Cada 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer, una fecha muy señalada para el liderazgo femenino en la política actual y por todo lo que conlleva la igualdad de género.
Lograr la equidad en el capítulo de género es uno de los desafíos más importantes en el contexto político y social, para ello la participación de las mujeres en puestos de representación y al frente de organismos públicos o privados es de vital importancia. En los últimos años las mujeres han ejercido su derecho a estar presentes en la primera línea de múltiples gobiernos y con responsabilidad total en aquellas decisiones que involucran dirigir el rumbo de sus países, comunidades o pueblos.
Mujeres líderes que han conquistado sin titubeos cargos en los poderes de cualquier estado, algunos de estos cambios propiciados desde la misma política a través de leyes, reglas y otros condicionantes para asegurar la igualdad y compensación de hombres y mujeres en cualquier equipo político. En el ámbito municipal cada vez son más las mujeres que ofrecen su aportación como alcaldesas, portavoces, concejalas, que más allá del nombre o cargo público, lo que viene a demostrar es el impulso, la fuerza y las ganas por seguir teniendo presencia y protagonismo en un lugar donde hace tan solo unas décadas era un territorio casi exclusivo de varones.
Aún así, es aquí en el terreno político dónde la participación de la mujer sigue teniendo un índice menor de participación, siendo este un altavoz primordial para seguir en el camino de la igualdad en la sociedad moderna, en la balanza entre políticos y políticas.
Y es que estamos ante una demostración más de que la cultura de la discriminación para asumir cargos, gobernantas y candidaturas políticas por parte de la mujer sigue presente en la sociedad del siglo XXI ¿menos que antes? Si, pero todavía sin alcanzar el equilibrio pleno de igualdad y representación pública. El liderazgo político no entiende de sexos, entiende de fortaleza, de confianza y de cercanía, entiende de compromiso y de empatía, de autoridad y de progreso, entiende de gente que resuelva los problemas de nuestro día a día.
Ursula von der Leyen es un buen ejemplo de como se han dado grandes pasos en la política. La presidenta de la comisión europea, cuando elaboró su equipo de gobierno tuvo presente crear una estructura totalmente equilibrada de hombres y mujeres, una organización formada por catorce hombres y trece mujeres, incluida ella. Ursula es la primera mujer que ostenta este cargo, todo un ejemplo de sociedades avanzadas y que no es nada habitual. La política sigue ofreciendo una fotografía muy masculina, es un lugar común y global con escasa presencia femenina en los puestos de liderazgo, pero, a pesar de las dificultades, la mujer política cada vez más es más visible.
Según estudios de la organización ONU MUJERES, en sólo 22 países hay Jefas de Gobierno y Estado, en más de 100 países nunca ha presidido la mujer el país. A este ritmo la igualdad de género al frente de gobiernos o instituciones con capacidad de decisión, no llegará a lograrse hasta dentro de 130 años. Hay una brecha de género en el poder, una brecha muy palpable en la primera línea de las cúpulas políticas donde hay capacidad de decisión.
Tan solo el 21% de quienes llegaron a ocupar en algún momento ministerios fueron mujeres. En estas instituciones de gobierno, en tan solo 14 países, los gabinetes de los respectivos gobiernos alcanzaron el 50% de una representación femenina al frente de estos.
En política local, solo el 36% de los cargos públicos están ocupados por mujeres.
Solo hay que mirar las carteras ministeriales o direcciones generales más comúnmente ocupadas por políticas: igualdad de género, medio ambiente, asuntos de la mujer, juventud, familia, recursos naturales y energía, empleo, trabajo y formación, mayores y discapacidad, asuntos sociales. Me gustaría destacar y hacer una mención especial a Finlandia, el país donde Sanna Marin se convirtió en la primera ministra más joven del mundo y donde 11 de los 18 ministerios están dirigidos por mujeres. ¡todo un logro político!
Claramente todas estas cifras son abrumadoras, aunque marcan un descenso con respecto a los recabados hace un lustro por la misma organización, aunque países como Arabia Saudita, Tailandia, Vietnam y muchos países africanos hacen que la media de presencia femenina en los gobiernos cueste aumentar los porcentajes. Queda mucho trabajo por hacer en vías de lograr una igualdad política en las altas esferas de los partidos, gobiernos y estados democráticos. La batalla en pro de seguir poniendo en valor el liderazgo femenino en política es una cuestión de necesidad y realidad social.
