canción de Procol Harum han tomado el sol, es el caso Amat.

Gabriel Amat es un alcalde de una recóndita ciudad almeriense, Roquetas de Mar, con aspecto de abuelillo simpático (desde luego hace buenos regalos), que a finales de los años 1990s estaba a punto de perder su casa por un embargo debido a los impagos. Por sorpresa se hizo con la alcaldía de la ciudad mediterránea y, poco después, con la presidencia de la Diputación de Almería en los buenos años del auge del ladrillo. De estar muerto de hambre pasó a, según los cálculos de la UDEF, tener un patrimonio de varios miles de millones de euros.

Recalificaciones, compras de terrenos a un euro y ventas en cincuenta o más, desvíos de carreteras, rotondas cambiadas de lugar y muchos contratos casi a dedo desde la Diputación, mientras tanto dejaba a los ancianos incapacitados de la Residencia de la Diputación con techos que se caen y casi sin recursos. Todo esto está parado en un Juzgado de Instrucción de Almería. Ministros de Justicia peperos hicieron todo lo posible para que los jueces, pues han pasado varios, no tuviesen los suficientes recursos para avanzar en las pesquisas. A la Guardia Civil tampoco les han puesto fáciles las cosas, como tampoco a la Policía Nacional.

Pedro Sánchez está ante la oportunidad de hacer daño de verdad al PP. No son pocos los rumores que indican lo graciosa que ha sido la generosidad del roqueteño con sus compañeros de partido, así como los buenos contactos (guiño, guiño) que han hecho algunos empresarios con dirigentes peperos. Claro para eso tendría que tener al ministro de Justicia de su parte. ¡Anda si es de su partido! Y a la Fiscalía también. ¡Si la controla Sánchez! A alguno como Javier Arenas le daría algo, seguro.

Si el caso ha estado parado, si lo han parado mejor dicho, es por carencia de recursos humanos y materiales. Esto Sánchez lo puede solucionar dando la orden a su ministro y a la fiscalía. Con eso se reactivaría el caso y entonces sí que vería palidecer a los dirigentes del PP. De hecho el diputado almeriense Rafael Hernando dejaría de acudir con chulería y en estado un tanto perjudicado a los plenos y comisiones del Congreso. Sería incluso una buena forma de rehabilitación de un ser necesitado. Una obra de caridad. Aquí hemos contado todas las trapacerías del caso Amat, ahora solamente tiene que dar un paso el presidente del Gobierno y poner fuego a un buen polvorín pepero. Lo de los EREs andaluces es poca cosa con la que hay ahí.

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