Entre los días 4 y 6 de este mes de julio se celebró con carácter extraordinario en Madrid el congreso del Partido Popular. El periodo de celebración de los congresos lo suele marcar los estatutos, siendo de 4 años para los ordinarios y entre ese periodo de tiempo y cuando se tercie los extraordinarios. El PP incumpliendo con sus estatutos llevaba desde febrero del 2017, sin celebrar un congreso ordinario, siendo el realizado durante el pasado fin de semana extraordinario.
Por las noticias se pudo comprobar como transcurrió. Por supuesto, dio la impresión de que no abordaron y menos aún plantearon soluciones a los problemas que afecta a la ciudadanía de nuestro país. Más bien se dedicaron a criticar al PSOE y sobre todo al presidente Pedro Sánchez, llegando entre quienes al respecto intervenían a fomentar una especie de disputa, para ver quien criticaba y más agriamente al Gobierno.
El indecente de José María Aznar en su intervención, llegó a expresar que Pedro Sánchez por sus comportamientos debería estar en la cárcel. Menuda hipocresía por parte de este indigno personaje que, no tuvo reparos (todo lo contrario) en meter a nuestro país en una guerra injusta e ilegal como fue la de Irak, que causó cerca de 300.000 civiles asesinados y más de 500.000 desplazados.
Por Aznar haber involucrado a nuestro país en esa guerra, tuvimos que soportar y sufrir el 11 de marzo del 2004, el atentado terrorista más grave de Europa realizado por Al Qaeda, en cuatro trenes de cercanía en la Comunidad de Madrid, con el resultado de 192 muertos y cerca de 2.000 heridos. Estábamos en vísperas de elecciones generales que se celebraron el domingo 14 de ese referido mes de marzo. De forma burda y miserable, Aznar y su gobierno interesadamente se dedicaron a propagar, que el atentado había sido obra de la banda terrorista ETA.
Se produjeron grandes manifestaciones por todo el país y afortunadamente, el día anterior a las elecciones se descubrió la verdad. Por supuesto, eso le pasó factura al PP y las perdió, las ganó el PSOE y pasó a ocupar la presidencia José Luís Rodríguez Zapatero. Fueron muchas las facturas que la ciudadanía española le pasó al corrupto de José María Aznar, para que perdiera esas elecciones. Varios de sus ministros estuvieron imputados por corrupción y algunos sentenciados a condena de cárcel, como fue quien era su mano derecha el ministro de Economía Rodrigo Rato. Lo mismo ocurrió con Eduardo Zaplana. En el mes de septiembre se juzgará y dictará sentencia a varios otros, involucrados en el cobro de dinero negro por mediación de los papeles de Bárcenas.
El caso es que el indecente de Aznar ha hecho “méritos” más que suficientes, para que sea él quien esté de por vida en la cárcel. En su etapa de presidente el Partido Popular fue catalogado como la organización política más corrupta de Europa. Se presentaba a las elecciones con mucha ventaja, y las ganaba en modo dopado con las tantas mordidas económicas que recibía, de las empresas que fraudulentamente ganaban los concursos de obras y servicios en las instituciones que gobernaban. En consecuencia, el PP tendría que haberse ilegalizado
En ese bochornoso congreso no podía falta la intervención de la populista Isabel Díaz Ayuso. En su línea de siempre y como un disco rayado, volvió a despotricar e insultar a Pedro Sánchez. Inconcebible que, sin ningún programa e iniciativas para mejorar la vida de las madrileñas y madrileños, haya logrado ganar las elecciones y por mayoría absoluta, solo utilizando bulos y expresiones falsas pero grandilocuentes, como “comunismo o libertad”. Sin embargo, la izquierda madrileña parece estar acomplejada, pues tiene muy fácil rebatirle con la expresión: “fascismo o libertad”, pero nunca se lo ha planteado. Lo malo es que, de seguir la actual situación, no sería de extrañar que vuelva a renovar el resultado obtenido.
Tampoco faltó el vergonzoso recibimiento a Carlos Mazón con aplausos, besos y abrazos incluidos, por parte de los dirigentes del PP, delegadas y delegados del congreso en general. Intolerable sabiéndose que, como presidente de la Generalitat Valenciana, fue el responsable máximo de las 228 personas fallecidas como consecuencia de la Dana que afectó a su comunidad autónoma.
Como colofón fue la reelección como presidente y a la búlgara de Alberto Núñez Feijóo, obteniendo nada menos que el 99,24 de los votos emitidos. Someterse a la elección por mediación de primarias con la participación de todos los militantes, para él y el conjunto del PP es una quimera. Por eso no es de extrañar su gran y repugnante egolatría, utilizando siempre la primera persona del yo, yo, yo cuando se dirige a sus acólitos. e incluso lo hace en sus intervenciones y mensajes a través de los medios de comunicación. Sabiendo la amistad que tenía con el narcotraficante Marcial Dorado, no debería ponerse como ejemplo de honestidad. Personajes como él, no tienen cabida en Europa.