No descubrimos nada cuando afirmamos que no hay un solo gobierno que nos indique que su gestión es mala, y mucho menos nefasta, siempre indicando que todo va bien mientras vemos que la clase trabajadora se empobrece más cada día que pasa.
Es por ello que vamos a dar a conocer una serie de datos que los diferentes gobiernos, y las oposiciones, ocultan expresamente a la población y es importante que nos vayamos preparando para todo lo que va a venir.
El año 2008 lo recordaremos todos como el inicio de una crisis económica que afectó gravemente a España, pero lo que no nos explican que ese mismo año ya no se podían pagar ni los intereses de la deuda. España desde ese día se ha visto obligada a cubrir los vencimientos de la deuda a base de emitir más deuda hasta llegar al punto de quintuplicarse ( observar la deuda real de España al final de la primera columna, la cual es diferente a la que se publica ya que se acoge al PDE: https://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/a1104.pdf ).
Para que lo entendamos es como si no tuviéramos forma de pagar la cuota de la hipoteca y fuéramos pidiendo préstamos para poder pagarla, pero sin poder pagar tampoco las cuotas de esos préstamos para los que pediríamos más préstamos. En una economía doméstica sabemos que algo así tiene muy mal fin.
En 2012 la UE propuso al Presidente Mariano Rajoy algo muy sensato: “No podéis pagar la deuda, practiquemos un rescate antes de que vaya a mayores”. Pero el PP no quería cargar con el peso de ser el partido que había sido rescatado, motivo por el que se negó y se alió con Italia para conseguir que, por medio de Mario Draghi se empezara a comprar deuda de España e Italia permitiendo que la deuda española tuviera unos tipos de interés muy bajos y con el argumento que eso permitiría a España, e Italia, recuperar la situación en la que se encontraban.
La realidad es que esa deuda se ha multiplicado por cinco desde que no se podía pagar ya que los diferentes gobiernos, tanto de PSOE como de PP, en lugar de intentar amortizar esa deuda, se han dedicado a emitir más deuda para asumir más gastos, y la mayoría no para mejorar la vida de la clase trabajadora.
Podríamos acusar a la UE de colaboracionistas o quizás de ilusos por permitir llegar a esta situación pero la realidad es que la UE tenía previsto el rescate de España entre 2018 y 2019, si bien la indefinición del Brexit no lo permitió. En el caso de una amenaza económica no evaluable, no cuantificable, no es recomendable rescatar a un estado, y como hasta el último día no se supo si sería un Brexit duro o suave, la UE tuvo que aplazar sus intenciones.
Posteriormente llegó el Covid, momento en el que tampoco se podía rescatar a ningún estado, y donde se incrementó aún más la deuda. Hoy ya nos encontramos con la situación de pandemia superada y es momento de preparar a España para el rescate.
Si tiramos de hemeroteca veremos multitud de economistas que han hablado de “ruina”, “rescate”, de España desde 2018, siempre, evidentemente, esperando que “los suyos”, porque los economistas mediáticos tienen dueño político, no gobernaran. Pero hay un caso que es muy llamativo que nos explica parcialmente qué supone un rescate para España.
Se trata del economista Roberto Centeno (VOX) quien nos dice que se tiene que ir al rescate para no hacer la pelota más grande, nos habla de hombres de negro, de fin de las CCAA y que nos tendremos que apretar el cinturón. Pero quisiera desgranar estos comentarios y darles la luz que precisan para que se pueda entender qué quiere decir realmente.
Cuando hablamos de rescate nos acordamos de Grecia, de Portugal, de Irlanda, y la sensación es que allí todo está bien, que no ha pasado nada del otro mundo. Cierto es que en Irlanda lo superaron muy correctamente, en Portugal lo sufrió la población ( solo se tiene que ir a Portugal para palpar que existe mucha pobreza) y donde se pasó muy mal con despidos hasta de funcionarios fue en Grecia, algo que hace tiempo que no se habla de ello.
Cuando se rescata un estado, ese estado debe empezar a amortizar la deuda desde el primer momento, es decir a pagar intereses y parte de la deuda para rebajarla. Eso se suele hacer recortando e incrementando impuestos. ¿Pero cómo se hace con un estado que ha quintuplicado su deuda desde que no podía pagar los intereses?
Exactamente igual solo que se incrementan más los impuestos y se recorta mucho más. Simplemente que subir los impuestos atenta contra el poder adquisitivo de la clase trabajadora en todos los casos, y los recortes, como veremos, también. Es el pueblo quien realmente acaba pagando la mala gestión de unos y otros.
En el caso de España un rescate supone subir los impuestos de una manera realmente importante pero el esfuerzo más importante pasaría a los recortes que serían superiores al presupuesto de Sanidad, Educación y Bienestar de todas las CCAA. Es decir, nos quedaríamos, de forma progresiva, sin sanidad y educación públicas, además de las pobres partidas de bienestar que tienen las diferentes CCAA. Si tenemos en cuenta que las competencias básicas de las CCAA son precisamente Sanidad, Educación y Bienestar, ya no tendrían sentido las CCAA, con lo que daría sentido a lo que comenta el economista Roberto Centeno, simplemente que se ha olvidado de explicar el porqué.
Quizás podemos pensar que no es tan grave quedarse sin sanidad, educación o bienestar, porque hay mutuas, colegios privados, etc. Pero tenemos que ver qué precio tienen en estados donde no hay una cobertura social como la que estamos perdiendo en España. En US contratar una mutua con copago cuesta 550 $ por persona y mes. ¿Cuántos españoles podrían contratar esas mutuas? ¿Qué haríamos con los familiares que precisaran de alguna operación?
Debemos tener en cuenta que una simple apendicitis tiene un coste hasta 19.000 euros, un bypass 55.000 euros. ¿Podemos imaginar qué supondría a nuestras familias tener que pagar esas cantidades?
Ese “ajustarse el cinturón” al que se refiere Roberto Centeno es realmente la ruina progresiva del 90% de la clase media española, algo que ya sucedió en España a finales del siglo XIX donde una población completamente ajena a cómo iba al estado se encontró con que estaba arruinado.
Lo más curioso de todo esto es que tiene varias soluciones, pero debemos analizar si no sería mejor compartir la realidad con la población y que fuera el pueblo quien eligiera realmente qué soluciones se deberían adoptar. Pero estas soluciones las veremos en un próximo artículo.