Antonio Aguado Sánchez

La casta política es la peor de las lacras (y 2)

11 de Abril de 2025
Guardar
Casta+Politica+Delenda+est+4

La casta política está generalizada en todos los partidos políticos. Lógicamente, más extendida, en las organizaciones políticas con mucha más implantación y arraigo. Si tomamos como referencia a las personas que lideran a los dos principales partidos políticos, se podrá comprobar esta realidad.

Alberto Núñez Feijoo por el PP de 63 años, nacido en septiembre de 1961, comenzó su andadura como profesional viviendo de la política, a la temprana edad de 30 años. Sus primeros tres cargos fueron de libre disposición, empezando a desempeñarlos desde 1991, hasta que de estos dio el salto a los de elección en la Junta de Galicia, empezando los mismos en enero de 2003, hasta llegar a ser su presidente en abril de ese mismo año.

Ya en 2023 pasó a presidir el PP nacional y desde las últimas elecciones generales, es el líder de la oposición en el Parlamento del país. O sea, en total y hasta ahora, ha venido viviendo de la política durante 34 años y lo más probable, es que le quedará muchos más.   

Pedro Sánchez le va a la zaga.  Tiene 53 años (nació en febrero de 1972), diez años menos que Feijóo. Su primer cargo público fue de libre disposición en 1998 a la edad de 26 años, Posteriormente pasó a ser en 2004 concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Entre ese año y 2009, estuvo representando al ayuntamiento como miembro en la Asamblea General de Caja Madrid.

Desde este entonces y hasta 2013, tuvo un par de paréntesis, en el desempeño estricto de cargos públicos y pasó a ser profesor asociado de Estructura Económica en la Universidad Camilo José Cela y asesor de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y por dominar aparte del español los idiomas inglés y francés, alternó este trabajo con el de consultor en empresas extranjeras.

Ya en 2013 Pedro Sánchez pasó a ocupar su escaño en el Congreso de los Diputados. Significa que los cargos estrictamente políticos, de libre disposición y de elección los ha venido y viene ocupando por un total de 29 años. O sea, cinco menos que Feijóo, pero con su menor edad puede que le llegue a superar.

Esto evidencia que, vivir de la política debe ser rentable, pues de lo contrario nadie está obligado para hacerlo. Es más, como se viene demostrando, el acceso a los cargos públicos es en muchas ocasiones, motivo de controversias y disputas entre los contendientes. Esto desmonta el mantra de que los políticos españoles son los peores pagados de Europa.  

Ha tenido que ocurrir la muy lamentable tragedia de la Dana en Valencia, para enterarnos de que el gran responsable de que eso ocurriera el presidente de la Generalitat Valenciana Carlos Mazón, pretende acabar la legislatura, debido a que eso le permitiría disfrutar del privilegio, de recibir durante 15 años una paga anual de 75.000 euros. ¡Cuanta indecencia!. Pero claro está, si puede acceder a esa vergonzosa e injusta remuneración, es porque tuvo que en su momento ser aprobada en un pleno de las Corts de Valencia, y desde su aprobación se han podido beneficiar otros presidentes anteriores.

Hacer un paréntesis en sus disputas para ponerse de acuerdo en sus intereses personales, suele ocurrir entre los políticos de los diferentes signos. Uno de los casos más significativos fue el ocurrido al comienzo de la penúltima legislatura en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, cuando se sometió a consideración y en menos de dos minutos por unanimidad, se subieron los sueldos, el grupo de gobierno el 14% y la oposición el 26%.

Se dan los casos de personas que en vez de necesarias parecen ser “imprescindibles”, seguramente ha habido y habrán muchos más, pero por ser de mis circunscripciones electorales, los que más conozco fue el de Pedro Quevedo de Nueva Canarias, que en la penúltima legislatura llegó a compatibilizar el puesto de gobierno en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con el de diputado a Cortes.

Ya en esta legislatura, están los casos de Jimena Delgado que, compatibiliza el cargo de jefa de la oposición por el Partido Popular, también en el mencionado ayuntamiento, con el de diputada en el Parlamento del país. Y el de Teodoro Sosa, como alcalde por Nueva Canarias de su municipio de Gáldar en Gran Canaria, con el de consejero en el Cabildo.

Con todo lo que ha venido y viene ocurriendo, no es de extrañar la gran desafección y rechazo que siente la ciudadanía por los políticos y al respecto, el gran impacto que viene produciendo en la sociedad los mensajes populistas detractores. Preocupante la encuesta reciente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), en la que los jóvenes de entre 18 a 25 años, el 35%, manifiestan sus simpatías por el fascista partido político Vox. Significa que, si se incrementara la edad por ejemplo diez años más, esa simpatía aumentaría considerablemente y, si en la ecuación se incluye al reaccionario Partido Popular mucho más.  En consecuencia, se les está poniendo más fácil acceder al gobierno. El reaccionarismo y el fascismo están en auge y, por consiguiente, peligra el sistema democrático. La mejor forma para afrontarlo es con más democracia.

Pedro Sánchez si de verdad quiere regenerar la democracia, de lo primero que debe acometer es acabar con la denostada casta política. En este sentido, se hace muy necesario dotarnos de una ley electoral y de partidos políticos, que contemple la renovación natural de los cargos públicos y estos, haciéndolo bien se puedan ostentar por dos mandatos o legislaturas y que se contemple con carácter retroactivo. Para dar ejemplo, tendría que ser el primero en aplicárselo.

Lo + leído