La red es lugar de entretenimiento, confesionario digital o circo romano del siglo XXI. Pero también es lugar de encuentro y espacio para compartir ideas, críticas, reflexiones, cultura, conocimiento.Muchos de estos tesoros tan valiosos en el momento que vivimos, se pueden adquirir libremente gracias a la generosidad de sus creadores, a cambio de algo tan simple como el reconocimiento hacia al autor, gesto simple que cualquiera con un mínimo de educación puede ofrecer.Pero como en la vida real, en la red también existe el amigo de lo ajeno, que ante la comodidad de toparse con la puerta abierta y el felpudo de bienvenidos, saquea a golpe de clic el conocimiento y esfuerzo de otros. No hurtan para su enriquecimiento cultural o moral, hurtan en muchos de los casos para completar espacios de contenido en medios de comunicación que sacan provecho del botín, sin el más mínimo comentario hacia la víctima de tal atropello.Aún más lamentable es cuando en el botín aparece un texto que atenta contra la línea editorial, moral o ideológica de dicho medio, es en ese momento cuando los saqueadores utilizan el trabajo ajeno como arma arrojadiza en contra de su autor.Claro ejemplo de semejante tropelía encontramos ayer en la red, al conocer la noticia del cierre de Palinuro, el blog (https://cotarelo.blogspot.com/) que a diario y durante más de 12 años nos ha brindado el maestro Ramón Cotarelo.Sin apoyo de ninguna publicación o medio de comunicación, con su esfuerzo y sabiduría como cimientos de tan generosa casa que recibía amablemente a quien quisiera compartir opiniones bajo licencia "creative commons" (citar autoría).La rebotica cultural de Cotarelo baja la persiana desvalijada por los "aprovechateguis" y difamada por los intransigentes hacia su obra, cansado de desmentir bulos y decepcionado por los timadores ideológicos.Mucha fuerza maestro, muchos ánimos. Seguiremos tu obra a través de tus nuevos y numerosos proyectos.Reflexionemos sobre como la codicia humana y la notoriedad en la red, nos aboca a ultrajar el legado de libres pensadores de nuestro tiempo.Si no ponemos fin a esta tendencia en breve nos toparemos con los versos de Séneca firmados por el influencer de turno.
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