-Todo eso de la Igualdad, no es tan sencillo (…) Cuestiona estas cosas. Tienes que ver todo. Aquí se trata de libros, pero también de mi trabajo. Tengo dos negros conmigo, a los que contrataron, pese a que dos blancos tuvieron mejores puntuaciones en las pruebas. ¿Tiene lógica? Claro, ahora todo es Igualdad. Pero hay dos tipos que son responsables de mi vida, e inferiores a los otros. Los contrataron por ser negros, no porque eran los mejores.
-Eso está mal.
-¿Así es este país? No. Aquí el mejor se lleva el trabajo. Das todo de ti y te contratan. Estas tonterías de ayuda a las minorías… No sé qué será eso. Hay una especie de complot secreto, o algo así, que está pasando. ¿Me entiendes?
-Yo… Yo no lo veía desde ese punto de vista.
(‘American History X’ – Análisis de la película)
-Sí, si quieres hablar de estadísticas criminales, tal vez quieras ver las inequidades sociales que las producen. Sí, sí sabes qué es eso, eso es exactamente lo que odio, porque lo que estás haciendo es tomar una cosa llamada diferente y, con eso, aligerar la responsabilidad que estas personas tienen por sus acciones. Es como decir ‘no es un disturbio, es rabia’, ‘no es un crimen, es pobreza’; es una tontería, es basura, es exactamente lo que sucedió en este juicio, porque los medios tergiversaron las cosas, así que las personas se enfocaron en ellas. Estos policías no fueron o no iban a ser condenados, y los derechos civiles fueron violados.
(‘American History X’ – Escena 23)
La llegada de Pedro Sánchez al poder ha traído cambios, unos mejores que otros, según se miren. Porque algo que hemos aprendido, o que todavía seguimos descubriendo, es que no es lo mismo lo que se verbaliza que lo que se imparte; las palabras no son lo mismo que los hechos. En Comunicación es casi tan importante (o más) lo que no se dice frente a lo que sí se expresa. Lo mismo ocurre con el lenguaje no verbal, los gestos. Una muletilla e, incluso, un marcador discursivo, puede proporcionar pistas sobre la actitud y la intención del hablante. Por ejemplo, una persona que utiliza frecuentemente la coletilla "en realidad" podría estar tratando de enfatizar la veracidad de lo que está diciendo. Mientras que alguien que usa constantemente el marcador discursivo "es decir", podría estar buscando aclarar o reformular una idea anterior. En este artículo no vamos a hablar de ingeniería lingüística, pero sí del último grito del pueblo europeo.
El Periodismo se caracteriza por la chispa del ingenio que engancha desde la primera frase, por su agresividad en cuanto a ser directo se refiere, por contar lo que silencian las organizaciones, por dar ejemplo de ética y moralidad y, sobre todo, por su condición apolítica. Hoy en día es un animal mitológico que se mantiene vivo entre las sombras, oculto desde un fino velo que debe garantizar el anonimato de quien se pronuncia a través de su posición disidente. Late entre los rincones de Internet, pues no se le pueden poner puertas al campo. Y el campo, como tal, esconde tantas maravillas como trampas.
Desde lo profesional, para quienes me pregunten, diré que la responsabilidad ante los bulos es un acto bidireccional: el comunicador -que no periodista- debe ser comedido y corregir lo que esté mal, sea antes, durante o después de la emisión de un dato -seamos benévolos: errar es humano, de ahí el uso de estructuras lingüísticas que inspiren prudencia, por poner un ejemplo-. Pero el receptor de la información también tiene la responsabilidad de verificar la veracidad de lo que reciben, fijándose en la fuente y evitando caer en falacias y demagogias. Algo que no se enseña ni en las mejores escuelas: ah, la Carrera de la Vida. Dejamos este mundo con muchas asignaturas pendientes.
Centrémonos en ese último grito de Europa.
