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Basta ya de tanta tontería

15 de Noviembre de 2016
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Lemes Solo
Siempre fui un utópico, un idealista de esos que creían en lo imposible, de esos que siempre apoyaban las causas perdidas solo por principios; pero, con el tiempo, confieso que más que principios últimamente lo que tengo son finales, porque cada vez creo más en que el fin justifica los Tedios, y no hay nada más tedioso a día de hoy que este panorama político actual, este paripé, estos brindis al sol (aunque prefiero el “brindis” al “cara”) este descreimiento cada vez más generalizado.Nos embarcamos de nuevo en unas elecciones que aparentemente tendrán resultados parecidos y que nos meterían de lleno en un bucle de desgobierno; y el único movimiento que he visto para intentar evitar este Loop es la confluencia de IU-Podemos, y es ahí cuando me vuelven ráfagas de mi idealismo marchito; son pequeños flashes, pero lo suficientemente largos como para arrancarme por unos instantes de este escepticismo, porque por fin alguien está moviendo alfiles y sacrificando torres para intentar un jaque mate.Ya no vale enrocarse, si se quiere ganar una partida hay que mover, y arriesgar y sacrificar, y estos dos partidos lo han hecho. Han movido ficha sabiendo que dicho movimiento generaría disconformidad interna y bilateral, sabiendo que unos los llamarán “vendidos” y otros “aprovechados”, unos “oportunistas” y otros “desertores”, incluso “traidores” y cientos de adjetivos que ellos han asumido. Mi calificativo es “Activos”. Han hecho algo, han dado un paso al frente y creo que esa valentía es digna de valorar; además espero que sea de buena fe (aprovecho para decir esto durante esta ráfaga de idealismo; tal vez, cuando le dé al Enter, vuelva a ser un escéptico más). El resto sigue inmóvil al borde del camino, salvándose como diría Benedetti, congelando el júbilo, llenándose de calma, pensando sin sangre.El problema ahora son los Egos, que podría comprender en otro contexto político pero no en éste. Que si “qué pasa con mis siglas históricas”, que si “dónde quedó nuestra ideología” que si “cómo te vas a unir con quien soltó todo tipo de mierdas contra ti”, y ya digo que lo entiendo y lo puedo comprender, todos hemos oído la sarta de descalficativos que tanto unos como otros se echaban en cara durante la anterior campaña, y no son plato de buen gusto para ninguno de los implicados, pero también sabemos que los mejores polvos son los de reconciliación, y que los egos y el “a ver quién la tiene más grande” (la dignidad) ahora mismo sólo serían un lastre para el avance porque lo que interesa es aunar fuerzas.Este movimiento obviamente no convencerá a ese votante con síndrome de Estocolmo. Ese que se enamora de su secuestrador aunque éste le malvenda, le estafe, le humille y se ría de él en su cara. Ese al que le da igual que su pareja le engañe y le decepcione con corruptelas. Ese que se resigna a la asunción y asume su resignación. Ese que se auto-omite la mierda y re-mitifica a su maltratador y vuelve a caer en la trampa de sus embelecos y sus espejismos de cambio. Ese que vive frustrado pero conforme, atrapado en su inconfortable zona de confort por no arriesgarse a cambiar de parecer (creo que no hay nada más humilde en este mundo que cambiar de opinión; la intransigencia a veces es muy peligrosa, y a mi gusto, afea a la persona). Ese cegado, fiel y dominado votante al que le da igual que le sodomicen porque seguirá votando al mismo.Pero, tal vez, sí que convenza al que sí quiere cambiar, al que arriesga y al humilde que es capaz de cambiar de opinión sin miedo a que le llamen traidor o chaquetero, y que lo hace  porque confía (al menos durante una ráfaga) en un final más feliz que esta trama gore que lleva más de cuatro años haciéndonos Bullying subliminal y Snuff camuflado en austeridad.Ya tendremos tiempo de volver a cambiar de opinión cuando la coyuntura ponga las cartas sobre la mesa, o de alardear de haber acertado con el famoso y reconfortante “¿Lo ves? Te lo dije. Sabía que esto era lo mejor”. Quién sabe. Pero acabemos con esto. “Basta ya de tanta tontería, porque otro gallo así nos cantaría”(Enter)
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