No creo que sea cuestión del 8M o de un solo día para ensalzar y recordar la igualdad de género, es una lucha constante y permanente hasta lograr tener las mismas oportunidades para estar al frente de gobiernos y cargos de verdadera representación y toma de decisiones. Aquí lo que cuenta es la valía humana y personal, la valía en la aportación de soluciones a la ciudadanía. En definitiva, que se pueda optar y escoger a una persona por sus hechos, no por su sexo. En España nunca ha habido una mujer que haya ostentado el cargo de presidenta del Gobierno. Lo mismo ha ocurrido en Italia, Francia. A cambio, en Gran Bretaña quién no recuerda a la llamada “dama de hierro”, Margaret Thatcher. En Alemania la líder democristiana Ángela Merkel es la actual canciller alemana con varios mandatos consecutivos en una Europa que busca, en muchos casos, reflejarse en su gestión de gobierno.
Estos últimos meses la serie de televisión Borgen volvió a la actualidad televisiva en el mundo político, una serie de culto en la política y que ya había sido emitida hacía unos años con menos incidencia y éxito televisivo. He podido ver ambas temporadas donde Birgitte Nyborg, la líder de uno del partido moderado de Bélgica llega al poder asumiendo la jefatura de gobierno.
LÍDERES POLÍTICAS DE ESPAÑA
Francamente creo que en España contamos con grandes políticas en cualquier ubicación del espectro político y en diferentes contextos electorales como puedan ser el gobierno nacional, de una comunidad autónoma o provincia, incluso, en el último municipio del país.
Inés Arrimadas, ganadora de las elecciones en Cataluña: una oradora brillante y gran parlamentaria del partido ciudadanos. Ninguna mujer anteriormente había ganado las elecciones en esa comunidad convirtiéndose en un icono del constitucionalismo.
En Irene Montero encontramos una mujer que controla y domina perfectamente los medios de comunicación. Joven, excelente oradora también y que, aunque lleve pocos años en la proa política, ha dejado clara su capacidad de liderazgo y trabajo con un mensaje directo y fácil de entender. No hay más que recordar su posición fuerte en la arena pública cuando Pablo Iglesias estuvo de baja por paternidad.
En el partido popular, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la comunidad de Madrid, ha sabido posicionar su marca personal como oposición al gobierno nacional del partido socialista. Un liderazgo desde la espontaneidad en muchas ocasiones pero que sabe controlar el mundo del periodismo como nadie y, que tiene en la naturalidad, una de sus grandes alidadas en una comunicación de gobierno y confrontación que la lleva a diario a la actualidad política.
De manera más reciente aparece Rocío Monasterio, actual presidenta de VOX en Madrid, con un liderazgo político contundente y muy fiel a las políticas sociales de VOX, también Macarena Olona de la que muchos hablan como “amenaza” al liderazgo de Santiago Abascal. La actual secretaria general del grupo parlamentario de VOX en el congreso de los diputados, es además abogada del estado.
El PSOE siempre ha sido cuna de grandes políticas, líderes mujeres con grandes dotes de liderazgo. En la actualidad tenemos a una Carmen Calvo, vicepresidenta primera y ministra de presidencia del gobierno de España, una mujer con un mensaje tranquilo, con una amplia experiencia política y que llegó a ser Ministra de cultura con Rodríguez Zapatero. El partido socialista tiene o ha tenido otras muchas mujeres encabezando instituciones públicas o proyectos socialistas como Margarita Robes, Meritxell Batet, Carme Chacón, María Jesús Montero, Susana Díaz. Todas ellas ostentan una amplísima experiencia y carrera política.
A nivel internacional los casos de éxito como Alexandria Ocassio-Cortez, Kamala Harris, Hillary Clinton, Michelle Obama, son también ejemplos de cómo la mujer sigue abriendo puertas no solo en la política estadounidense, sino que traspasa fronteras de recorrido mundial.
De manera más cercana me encuentro con grandes mujeres, mujeres valientes, mujeres al frente de muchos proyectos en la política: Jennifer Miranda, Olivia Delgado, Josefa Mesa, Bella Canales, María Burrel, Natalia Santos, María Eugenia Limón, Carme Hernández Ferrer, Syra Senra, Pepa Bayo, Belén Castillo, Carmen Dolores Velasco, Eva Ramos, María Teresa Rodríguez,
A todas las mujeres que de alguna manera dedican su tiempo a la política quiero hoy dedicar este artículo, no solo el 8 de marzo, todos los días.