Las estadísticas son alarmantes, dicen los medios, ya que “reina la ultraderecha”. Los Derechos Humanos están en peligro, todo es odio y resquemor -afirman- y se preguntan por qué sucede esto. Vayamos más allá de la política, de las definiciones básicas y de esa teoría tan bien ajustada en nuestro inconsciente.
RECOMENDADO: La nueva generación de líderes mundiales
Muchos ciudadanos europeos han manifestado su decepción con los partidos tradicionales, y perciben que no están abordando adecuadamente sus preocupaciones y necesidades. No podemos mencionar todos y cada uno de los factores que competen dicho descontento, pues en el fondo todo es una concatenación de sucesos que han dado como respuesta el grito en pro de las medidas tildadas de “ultraderecha”. Pero sí hay algo en común que recorre toda Europa: el incremento del índice criminalístico. Crímenes que deben ser sufridos y encajados en silencio.
¿Quién es el débil ahora?
La mayoría europea responderá a esta pregunta: la sociedad que se autodestruye. La que hace que su identidad se pierda. La que comercializa con las emociones y necesidades humanas. La que necesita poner etiqueta a todo, mientras incide en que eso es discriminatorio. La que se contradice con la excusa de la moralidad. La que falla en burocracia, carece de transparencia y pierde el control sobre los países miembros. En Reino Unido, sin ir más lejos, la población blanca ya es minoría: “En los años transcurridos entre los dos últimos censos ha habido un importante cambio cultural en Londres, particularmente en los municipios exteriores. Algunos británicos blancos se mudaron porque su vecindario se transformó culturalmente, los salones de té y restaurantes fueron reemplazados por puestos de pollos para llevar y supermercados halal. Otros encontraron nuevas oportunidades y prosperaron con el auge inmobiliario” escriben en BBC.
España lleva el mismo camino. Hace unos días, Iker Jiménez expuso en su programa que España ya era el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de inmigración: “En el primer trimestre de 2024 ya hemos superado los 9 millones”. ¿Influye en nosotros? Que le pregunten a Alejandro Nolasco (vicepresidente de Aragón) que rompió públicamente un folleto del Ramadán y exigió al Gobierno dejar de otorgar la nacionalidad a musulmanes: "El Islam va en contra del progreso de la igualdad y de la libertad", aseveró.
Un tema que, según otros, debe reformularse dado que es “demagogia ideológica”; el nuevo periodismo incide en que no se debe mencionar la nacionalidad de los agresores porque el origen nacional de una persona no tiene relación directa con su comportamiento criminal. Un “nuevo periodismo” que, si me lo permiten, para mí no tiene nada de nuevo. Y si no, siempre podemos releer a George Orwell.
Continuando con esa argumentación, subrayan que el periodista se debe enfocar en los actos violentos en sí y en las medidas que se deben tomar para prevenir y abordar la violencia. Destacar la nacionalidad de los agresores -argumentan- puede llevar a estigmatizar a ciertos grupos étnicos o a fomentar prejuicios y discriminación. Es importante tratar a cada individuo como un caso único y no hacer generalizaciones basadas en su origen nacional, dicen. Pero les contaré, amigos, que cuando yo di mis primeros pasos en la investigación, decir la nacionalidad de los agresores sí era relevante -en determinados contextos, sobre todo-, ya que proporcionaba información adicional sobre su origen o filiación cultural. Esta información puede ser importante para comprender mejor el trasfondo y motivaciones de los agresores, así como para identificar posibles patrones de comportamiento o tendencias en ciertos grupos sociales. ¿Este argumento “de primero de periodismo”, sigue pareciendo radical, o más bien es un detalle que dota de mayor objetividad a un caso? Querer deshacer el proceso lógico de una investigación sí es demagogia ideológica.
También debo remarcar cuán importante es recordar que la nacionalidad de los agresores no define ni justifica su comportamiento violento; la nacionalidad de los agresores también puede tener implicaciones en términos de legislación, políticas públicas y relaciones diplomáticas.
