A cada día que pasa, el número de personas que dudan de la versión oficial de la pandemia del coronavirus, es cada vez mayor. Como ya di a entender en mi artículo anterior, en la actualidad es mucho mayor el porcentaje de la población que duda de la versión oficial, que el que cree en ella. El negacionismo asintomático, está en auge. La escasa cantidad de personas que continúan inoculándose la mal llamada vacuna contra la COVID-19, es la mayor prueba de ello.
Por esta razón, creo que ha llegado la hora de utilizar el espacio que este periódico me ha cedido para dar a conocer el documental de mi autoría Cronología de un genocidio programado, el cual ya se viralizó en plataformas sin censura como Telegram y Odysee, y ha sido subido a un gran número de plataformas digitales.
Este documental de casi cuatro horas de duración, está dividido en cuatro partes: Origen y confinamiento; Post-confinamiento; La inoculación; y Efectos adversos. La práctica totalidad de su contenido se apoya en testimonios de expertos, así como en los datos, cifras y documentación oficiales, que los políticos y medios de comunicación de casi todos los países del mundo se han afanado por ocultar o manipular para hacernos creer en la existencia y peligrosidad de la pandemia del coronavirus y en la necesidad de la inoculación de las mal llamadas vacunas contra la COVID-19. Y aunque gran parte de lo que relato en este documental ya lo he transcrito y documentado en los artículos de mi autoría publicados en este mismo medio, en el documental Cronología de un genocidio programado encontraréis toda la información bien mascadita y totalmente digerida. Pues una cosa es leer el relato, y otra muy diferente verlo y escucharlo con tus propios ojos y oídos, sin necesitar acudir a ninguna otra parte para comprobar que lo que se te está diciendo es completamente cierto.
Su irrefutable veracidad de este documental, es la circunstancia que ha propiciado el hecho de que, pese a su gran viralización, ninguna “Fact-Checking” del mundo haya osado alzar la voz para denunciar su contenido como desinformación. Tal y como, por cierto, tampoco han hecho para denunciar ninguno de mis artículos aquí en diario16.
La realidad es que las “Fact-Checkings” no se han atrevido a intentar desprestigiar el documental Cronología de un genocidio programado, pese a ser expertas en retorcer verdades para darles la apariencia de bulos; tal y cómo ya demostré en otro documental de mi autoría titulado Vamos a contar mentiras, tralará (del que tampoco hicieron nunca mención alguna). La razón es muy sencilla: el documental les inspira verdadero terror. Saben que, mencionándolo, lo único que conseguirían es darlo a conocer a un público mucho mayor del que ya lo conoce. Tienen miedo de que la gente lo vea, descubra la verdad, y despierte. Y no es para menos, porque Cronología de un genocidio programado no da puntada sin hilo. Durante sus casi cuatro horas de duración, no se realiza una sola afirmación que no esté perfectamente documentada: ni sobre las ridículas cifras de muertos en China que propiciaron el terrorismo mediático y el confinamiento del planeta entero; ni sobre los cientos de miles de ancianos que fueron asesinados en geriátricos para hacernos creer en la existencia de un peligrosísimo virus Sars-Cov2; ni sobre el empleo absolutamente fraudulento de los PCR como herramienta de diagnostico de la enfermedad; ni sobre la ineficacia y letalidad de las mal llamadas vacunas contra la COVID-19.
Encontraréis el documental con toda la documentación adjunta en la descripción del video en este enlace a mi canal secundario en Odysee.
Llegados a este punto, me parece oportuno recordar las palabras que Morfeo le dijo a Neo en la película “Matrix” cuando lo enfrentó a la elección entre la píldora azul y la roja:
“Desafortunadamente, no puedo explicarte lo que es Matrix. Necesitas verla con tus propios ojos. Ésta es tu última oportunidad. Después ya no puedes volverte atrás. Si te tomas la píldora azul, la historia acaba; despertarás en tu cama y creerás que todo fue un sueño. Si te tomas la píldora roja, te quedarás en el país de las Mil Maravillas y te enseñaré a dónde conduce la madriguera del conejo. Pero, recuerda, solo te estoy ofreciendo la verdad; nada más”.
Evidentemente, aquí la píldora azul implica pasar página y olvidarse de todo; la roja, en cambio, implica sumergirse en el documental Cronología de un genocidio programado. La decisión es solo tuya. Solo que en este caso, no es tu última oportunidad. Si no te decides ahora, podrás hacerlo en cualquier otro momento.