Después de constituirse la primera agrupación local del PSOE en San Bartolomé de Tirajana, la segunda a finales de mayo de 1977 fue la del municipio de Galdar. Eso fue sobre todo gracias al empuje y entusiasmo, del compañero veterano republicano represaliado con presidio por el franquismo José Molino. Pasó a ser el presidente de la agrupación y la secretaria general la ocupó Antonio Rodríguez Guillen, un hombre joven, bonachón y profesor de enseñanza secundaria.
En la campaña electoral de junio del referido año 1977, organizamos un mitin en la Casa de la Cultura, situada en el lateral de la iglesia del pueblo. En nombre del PSOE de Galdar tenía que hablar uno de sus componentes y en buena lógica, tendría que ser el secretario general. Pero éste no estaba muy interesado, pues era tímido y parco en palabras. Si estaba dispuesto a participar el referido presidente, pero por ser una persona con mucho carácter y muy vehemente solía exponer mensajes revanchistas. A diferencia de los demás compañeros veteranos republicanos que, aún vivián en esa época y nos inculcaban a los jóvenes no tener rencor con el pasado, pero eso sí, ser precavidos para que no volviéramos a sufrir lo ocurrido, como se pudo comprobar con el intento de golpe de Estado el 23f de 1981. Afortunadamente no prosperó porque fue una auténtica chapuza, de lo contrario, probablemente estaríamos sufriendo las consecuencias.
El secretario general insular Ángel Luís Sánchez Bolaños y el de organización Fernando Batista Valdivieso, querían que el mitin transcurriera tranquilamente y transmitir a los asistentes un mensaje positivo y así, solicitarles el voto para nuestra candidatura. En consecuencia, eran reticentes a la intervención del mencionado presidente José Molino. Ya había organizado todo con el apoyo del compañero Rodolfo Cazorla, para que el acto comenzara y como teníamos tiempo suficiente, fuimos a una cafetería situada enfrente. Nada más entrar me encontré con Carmelo Padrón. Destacaba por su gran altura, pelo largo, poblada barba y su forma de vestir con una camisa guayabera.
Se dirigía a un grupo de personas y les hablaba del mitin que se iba a celebrar, con comentarios todos a favor del PSOE. Me impactó lo bien que se expresaba y se me ocurrió una idea que, fui a exponérsela al referido secretario general y de organización insulares respectivamente y consistía en que, fuera Carmelo el que interviniera, siempre y cuando estuviera de acuerdo. Les pareció bien esa iniciativa y entonces, hablé con Carmelo y se lo propuse contestándome afirmativamente. Le pregunté si estaría dispuesto a afiliarse al PSOE y me contestó que sí. Al dar esa contestación, Ángel Luís le planteó de si podría presentarlo como afiliado, e igualmente su respuesta fue afirmativa. Con las ideas claras y muy buen orador, su intervención en el mitin fue realmente interesante.
La identificación ideológica entre nosotros como socialistas ortodoxos era total, y hacíamos causa común con los compañeros de esa misma línea en el Comité Regional, del que pasamos a formar parte entre los años 1977-1985. Teníamos mediante debates grandes enfrentamientos con nuestros compañeros socialdemócratas, pero siempre se producían desde el respeto, cordialidad y amistad. Carmelo en sus intervenciones, solía utilizar argumentos sólidos y consistentes. Fue uno de los máximos impulsores cuando en 1980 constituimos Izquierda Socialista en Canarias y representando a la misma, pasó junto con el malogrado y entrañable Ramón Álvareza formar parte del Comité Federal, al ser elegidos mediante la candidatura que presentamos, obteniendo el 52% de los votos en el IV Congreso Regional, celebrado en 1986 en Tenerife.
En mis cerca de 52 años como militante del PSOE he vivido, disfrutando o padeciendo todas sus etapas.La primeradesde el año 1972 hasta finales de los 80 fue realmente entrañable, primaban los valores socialistas entre nosotros de buen compañerismo. Sin embargo y a medida que el PSOE acumulaba poder, se fue desvirtuando en lo ideológico “tirando por la borda” muchos de sus principios y convicciones y con el paso del tiempo y debido a la política dejar de ser vocacional y pasar a profesionalizarse, para obtener los cargos las relaciones entre sus militantes (muchos advenedizos) se deterioraron.
Tenía Carmelo muchas cualidades y virtudes destacando su integridad y honestidad. Lo demostró cuando habiendo sido injustamente acusado de corrupción, por dignidad y para no causarle daño al PSOE, dimitió en 1991 de sus cargos de secretario de organización y diputado regional. Al celebrarse el juicio como se esperaba fue absuelto, aunque ocurrió después de más de trece años en 2004, habiendo sufrido junto a su familia y durante todo ese tiempo un atentico calvario. Asistí al juicio que fue muy emotivo, sobre todo al final, cuando tomando la palabra manifestó que, en contra de su voluntad le cercenaron la forma de vida que llevaba anteriormente, elegida libremente y con la que se sentía plenamente identificado. Durante el homenaje que le organicé, manifestó su predisposición y motivación por retornar a la militancia que tanto le significó. Lo hizo hasta el final de su vida plena y satisfactoriamente.
No se sabe la deriva que hubiera seguido Carmelo, de no haber sido injustamente apartado de la política. Político y hombre honesto donde los hubiera, Carmelo perfectamente por su capacidad, experiencia, compromiso con la Sociedad y sobre todo autoridad moral, pudo haber sido un magnífico presidente del Gobierno de Canarias y con toda probabilidad a las canarias y canarios nos hubiera ido mejor, uniéndonos en torno a un proyecto común de verdad y no retóricamente, ni hipócritamente como suele utilizar Coalición Canaria con la frase de que “somos un sólo pueblo”, para ello estaba convencido de la necesidad de dotarnos de una nueva ley electoral con circunscripción regional o de nacionalidad única.
Como le caracterizó luchó siempre por sus convicciones como ejemplar socialista y profesionalmente, como catedrático en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y en su despacho jurídico, con iniciativas urbanísticas para municipios de Canarias y altruistas asesoramientos a organizaciones ecologistas y plataformas vecinales por sus justos derechos, como los vecinos de Ojos de Garza próximos al Aeropuerto de Gran Canaria, en su contencioso con AENA. Carmelo Padrón Díaz y Ramón Álvarez Braun, serán siempre mis referentes de contemporáneos compañeros en Canarias. Fallecieron el 14 de diciembre de 2017 y 19 de agosto de 2012 respectivamente. Sus legados y recuerdos los llevaré siempre conmigo