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Avital Balwit "predice" su propio despido: ¿Un futuro distópico o una realidad irónica?

12 de Junio de 2024
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Pasadas las elecciones europeas, y esperando que no se convoquen de nuevas, volvamos a los temas serios, sobre los que tenemos que meditar profundamente.

En una reciente carta abierta, Avital Balwit, jefa de personal de Anthropic, que es la segunda empresa de Inteligencia Artificial más importante del mundo, ha lanzado una provocadora reflexión sobre el impacto inminente de la inteligencia artificial en el empleo, empezando con una sorprendente afirmación: "En 3 años puede que ya NO trabaje". No, no se trata de un problema de salud ni de un retiro anticipado. Según Balwit, el desarrollo tecnológico podría dejarla sin empleo tal y como lo conocemos hoy.

Balwit plantea una comparación interesante: la cuestión no es si la IA es mejor que el mejor humano, sino si es mejor que el humano promedio asignado a una tarea específica. En un tono que podría interpretarse como ligeramente apocalíptico, ella sugiere que no necesitamos una inteligencia artificial general -aquella que supera a los humanos en todas las facetas- para reemplazar muchos trabajos; basta con que las máquinas superen en eficiencia a los humanos en tareas concretas. Es decir, que la caguen menos de lo que pasa ahora con los humanos.

La ironía aquí es palpable: mientras que Balwit (quién lo diría, viniendo de una americana de Silycon Valley) destaca la necesidad de una renta básica universal como respuesta a la automatización, también afirma que la adopción de la IA no será tan rápida. "Recordemos que llevamos 2 años desde que se lanzó ChatGPT y la adopción a nivel profesional aún es muy lenta", señala, dejando entrever una contradicción entre el miedo a la obsolescencia laboral y la realidad de una integración tecnológica pausada.

Lo que sí es cierto, es que se están creando dos niveles de empresas: Los que están integrando la Inteligencia artificial en sus procedimientos y los que serán sustituidos por los que hayan integrado la Inteligencia artificial en sus procesos.

Balwit también alude a la paradoja de Jevons, sugiriendo que el aumento de la eficiencia tecnológica podría, paradójicamente, incrementar la demanda de trabajo humano en nuevos sectores. Sin embargo, la visión de Balwit sobre un futuro donde "una gran colección de nims y trayectorias" reemplacen la necesidad de humanos para coordinar tareas complejas suena casi a ciencia ficción; y, sin embargo, ya es nuestra realidad diaria.

Avital Balwit advierte sobre su propio potencial desempleo, que es el de su gremio, y es el de su generación, y también el de la generación que viene después de ellos, en los que muchos no trabajarán de por vida. Y nos sitúa delante de una realidad incontestable.

Sin embargo, la realidad actual debemos tomarla de manera menos dramática. La IA puede estar transformando el mercado laboral, pero la velocidad de este cambio y su impacto real aún están por verse.

¿Será que en tres años Balwit estará disfrutando de una renta básica universal, o simplemente habrá cambiado de empleo? Solo el tiempo lo dirá.

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