Gonzalo Oses

Coaching y clase de ciudadanía sobre ruedas

21 de Abril de 2025
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Coaching y clase de ciudadania sobre ruedas

¿Qué reto has culminado alrededor del 13 de abril que llevarás desde el pasado septiembre con él?

En mi caso, y tras 30 años de bloqueo, por fin, he aprobado el carnet de coche, con el intríngulis que poseo el de moto desde hace tres décadas. Pero por alguna razón que no lograba comprender en estas décadas, las veces que me apunté a una autoescuela, deserté ante mi bloqueo al acumularse las tareas.

Cierto es que el carnet de moto me lo saqué a la tercera, y eso, que ya tenía moto. Las dos primeras las cagué por hacerlo a toda leche en ese mini circuito entre conos, a todas luces irreal.

En 2019, por ir pensando en temas laborales, acabé debajo de un guardarrail de una autopista, un par de días en la UCI, y 6 meses de rehabilitación diaria. Me prometí a mí mismo, que solo volvería a conducir una moto, el día que mi cabeza tuviera calma y concentración.

En junio del año pasado, un amigo me sugirió leer, el libro "Pienso demasiado", donde descubrí por qué mi arborescente cerebro funciona para conectar la innovación con el mercado, pero me bloqueaba ante procesos rutinarios. Así que, me armé de valor y me matriculé para comenzar en las clases en septiembre.

Tras cuatro clases circulando por Fuengirola, Nieves, la profe, al ver que no me bloqueaba, al circular por estrechas calles que me sabía de memoria, se vino arriba, y nos fuimos a Málaga ciudad, donde se realiza el exámen, más parecida a mi Madrid donde me he desenvuelto como pez en al agua a diario, durante tres décadas en moto… Pues en coche, afloraron todos mis bloqueos: Los ceda al paso los convertía en stops, y los stops en pasos de cebra, al conducir agarrotado a la par que sin darme el espacio y la velocidad para anticiparme a cualquiera de las acciones del resto de jugadores. Menudo estrés.

Tras 15 clases, Nieves me dijo que el problema estaba en mi, y a lo mejor era bueno que parara un mes para resetearme. Como no lo iba a dejar, me dispuse a abrir mi caja de Pandora, y encontrar la clave por muy de perfil que estuviera. Así que, a la desesperada, volví a leer el anexo que me hizo Joan Iturat con mi carta Astral, y vi, que por muy geminis, en el fondo soy niño Aries, que tira recto para conectar dos puntos, pero si se le pone algo por delante que lo obstaculice, se bloquea. ¡Bingo! La de veces que me habrá pasado ese en esta vida. Para colmo, la forma de salir del entuerto era acelerándome, con lo que siempre cometía un error en la secuencia del proceso, que acaba en game over.

Causalidades de la vida, mis amigos Maximo y Minerva me regalaron una sesiṕon de Raw’s flow, con la que consiguieron que el mantra “pensar y actuar desde la calma ante situaciones inesperadas de la vida”, se coló en mi cerebro, y desde ese momento, empecé a actuar de esa manera. En vez de salir huyendo, fui capaz de analizar durante breves segundos qué hacer no solo en el coche, si no, en mi día a día.

Me di cuenta, que me conducía por la vida, más que de inercia, como escribí hace unos meses, me conducía por la vida, de forma recta con mis estrictos valores, pero ante sucesos inesperados, tendía a quitarme de enmedio. A su vez, no es que condujese en el coche y con la moto así, es que, hasta de peatón hacía lo mismo. Así que, me resetee, y hasta con el carrito del supermercado empecé a conducir como si fuera en coche, es decir, no solo los ángulos en ele, si no, a esperar sin hacer nada, sin ocupar mi tiempo, mientras los demás conductores de carritos obstaculizaban el paso entre los viales llenos de comida. Empecé a darme cuenta, que lo de conducir un coche no era para llevarme de A a B lo más rápido posible como la moto, si no, que era una forma de contribuir a la comunidad cocreando espacio sin interferir en el de otros.

Durante las siguiente 5 clases fluir de tal manera, que Nieves se animó a que me presentará al examen de conducir.

¿Conoces a alguien que se haya sacado el examen a la primera? Creo que sirve de toma de contacto, para humanizar a los amables examinadores, y dejar los miedos en casa. En mi caso, suspendida por acumulación de faltas leves.

Entre el primer examen y el segundo apareció Abigail, un ser de luz que me ayudó a recuperar mi confianza perdida en otros estratégicos  ámbitos de mi vida. Así como, atreverme a apuntarme a clases de baile, otro reto que arrastro. ¡Gracias Abi!

“Pero hombre, ¡Qué has hecho! me dijo el examinador, tras activarse en mi inconsciente, una hecho inesperado, ante el que me dió tiempo a analizar qué hacer, pero erré el tiro al activar el modo moto, y pasar por el hueco, entre coches, pasando demasiado cerca de otros coches parados, y no haber ejecutado la maniobra de forma a cámara lenta.

A la tercera va la vencida, esta vez, toda mi atención e intención en el paseo a cámara lenta, respetando los tiempos de la música para vibrar de forma armoniosa con otros conductores y peatones. Para que no saliera el modo moto, e hiciera un tris tras y en mi afán de desaparecer del marrón, la cagara de nuevo. Gracias a todo lo anterior, el modo moto se quedó en el box, el que salió fue el modo conductor habitual, casi no respetar los 20 km/h de una zona de obras me cuesta el exámen por acumulaciṕn de faltas leves.

Moraleja, hace unos días Jon Elejabeitia Jon Elejabeitia me comentaba que nuestra admirada Joaquina Fernández decía que “conducir un coche es conducir en la vida”. Vamos a ello.

Gracias Nieves por tu santa “paz_ciencia”, y tu empática enseñanza para conseguir un tres por uno: el carnet de conducir en coche, conocer la ciudad de Málaga, y conocerme a mí mismo un poco más para conducirme por la presente vida.

GO!

 

 

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