En el anterior artículo hablábamos de qué implicaría un rescate a España y sus consecuencias sobre la población española pero también dejábamos una ventana abierta a las soluciones porque las hay.
Pero antes de ir a las soluciones debemos entender los términos rescate y default, y entender cuando se producen ya que en caso contrario no lograremos a entender las soluciones existentes.
El default es la imposibilidad de atender los pagos de la deuda.
Ya hemos comentado que España lleva 14 años sin posibilidad de pagar ni los intereses pero emite más deuda, que compra sobre todo el BCE, para cubrir esos vencimientos. Ahora el BCE está disminuyendo sus programas de compra y a partir del 1 de enero de 2024 España no se podrá acoger al programa de compra de deuda llamado TPI ( sí a otros que irán disminuyendo), con lo que España corre el riesgo de que no se compre toda la deuda que emite y no pueda atender a los pagos de la deuda que emite.
En el momento en que se produce un default es cuando aparece aquello llamado rescate que aplica la UE. El rescate no es más que efectuar una inyección para hacerse con la deuda que vende a corto plazo para pagarla a más plazo, eso sí, con la obligación de que el estado empiece a amortizar, es decir a devolver esa deuda. Este caso ya vimos en el artículo anterior qué supondría para la población española.
Dicho esto podemos ir a las dos soluciones existentes, las cuales curiosamente conocen todos los partidos políticos y parece que existe un pacto en una de ellas por tal y como ha evolucionado todo y las declaraciones de líderes de diferentes partidos.
Curiosamente, y en contra de lo que se ha indicado por parte de la mayoría de medios españoles, una independencia pactada de uno o varios territorios de España, implicaría la imposibilidad de que España entrara en situación de default.
Resulta que esos territorios, al pactar su independencia, se quedarían parte de la deuda de España, concretamente la que tendría vencimientos a corto plazo y ese, o esos, territorios, la pagarían a largo plazo sin obligación de tener que amortizar desde el primer día ya que se les considera estados nuevos y solventes, consideración que no tiene un estado que ha entrado en default.
La pregunta es si podrían pagar esa deuda que les correspondería, y la respuesta es sí. Sí porque todo es cuestión de ajustar ingresos y pagos pero debemos ser claros sobre qué territorios realmente podrían hacerlo sin perjudicar su situación actual.
El País vasco y Navarra actualmente tienen un acuerdo fiscal que no solo no les hace aportar a España sino que reciben del estado unos cuantos millones de euros los cuales dejarían de percibir y deberían pagar la deuda que se quedarían de España. Es decir, empeorarían su situación actual.
En cambio Catalunya, Comunidad Valenciana y Baleares tienen un déficit fiscal muy elevado que les permitiría pagar la deuda que les correspondería y encima saldrían ganando ya que la presión sobre estos territorios es realmente excesiva.
Tenemos ya tres territorios que podrían obtener esa independencia y quedarse deuda de España a corto plazo, pero ¿Qué supondría eso para España?.
Como se inició el proceso de independencia en Catalunya, sí que existen estudios al respeto sobre Catalunya y podemos aproximar con la Comunidad valenciana y Baleares.
En el caso de Cataluña, el estado español estaría 2 años sin tener que pagar vencimiento alguno de deuda pudiendo reestructurar, es decir, pasar a más largo plazo, la restante, y por otro lado dejaría de percibir unos 20.000M de euros anuales según los últimos datos correspondientes a 2019, algo que solo precisaría de un cambio fiscal en la Comunidad de Madrid. Sólo con la equiparación fiscal per cápita con la Comunidad valenciana y las mismas coberturas per cápita se compensarían esos 20.000M anuales sin que afectara al resto del estado. En el próximo capítulo hablaremos sobre las balanzas fiscales y toda la manipulación que ha existido en base a ellas por unos y otros.
Evidentemente esta solución no es grata para todos, ni siquiera para muchos catalanes que no son independentistas, pero evita un desastre para los españoles.
He hablado de una segunda opción y de algo que es posible que incluso esté pactado por todo lo que vamos leyendo: El confederalismo.
El confederalismo es una figura diferente al federalismo que implica independencia de una serie de territorios entre sí pero siguen manteniendo relaciones económicas de diferente índole y por lo que podemos ver que está sucediendo en Cataluña y los comentarios de “van a romper España” provenientes de la derecha española, además de que evitar el rescate de España supondría a la UE un ahorro de 350.000M de euros, es muy fácil que veamos esta propuesta después de las elecciones de finales de año.
El confederalismo al implicar independencia del territorio permite hacer lo explicado con la deuda evitando el default, pero también permite que siga existiendo aportación por parte de los territorios confederados.
Lo que no está tan claro es que la sociedad catalana, por ejemplo, acepte ese confederalismo ya que si bien, y lo veremos en el próximo artículo, el maltrato es evidente para Cataluña, Comunidad valenciana y Baleares, debería cambiar mucho el trato para que encima esos territorios tengan que cargar con deuda adicional teniendo en cuenta que ya sin ella se está generando pobreza en la población, pero eso es algo que decidirá la población o los políticos.
Sí que es claro que para evitar el rescate de España existen dos soluciones. Se trata de emplear la más inteligente para todas y todos.