Una vez más conmemoramos el 1º de Mayo. Este año las dos grandes centrales sindicales mayoritarias de este país, CCOO y UGT, salen a la calle bajo el lema,
-Por el pleno empleo: menos jornada, mejores salarios.
También la USO sale a la calle este año reivindicando,
-Por el empleo, sin letra pequeña.
Mientras que centrales sindicales nacionalistas como ELA salen a las calles de Bilbao e Iruña, tras una pancarta que reclama,
-Organizar, luchar, ganar.
El otro sindicato nacionalista vasco, LAB, celebra este año su 50 aniversario.
Por el trabajo digno y el no a la guerra se manifestará la Confederación Intersindical Gallega, mientras que CGT apuesta por,
-Recupera tu vida: Por la reducción de la jornada laboral sin pérdida de salario.
La CNT, por su parte, se plantea un compromiso;
-No dejaremos que acaben con todo. Construyamos juntas un mundo mejor.
Podría seguir con las movilizaciones, las pancartas y los lemas de otros tantos sindicatos. Más de 500 son los sindicatos registrados en España y, salvo unos pocos que se registraron para encubrir actividades e intereses particulares de sus fundadores, la gran mayoría de ellos se han constituido para defender intereses generales, o sectoriales, de sus afiliados y afiliadas.
Por eso, aunque vayan a manifestarse bajo muchas pancartas, en lugares muy diferentes, incluso dentro de una misma ciudad, sus lemas insisten en los mismos temas, porque son los problemas y preocupaciones de cualquier persona en cualquier sector.
Los mismos temas que han llevado a los trabajadores y trabajadoras a organizarnos, desde siempre, desde los tiempos de las pirámides, para defender, desde la unidad, la solución a nuestros problemas. Los problemas de un empleo al que le falta mucho para ser considerado pleno empleo, en el que las tasas de paro siguen siendo mucho más elevadas que la media europea.
Unos puestos de trabajo marcados por la precariedad laboral de mujeres, jóvenes y mayores de 55 años. Nuestro país sigue siendo lugar de desigualdades, de injusticias y de pobreza. País de largas jornadas, bajos salarios, pocos derechos reales, por más que sobre el papel se vean reconocidos.
Por eso la gran mayoría de lemas sindicales para este 1º de Mayo, se centran en el pleno empleo, en la reducción de las jornadas laborales, en la mejora de las condiciones de vida y trabajo. En la Paz y en la construcción de un mundo mejor, impidiendo que el capitalismo acabe con todo.
Este año el sindicalismo convocado al 1º de Mayo se ha tenido que enfrentar a la polémica suscitada en torno a una política cada vez más crispada y entregada a la corrupción, las falsas noticias, la instrumentalización de los poderes públicos.
Los sindicatos fueron legalizados en España un 27 de abril de 1977. Aquel 1º de Mayo lo vivimos aún en la clandestinidad. No se había aprobado una Constitución. No se habían suscrito los Pactos de la Moncloa. La Transición era un proceso en marcha en el que aún no estaba nada definido.
Durante casi 50 años no todo ha sido perfecto. Pero la degradación de la vida política a la que asistimos, va siendo insostenible y es ya inaceptable. Va siendo hora de reivindicar, desde las calles, desde las organizaciones, desde cada rincón de la sociedad, que, como decía aquel maravilloso grupo de Os resentidos,
-Estamos en guerra, pero hay que reflexionar.
Porque en un planeta convulso, en unos países atenazados por problemas de todo tipo, que pueden ser irresolubles en un corto plazo de tiempo, no tenemos derecho a tirar por la borda cualquier posibilidad de entendimiento, mientras cultivamos de forma permanente el egoísmo, la maledicencia y el odio que alimentan un impresentable guerracivilismo.
O desde la sociedad, desde el sindicalismo, ponemos orden en nuestra política, o nuestra política va camino de conducirnos al despeñadero.