En 2003 se llamaba “Militancia Periodística” al pacto que hicieron PP y PSOE de ocultar la nacionalidad de los delincuentes en los medios de comunicación.
Ya es imposible hablar de inmigración en sí (gracias a sistemas como “el coladero de la Ley de Memoria”), al igual que hablar del sexo femenino es introducirse en un campo de minas. Inolvidable cómo Joaquín Prat rebatió a la militar transgénero que consiguió que le declarasen mujer pese a no cambiarse su nombre ni su aspecto físico original gracias a la ley trans:
«Yo soy mujer», respondía Francisco Javier. «¿Porque lo pone en tu DNI?», repreguntaba el presentador. «Bueno porque yo me siento mujer. Y al sentirme mujer la ley me ha permitido realizar ese cambio, pero que conste que yo intenté hacerlo antes», dijo la soldado. (‘El Televisero’, vía Roberto Jiménez)
INYECTANDO DINERO A LA PROPAGANDA COMO MEDIDA DE TRANSPARENCIA Y DIÁLOGO
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto implementar un límite en la financiación pública para los medios de comunicación con el objetivo de promover la transparencia y evitar la difusión de desinformación. Seguramente se trata de la misma transparencia que se exigió e impuso hace unos años durante la crisis del COVID, y que castigó a quienes éramos críticos con las medidas de prevención o las vacunas. Maravilloso.
Estas medidas orwellianas son el aperitivo de lo que nos espera. El siguiente movimiento de nuestro gobierno ha sido el de aprobar una partida adicional de 44 millones de euros para activar 21 nuevas campañas de publicidad institucional este año. Estas campañas abarcarán diversos temas de interés para la ciudadanía, como la salud, la educación, el medio ambiente, entre otros. Sánchez ha adelantado que se espera un año récord en cuanto a la inversión en publicidad institucional para el año 2025, con el objetivo “de seguir promoviendo la transparencia y la comunicación con los ciudadanos”. Un Ministerio de la Verdad disfrazado de Progreso, donde la ministra de Migraciones, Elma Saiz, dice que “todo eso de enviar aviones llenos de inmigrantes a la Península ‘es un bulo’. Pues bien” dice Rubén Pulido, expliquemos a la sociedad española en qué consiste ese ‘bulo’. Y de paso, Sra. Saiz, se entera usted de lo que sucede en su ministerio”.
Internet estalló.
La respuesta de los autóctonos no se ha hecho de esperar. Tenemos los casos más recientes, como las zonas de Algeciras y Canarias, que rechazan profundamente la construcción de CETIS, y que se irguen ante la inmigración masiva y descontrolada, sí: esa que pasa desapercibida ante los ojos de las fuerzas de Seguridad aunque haya tal presión que se haya decretado oficialmente una emergencia social.
“Nuestro compañero Paco acudió a la manifestación de Gran Canaria contra la inmigración masiva. Esto fue lo que pudo ver y grabar. Al menos en Las Palmas de GC, la organización fue patética y a favor de la Agenda 2030. No olvidemos que ahora el teatrillo político está escenificando la necesidad de la Reforma de la Ley de Extranjería, una reforma que no será para bien. Les viene muy bien una exhibición pública de pueblo herido -herido, pero no mucho-. La gente que asistía no se dejó engañar y tomaron acción por su cuenta, comenzando una manifestación espontánea que llegó desde la Isleta hasta la sede del Gobierno de Canarias. ¡Bien por la gente!” declara ‘CanariasDespiertayUnida’ en su canal de Telegram.
