Gonzalo Oses

Aquello que llevo dentro

03 de Mayo de 2024
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Aquello que llevo dentro foto Gonzalo Osés del libro de Joan Iturat

El pasado sábado 27 de abril, mi madre me preguntó, qué santos eran ese día, porque recordaba que era de algún familiar. Miré el calendario, y le dije que el único reseñable era Montserrat. En ese momento, mi madre empezó a entonar el himno "Virolai" o "Rosa de abril" de forma tan nítida como durante los tres años que estuvo de sacristana en Barcelona. 

La alta vibración de paz y amor que brotaba de mi madre, (te invito a escucharla mientras interpretas mi mensaje), me recordó el libro "Aquello que llevo dentro" del traductor de talentoJoan Iturat, cuyos personajes de su aventura han resonado profundamente en mi ser. 

Hago un inciso. Mamá, sé que me lees, y que no te gusta mostrar una parte vulnerable, como buena facilitadora de felicidad que eres. Lo siento, pero si lo hago, es para ayudar a personas que atraviesan sus desiertos personales, en la oscuridad de la noche que convierten sus días, alzan la mirada, en busca de una estrella que les guíe a la solución que albergan en su ser, y este texto les ayudará. A tus casi 90 intrépidas, sonrientes y voluntariosas vueltas al sol, como sabes, tienes signos de deterioro cognitivo, que poco es, para la caña que le has dado a tu cerebro, para conseguir que miles de personas desfavorecidas mejoren su bienestar. 

Agradezco  a Joan dedicar parte de su vida, y realizar una  exhaustiva investigación a base de entrevistas a los sanitarios expertos en cuidar la salud de nuestros mayores, para a través del personaje de la doctora Sandra, que cuida al señor Gerard, regalarme valiosos consejos para comprender la a veces desconcertante situación, y facilitar mejor la vida a mi madre, y en parte de mi padre. Sin olvidarme, que "a la vida hemos venido a disfrutar" que me recuerda mi amiga Leonor, y ser conscientes del regalo que es el presente. 

También, me he visto reflejado en Carlos, el frío y calculador hijo de Gerard, cuando vivía yo en Madrid e iba a visitar a mis padres en vacaciones y puentes. Ahora, que llevo un año conviviendo con mis padres en Málaga, me reconozco en Enric, el nieto de Gerard, al poder disfrutar de su presencia diaria, justo cuando pensaba que el alma de mi padre tomaba otra dimensión. Al permitirme mostrar mi cariño hacia ellos, ya que como dice mi madre soy "poco expresivo, pero muy sentido". Así como, mostrar mis vulnerabilidades para aceptarlas y convivir feliz con ellas. 

A su vez, la magia del señor Gerard, ha resonado profundamente en mi ser, recordándome que nacemos con un don innato que llevamos en nuestro interior cuál motor vital. De la misma manera, que su pasión por Montserrat, me ha ayudado a recordar a través de flashes de mi memoria atávica, una de mis vidaa anteriores a la actual, en la que viví alrededor de las rocas serradas a cuyos pies amerizó la Novena Barca. Siendo de  gran ayuda, las excelentes descripciones de los caminos, y parajes que le transmitió a Joan el guía de montaña Iván Fernández de Amics del Dall.

A todos ellos, muchas gracias por las enseñanzas, y por resonar en lo más profundo de mi ser, en aquello que llevo dentro, y tanto me cuesta identificar, para aceptarlo, y realizarme en paz.

GO!

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