Los que llevamos tiempo en la representación pública nos topamos una y otra vez con una serie de interlocutores, medios y organizaciones “amigas” que intentan sacarnos contestaciones o intervenciones para su propio fin y sacándolas de contexto, o simplemente buscando una reacción negativa.
Los días más ocupados en nuestras organizaciones suelen venir de la mano de tragedias, atentados o noticias que puedan conllevar un cierto morbo que llene ratos de periodismo (por llamarlo de alguna manera) amarillista.
Entre atentado, asesinato o simplemente durante los momentos de calma no se acuerdan del trabajo constante ni de los logros que se suceden durante todos los años en nuestras instituciones.
Por poner un ejemplo de la organización en la que ocupo mucho de mi tiempo, el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior o CGCEE, llegó a su máxima popularidad hace unos años tras un exabrupto machista que utilizó el presidente de esta institución durante un Pleno. La destitución fue inmediata y todos los grandes medios de comunicación españoles publicaron la noticia dando una gran relevancia a esta institución justo en uno de los momentos mas bajos de la misma. Ojalá estuvieran al tanto del impacto positivo que tenemos en la diáspora en lugar de buscar tropiezos o accidentes.
Hay medios que de hecho suelen ayudar, por ejemplo, a organizaciones minúsculas y con ámbitos de actuación cortitos, a vociferar, insultar y menospreciar el trabajo de décadas del CGCEE y lo hacen a sabiendas de que dan voz a trepas de profesión…de esos que son los primeros de la fila en lograr un beneficio de las administraciones el primer día tras aprobarse una ley y que acto seguido se afilian a un partido político de izquierda y ahora mismo ni se ruboriza en blanquearnos a Milei…cambio de chaqueta a la vista a no ser que le metan en alguna lista electoral próximamente. Le queda igual el verde que el rojo, pero a muchos nunca nos engañó.
Gente impresentable y que se destapó hace mucho tiempo con sus imperativos, su insultos y amenazas y sus modos de mafioso de guardería…en Latinoamérica pondrán cara a este individuo sin mucho esfuerzo.
Luego tenemos igualmente que soportar con buenas maneras a los medios que una vez llega una desgracia a las demarcaciones consulares en las que trabajamos buscan su ratito de sangres y mutilaciones como sucedió en el atentado en el concierto de Ariana Grande en Manchester en 2017.
En el día de este atentado mi teléfono no paró de sonar y la mayoría de las llamadas buscaban que les pusiéramos en contacto con victimas directas o indirectas de este atentado terrorista y evidentemente esquivamos el participar de este circo que duró varios días. Desde el Consejo de Residentes solo atendimos a medios que llegaron con un tacto y una ética acorde a la situación y nuestras intervenciones fueron para ayudar a calmar una situación y rebajar el nivel de preocupación que a veces se trataba de vender a los televidentes en España.
Desde fuera de nuestra institución ahora mismo estamos viendo episodios como el del asesinato (o lo que se decida dictaminar) en Tailandia a manos de Daniel Sancho y como se contacta continuamente con organizaciones como la Fundación +34 que son incansables en su trabajo para mejorar la calidad de vida y facilitar la reinserción de los presos españoles y las personas en situación de desamparo en el extranjero y también asesoran a las familias…y se les contacta para rellenar más horas de sus espectáculos televisivos.
Para mucha gente el trabajo de esta fundación y de Javier Casado a la cabeza era totalmente desconocido y quizás gracias a estas ventanas abiertas para desgranar algunas de las dudas sobre la posible condena o el estado de las cárceles en Tailandia, se abran puertas para que más gente ayude a su causa y puedan incrementar el volumen de asistencia que ya realizan.
Muchos ya conocíamos su labor y la ayuda directa que llevan a cabo en prisiones, en muchos casos involucrando en el apoyo a sus tareas a gobiernos autonómicos y todo ello gracias a un sello de calidad y de compromiso que a veces no existe por parte del personal que debería encargarse de estas tareas en algún que otro consulado que destacan por su falta de empatía.
Es duro ver pasar los años y ver que solo se acuerdan de estas organizaciones para rellenar sus ratitos de morbo, que sin ninguna duda podrían ser rellenados con noticias mucho más positivas, educativas y edificantes en vez de centrarse en rebuscar en la basura.
En los momentos posteriores al Brexit hubo muchos medios que contactaron con el único Consejo de Residentes que había en Reino Unido en aquellos tiempos, el de Edimburgo (CRE en el Norte UK) para empezar a despejar dudas o solicitar nuestra impresiones ante este cambio de rumbo…ante intervenciones objetivas, lejos del amarillismo y sin la tentación de presentar todo como una situación terminal, se aflojo el interés por parte de los medios patrios y la solicitud de intervenciones en esos programas de media mañana con tertulianos y tertulianas desaparecieron.
Quizás alguna lágrima o sobreactuación hubiera ayudado a tener más minutos en antena…
Muchas veces el enemigo lo tenemos mucho mas cerca, a dos horas en tren, y tenemos que soportar a instituciones “hermanas” poniendo palitos (muy pequeños eso sí) en las ruedas de plataformas feministas como PlaFemUk, de escuelas suplementarias como Nuestra Escuela Reino Unido, o de los consejos de residentes del norte y el centro de UK. Los palitos son pequeños porque en realidad la cantidad de trolls escasea y aunque vociferan mucho se les escucha poco y hay que ignorarlos.
Las acciones positivas quedan y las astillas de los palos en las ruedas se confunden con el polvo del camino pero seria buena noticia que la sociedad comenzara a buscar por si misma rellenar sus ratos de ocio con positividad, uniéndose a proyectos ciudadanos y dejándose de creer todo lo que ven la tele.