Asimismo, facilita también un discurso de Suella Braverman (ministra del Interior del Reino Unido e hija de inmigrantes llegados a UK en 1960) que explica cómo “la inmigración descontrolada, la integración inadecuada y el equivocado dogma del multiculturalismo, han demostrado una combinación tóxica para Europa durante las últimas décadas”: “No soy la primera en destacar esto. En 2010, Ángela Merkel dijo que el multiculturalismo había fallado. Y luego, el presidente francés Nicolás Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, hicieron declaraciones similares. No ha cambiado mucho desde entonces. El multiculturalismo ha fallado porque ha permitido que la gente venga a nuestra sociedad y viva vidas paralelas en ella. En casos extremos, persiguen vidas destinadas a derrumbar la estabilidad y amenazar la seguridad de nuestra sociedad. Estamos viviendo con las consecuencias de ese fracaso hoy. Se puede ver en las calles de toda Europa, desde Malmoe a París o a Bruselas”.
Enlace al post original.
UN PASAPORTE PARA RIDICULIZARNOS A TODOS
Y como no podría ser de otra manera, el aumento de agresiones sexuales también es algo que ha preocupado enormemente a los europeos. No se sabe qué pasa, exponen muchos medios. Quizá sea por el cambio climático, que agrava la violencia contra las mujeres, tal y como defienden estudios como estos. O puede que haya una mayor concienciación y denuncia, aunque muchos de los agresores tengan que limitarse a hacer un cursillo feminista como sentencia.
A lo largo de los años se ha buscado un culpable: primero tocó a los videojuegos, ahora es al consumo de pornografía. Sin embargo, y mirándolo más de cerca para no faltar a la verdad, la relación entre el consumo de pornografía y la violencia de género es un tema controvertido y complejo. Es cierto que algunos estudios sugieren que existe una correlación entre ambas cosas, pero otros señalan que dicho consumo no necesariamente conduce a ello, y que la mayoría de las personas que disfrutan de la pornografía no tienen comportamientos violentos. Por el momento, y en la misma línea que los argumentos de la Ideología de Género, la VioGen es un problema multifacético que tiene raíces en la desigualdad de género, la cultura de la violación, la socialización de género y otros factores, sin obviar que el consumo de pornografía puede influir en las actitudes y creencias de las personas sobre el sexo, las relaciones y la violencia [sexual].
Respecto a esto último, ¿cómo de expuestos a ello se encuentran las nuevas generaciones? La pornografía se da en todas partes: Internet, algunas películas, anuncios como Nocilla (la marca aseguró que la asociación del Satisfyer con Nocilla tenía como objetivo transmitir la misma sensación de placer y satisfacción que se experimenta al disfrutar de su crema de cacao y avellanas. Si bien algunos consumidores se mostraron sorprendidos e incluso escandalizados por la elección del juguete sexual en el anuncio, otros lo celebraron como una forma de romper tabúes y normalizar la sexualidad en la publicidad… ¿Aunque sea haciendo uso de menores de edad y en horario infantil? Pasemos por alto la, digamos benévola burla, hacia la tercera edad, como si no supiesen lo que es un vibrador), carteles que publicitan en las calles la Marcha del Orgullo (con copas, tacones y condones) sin hablar de la desnudez y disfraces sexuales de BDSM que circulan por las avenidas a plena luz del día, charlas de educación sexual infantil catalogadas como corrupción de menores, las noticias de políticos que se graban practicando coprofagia y lo difunden por todo tipo de plataformas…
¿Qué será lo que cause semejante incremento de violaciones o agresiones a mujeres? El debate está servido.
Homicidios VioGen. Agresores según nacionalidad, por millón. Fuente: ‘Cuarto Milenio’.
Mientras tanto, nuestros expertos han tomado medidas: se ha decidido crear un pasaporte para adultos, o como ya lo llaman en Internet, un ‘PajaPorte’. Una especie de idea para implementar algún tipo de identificación o verificación para acceder a contenido pornográfico en línea. Esta sugerencia ha sido propuesta en varios lugares como una forma de proteger a los menores de edad del acceso a contenido inapropiado. Esto, ¿qué implica? Implica la recopilación y almacenamiento de datos muy sensibles sobre los hábitos de navegación de los individuos.
