Julián Arroyo Pomeda

El acuerdo PP-VOX en Murcia. ¿Qué significa?

15 de Septiembre de 2023
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Lopez Miras, Murcia

A largo plazo no podemos saberlo, aunque nos imaginamos lo peor. A corto plazo ya han anunciado auténticos disparates y tropelías contra los derechos de la ciudadanía. Si además VOX ha exigido competencias en materia de seguridad ciudadana, se masca la tragedia.

Aún no han formado gobierno y ya han anunciado la supresión de ayudas y subvenciones a sindicatos y empresarios, y la puesta en marcha del llamado pin parental. Vayamos por partes.

Lo que hacen los empresarios con las subvenciones que reciben (bastante más dinero que los sindicatos), honradamente debo decir que no lo sé; pero lo que hacen los sindicatos con las ayudas que reciben sí lo sé: sobrevivir. ¿Cuál es el objetivo? Acabar con los sindicatos ¿Para qué? Para desarmar por completo a los trabajadores y las trabajadoras como si no estuvieran todavía lo suficientemente indefensos. Los sindicatos hacen una labor de representación, información, formación, y defensa de los y las trabajadoras, así como de sus derechos. Así pues, cuando los señores de PP y VOX aniquilan a los sindicatos, lo que están haciendo es atentar contra los derechos fundamentales de los trabajadores y las trabajadoras en sus aspectos más básicos de representación, información, formación y defensa. Pero ¿por qué tanto odio? El odio es necesario para poder reprimir (es difícil reprimir a quien se quiere), y la represión es necesaria para que pueda darse la explotación, y la explotación es imprescindible para vivir por encima de los merecimientos personales, y de las posibilidades del planeta: es decir, como ricos, y por supuesto, a costa de los demás. Son traidores, a España, a los españoles y españolas, y a Dios. Lo que pretenden, explotar a una mayoría para enriquecerse ellos y sus familiares, no solo va contra las leyes fundamentales de España, sino que también va contra lo que todos y todas conocemos como la Ley de Dios. Esto es lo que ha votado la gente. Espero que los votantes de PP y VOX reflexionen sobre lo que han hecho.

El pin parental es la prueba evidente de que, al final, ser de derechas es ser un ignorante con mala leche. La educación moderna no pretende ideologizar a los niños y niñas, sino todo lo contrario: desideologizarlos. No se trata de decirles en clase lo contrario a los que los padres dicen a los niños y las niñas en sus casas, sino dar una información objetiva por parte de profesionales versados en una determinada materia para que los niños y las niñas lleguen a sus propias conclusiones sin injerencias de nadie, ni siquiera de sus padres, porque debo recordar que decir “mi hijo” o “mi hija” es solo una expresión. Los hijos y las hijas no son propiedad de nadie. Y lo que los padres tienen sobre sus hijos e hijas no son derechos, sino obligaciones.

Todas las personas tienen que vivir “su vida” quieran o no quieran. Lo normal, lo lógico, lo natural, es que lo hagan conforme a sus propios parámetros, y conforme a las circunstancias de su tiempo: no conforme a los parámetros culturales de sus padres y a las circunstancias históricas y culturales de sus padres, completamente distintas a la de los hijos e hijas. Pretender vivir la propia vida conforme a las creencias (normalmente equivocadas) de otras personas es un desastre que se descubre como tal demasiado tarde, cuando ya se han pasado las oportunidades. La educación moderna lo que pretende es presentar la realidad de la forma más objetiva posible, con la máxima información posible y entendible, precisamente para que nuestros hijos e hijas puedan vivir la vida con plenitud sin perderse ninguna oportunidad y sin meterse “en ningún lío”. Cuando unos padres pretenden limitar el acceso de sus hijos e hijas al conocimiento científico, o al conocimiento abordado de manera científica, con contraste de hipótesis, basado en datos, con experiencias comprobables, lo que están haciendo es mutilar las posibilidades de desarrollo de sus hijos e hijas y perjudicarles gravemente. Dicho en román paladino: si tú crees en Dios, me parece muy bien, pero no trates de influir en tus hijos e hijas par que ellos y ellas crean en Dios a punta de pistola. Lo que se debe hacer con nuestros hijos e hijas es dejarlos en paz, y aplaudir, defender y apoyar una educación que invite al conocimiento, al diálogo, a la reflexión, y a la libertad personal. No se trata de ideologizar, sino de dar herramientas a nuestros hijos e hijas precisamente para NADIE pueda ideologizarlos, ni siquiera sus padres, que insisto, no tienen ningún derecho sobre ellos y ellas.

Sin embargo, en Murcia, se va a destruir a los sindicatos dejando indefensos a los padres trabajadores y trabajadoras, jodiéndolos, y después, como un “regalo”, se le va a dar a esos mismos padres una herramienta para que jodan a sus hijos e hijas. Eso es lo que hemos votado. Así de mal estamos. Un saludo a todo el mundo.

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