Nuria Suárez Hernández

Empobrecimiento, angustia, enfado

21 de Junio de 2024
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Pobreza

Según el informe hecho público por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (European Anti-Poverty Network, EAPN en inglés) en España hay casi 12,7 millones de personas en riesgo de pobreza y casi la mitad de la población (el 48,7%) tiene dificultades para llegar a fin de mes.

Además de estos datos demoledores, el informe -del que recomiendo su lectura- da una serie de números concretos que esclarecen los rasgos y aristas que caracterizan la situación de empobrecimiento que vivimos. Voy a citar sólo dos de ellos. Por una parte, el impacto social de los alquileres. En 2023 la tasa de pobreza entre quienes vivían de alquiler a precio de mercado fue el doble de quienes disponían de una vivienda en propiedad. El segundo dato es con respecto al paro juvenil. Supone un 21,4 %, frente al 12,2% de paro en la población total. La EAPN recalca que esta situación afecta a más de 1,5 millones de jóvenes.

Esta red tiene un objetivo que explicita en la introducción del informe: “Situar la pobreza y la exclusión social en el centro de los debates políticos de la Unión Europea”. No puedo estar más de acuerdo. Es más, creo que debería ser el tema principal del debate político, debería ocupar más de la mitad de los informativos, de las noticias y las columnas de opinión. Sin embargo, en la campaña política de las elecciones europeas no ha sido así. La amnistía, la corrupción y la ultraderecha han ocupado el tablero, tapando los problemas que afectan cada día y cada hora a la mayoría.

El empobrecimiento de la población es el caldo de cultivo en el que crecen alternativas como VOX y SALF. Esta ha sido una de las ideas en las que Recortes Cero, aunque no hemos tenido buenos resultados, hemos querido incidir estas semanas y vamos a seguir haciéndolo.

Pero yo hoy diría algo más, no es sólo el empobrecimiento y la desigualdad, es también la angustia y el enfado. Angustia porque vamos tomando conciencia de que no vivimos una crisis temporal, sino progresiva. Va tomando formas diferentes, antes recortes y ahora subida de precios. Pero el resultado es el mismo, nuestros bolsillos cada vez están más vacíos. Y enfado porque mientras casi la mitad de la población llega con dificultad a fin de mes, los bancos y los grandes monopolios anuncian una y otra vez que baten récords de beneficio. Y todo ello “aderezado” con casos de corrupción y sueldos privilegiados por encima de 13.000 euros al mes totalmente insostenibles moral y económicamente.

Empobrecimiento, angustia, enfado. Este es el cóctel del que se alimentan VOX y Alvise. Para frenar su avance es imprescindible una política de redistribución de la riqueza que cree empleo de calidad y mejora de las condiciones de vida, trabajo y futuro para la mayoría. Y cuando digo mayoría hablo de trabajadores, trabajadoras y pensionistas, pero también de pequeñas y medianas empresas y de autónomos -que son un motor fundamental de nuestra economía-, y muy especialmente de nuestros jóvenes profesionales y estudiantes.

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