Ya venimos escarmentados, pues no tenemos más que echar un vistazo atrás a la Historia. Sí, sí, esa que, de no aprenderla, nos condenará a repetirla: este tipo de control podría ser el comienzo de una mayor regulación sobre lo que los individuos pueden o no pueden ver en Internet. Los gobiernos y empresas podrían monitorear y registrar qué tipos de contenido ven los usuarios. Pero aún hay más: la recopilación de información sobre el acceso a contenido pornográfico requiere una protección extrema contra el hackeo y el uso indebido. Si estos datos fueran comprometidos, las consecuencias para los individuos podrían ser devastadoras, incluyendo la exposición pública de sus preferencias sexuales. Sí, la protección de los menores de edad es una prioridad, pero las soluciones deben equilibrarse cuidadosamente con la protección de las libertades individuales y la privacidad. Además, hay un detalle curioso: las restricciones impuestas por el Gobierno no afectarán a las páginas web alojadas fuera de España. Esto significa que la aplicación en cuestión será cuasi inútil, ya que gran parte del tráfico de Internet en España, se dirige a sitios extranjeros. Y no, no son sólo 30 accesos al mes: los adultos podrán acceder a tantas páginas web pornográficas como deseen y ver todos los vídeos que quieran, sin límite de acceso mensual. La aplicación utilizada para verificar la edad de los usuarios cuenta con 30 tarjetas anónimas que demuestran a la plataforma que el usuario es mayor de edad. Cada tarjeta puede ser utilizada hasta diez veces en cada sitio diferente para evitar el perfilamiento del usuario. Además, no se utiliza la misma credencial en sitios distintos para evitar la vinculación entre ellos, dicen. Pero eso no significa que el Gobierno no sepa qué vemos y cómo: siguen sin explicarnos dónde se van a almacenar los documentos personales a partir de los que se generan las credenciales. De hecho, “la Cartera Digital es como las que ya se usan en muchos móviles para guardar entradas de cine o billetes de avión (wallet), y servirá para muchos trámites distintos, es decir, emitirá tarjetas que confirmen la edad, pero también el carné de conducir, el certificado de empadronamiento, el DNI, datos fiscales, titulaciones y hasta la ‘ausencia de antecedentes por delitos sexuales’, según detalla el Gobierno. Pero si se pone en marcha en septiembre únicamente para verificar la mayoría de edad en webs para adultos, es razonable pensar que se descarga con ese fin”.
Es razonable… Pero, insistimos: siguen sin aclarar nada.
El uso de un ciberpasaporte puede facilitar el seguimiento de los comportamientos en línea de los usuarios, lo que podría ser explotado por gobiernos o empresas para vigilancia y control, afectando la privacidad personal. Por otro lado, tener que identificarse para acceder a contenido adulto puede llevar a la estigmatización y discriminación de los individuos que consumen este tipo de contenido, afectando su reputación y relaciones personales.
Pero, ¿y si las webs españolas no están listas para sellar esas tarjetas digitales? Que no entrarán en la lista blanca de ciberespacios para adultos permitidos en nuestro país. En caso de no adaptarse, las empresas se enfrentarán a bloqueos. Las operadoras (Vodafone, Orange y Telefónica) han expresado su deseo de no tener que llevar a cabo esta acción. El Gobierno ha buscado la colaboración de toda la industria tecnológica en su proyecto, manteniendo reuniones con operadoras y gigantes tecnológicos como Apple, Google, Meta y Microsoft, cuyos sistemas operativos, dispositivos y aplicaciones son fundamentales. Mientras tanto, la gente ya ha aprendido lo que es una VPN cuando Telegram amenazaba con ser cerrado, y redes como X se llenan de bots que ofrecen “sus desnudos en su perfil” cuando se le antoja al algoritmo.
¡Un plan sin fisuras!