Gonzalo Oses

Mente arbórea en calma

06 de Junio de 2024
Guardar
Mente arbórea en calma Gonzalo Osés

¡Por fin! Mi alma y mi ente surcan en paz el océano de la vida. Saludando a los mansos icebergs que otean en nuestra travesía. Al inicio de nuestra 7x7 vuelta al sol. Entre el Venus Start Point y la luna nueva. ¿Hay mejor regalo que el presente en paz interior?

 "CDMYPPCS" ha sido la mano, que me ayuda a sostener y enraizar mi pensamiento arbóreo en mi ser. Así, en cuanto acabe su primera lectura, levanté, y me senté en el techo de la locomotora del tren de los hermanos Marx, y al grito de ¡más normas normopensantes! ¡Que es la guerra! Tiré a la caldera de mi cerebro el tocho de “cómo focalizar para tener éxito”. Conforme las opresivas lamas de los vagones se iban convirtiendo en energía, mi cerebro ganaba velocidad y  libertad.

 A las horas vislumbre, el fin de la vía, debido a un  abismo provocado por una cascada de un kilómetro de profundidad. Analizando mil veces por segundo cada posibilidad cual doble cuántico, la decisión unánime, fue “aaaa juuuugaaaarrrrrrrr”, y allá que me fui… A la autoescuela a apuntarme para sacarme el carnet de coche, para acompañar al de moto que tengo desde hace 3 décadas. Lo mejor, fue cuando le dije al de la autoescuela, que era hiperactivo, y que el de moto no me lo saque a la primera. Su respuesta fue “bienvenido al club”.

Ahora, da mucha tranquilidad saber que no somos iguales, si no, diversos, que mi pensamiento arborescente, crea un mensaje que la mayoría de la personas lo perciben distorsionado, y las pocas personas que se atreven a romper los incómodos silencios, sus feedbacks me revelan sus formas de ser y estructurarse, más que críticas a mi persona. Lo cual, en vez de generarme frustración, me crea curiosidad y alegría al entablar conversación con alienígenas normopensantes. De hecho, un amigo que me conoce desde niño, me dijo que ahora, mi voz resuena alegría.

Mientras creo mapas mentales para extraer la esencia del Curso de mecánica y pilotaje para cerebros supereficientes" de Christel Petitcollin, desbloqueo el recuerdo de aquel folio por las dos caras que sintetice un trimestre de “Historia del Arte” cuando estudié diseño industrial en IED. Espero que el genial profe Javier Olivares, no se mosquee si desvelo que ese esquema se lo pase a la otra clase para que aprobaran, a través del chat de hotmail “Dispersos”. Esa necesidad de ayudar a los demás para ser aceptado y  valorado, me lleva a preguntarme, si era una predisposición mía a ser manipulado, ya que los supereficientes somos carne de manipulación y de abuso (doy fe), como explica Christell.

A pesar de vivir entre alienígenas, como arborescente, amo nacer cada día, y con alegría, hiperactividad e idealismo encaro los retos que surgen cada día, tanto dentro como fuera de mi ente.

Por último, puede que ni la portada, ni el titulo normapensantes, te llamen la atención, e incluso, al empezar a leer, te digas, que no eres tan rar@ como los pacientes que describe, Christell, pero a mitad de libro, se te empiezan a desbloquear experiencias que tuviste hace décadas, y creáis olvidadas, en la fiesta de disfraces que es convivir con los normapensantes. Ahí, es cuando caes en la cuenta, que quizaś eres un@ de los nuestr@s.

PD: Me siento más identificado describiendome como arbóreo, que como supereficiente, aunque sea así una de las traducciones a los normapensantes. 

GO!

Lo + leído