- Entendemos por laicidad un principio que establece la separación entre la sociedad civil y la religiosa. Se trataría de establecer un régimen social de convivencia, en el que las instituciones políticas están legitimadas por la soberanía popular y no por elementos religiosos. Con ello se pretende un orden político que esté al servicio de los ciudadanos, en su condición de tales y no de sus identidades étnicas, nacionales, religiosas, etc.
El sábado 23 de marzo se celebró en Córdoba una Jornada organizada por Europa Laica que llevaba el título genérico de “Laicismo y Democracia”.Resulta paradigmático que tras más de cuarenta años de democracia en nuestro país sea necesario que una organización como Europa Laica nos recuerde la necesidad de la laicidad como un pilar imprescindible a la hora de construir un Estado Democrático.Las razones de esta necesidad están en el desconocimiento, cuando no tergiversación intencionada, del significado de los términos y objetivos relacionados con la laicidad.Es frecuente encontrarnos con la opinión de que la laicidad significa estar en contra de lo religioso en general y de la iglesia, en nuestro caso la católica, en particular. Este mensaje formó parte de la propaganda de la dictadura franquista y el régimen teocrático que se impuso durante los cuarenta años de su existencia. No olvidemos que “el caudillo Franco” según la narrativa de la época llegó a la jefatura del Estado “por la gracia de Dios”, y no por un golpe de estado contra un gobierno elegido democráticamente y que provocó una guerra civil con más de medio millón de muertos. Durante este periodo de nuestra historia la simbiosis Iglesia-Estado alcanzó tal intensidad que resultaba difícil discernir donde terminaba una y empezaba otro.Esta situación se ha seguido de otros más de cuarenta años en democracia en los que instituciones y representantes políticos, de todos los colores, han soslayado esta cuestión de manera que hemos vivido, y seguimos viviendo, en un estado definido como aconfesional en la Constitución, pero que en la realidad es “criptoconfesional”, cuando no explícitamente clerical, ya que los tentáculos de la iglesia católica siguen penetrando en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el Estado.Por ello se impone la necesidad de realizar una labor pedagógica al respecto, aclarando conceptos y objetivos.Aunque en otros idiomas, como el francés, laicidad y laicismo se utilizan indistintamente por entender que son sinónimos, en nuestra lengua castellana, tan rica en matices, resulta conveniente hacer una distinción:
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