Había llegado a Londres en mayo de 1968 y regresé a Canarias a principio de septiembre de 1976, después de recibir en enero de este año una circular conjunta del PSOE y la UGT, que nos solicitaba e instaba hacerlo a los militantes que residíamos en el exterior, pues aquí en nuestro país era necesario desplegar nuestra militancia para en muchos casos y en determinados territorios crear ambas organizaciones y en todos, organizarlas, impulsarlas y darles contenido.
El primero en regresar fue Manuel Bonmati a Sevilla, en ese mismo mes de enero. En marzo lo hizo Carmen Rodríguez la hija de Máximo Rodríguez a Madrid. Yo regresé un poco más tarde porque me había comprometido previamente en organizar unas secciones sindicales en centros hoteleros del Centro de Londres. Lo hice a Gran Canaria y nada más llegar trataba de localizar las sedes de ambas organizaciones. Al principio no tenía éxito en mi empeño, debido a que las personas de mi entorno desconocían de su existencia.
Pero una tarde casualmente leyendo un periódico local vespertino, vi una pequeña nota que anunciaba la inauguración de la primera agrupación local socialista y su correspondiente Casa del Pueblo, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana y más concretamente en el Edifico Mercurio de Playa del Inglés. Salió esa noticia debido a la importancia de que en ese acto participaría el ministro alemán de Investigación y Tecnología Hans Mathoffer, que disponía de un bungalow en la cercana Playa de San Agustín, donde solía pasar con su mujer Traute algunas temporadas durante el invierno e informaba, de quien estaba al frente de la organización era el abogado gallego Francisco Crusat López. Inmediatamente fui a las páginas amarillas de Telefónica de aquel entonces y con esa información, localicé su número de teléfono. Le llamé de inmediato y me contestó y sobre la marcha le di mis datos y de que había regresado de Londres para incorporarme al PSOE y la UGT.
Me facilitó su dirección precisamente cerca de la de Hans Mathoffer y me emplazo a reunirme con él, al día siguiente en su domicilio para ir juntos al acto. Así lo hice con mi hermano Manolo que me acompañaba. Cuando llegamos a la calle que me había indicado, aparcamos al comienzo de la misma y empezamos a buscar su domicilio. Recuerdo que caminábamos cuesta arriba, cuando en sentido contrario bajaban una señora mayor, otra más joven y dos niños de corta edad. Lo hacían hablando gallego y me imaginé que podrían conocer a Paco Crusat. Les saludé y me dirigí a la más joven preguntándole por él. Por supuesto, me identifiqué e informé para que era el motivo de la referida pregunta.
En principio me miró y contestó algo desconfiada, diciéndome que nos esperáramos un momento pues tenía que hacer una consulta. Cosa muy lógica pues era la nefasta y terrible época de los tantos atentados terroristas cometidos por la banda terrorista ETA. Al darme esa respuesta pensé que lo más probable tenía alguna relación con él. Esperamos y al regresar me dijo que Paco era su marido y que efectivamente me había invitado a asistir al acto y en vista de que ella también asistiría, nos solicitó la siguiéramos detrás de su vehículo. Eso hicimos y fue como después de un cierto tiempo pude incorporarme al PSOE y la UGT de Gran Canaria.
Paco Crusat alternó los cargos de secretario e interventor en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y montó de forma altruista un despacho como abogado laboralista, que lo puso a disposición como Casa del Pueblo del PSOE y la UGT, en el mencionado Edificio Mercurio. En vista de que era la primera sede local en abrirse en toda la isla, me solicitó que iniciara en la misma la militancia. Accedí y pasé una época muy entrañable con unos compañeros extraordinarios. Todavía no habían cargos, prebendas ni intereses personales y todo lo hacíamos por nuestros principios y convicciones. Hans Mathoffer era nuestro benefactor y nos apoyaba económicamente. Recuerdo cuando nos regaló una impresora rotatoria, que se les solía llamar “vietnamitas”, con la que hacíamos nuestros escritos y panfletos. Teníamos a un joven compañero Jesús Trillo que, era un gran apasionado y se especializó en su manejo y no había quien le separara de la misma.
Con el tiempo y para rememorar aquella época, organicé en enero de 2006 un homenaje a Hans y Traute, consistente en una cena con al final charla y coloquio, en el restaurante de un hotel del Paseo de Las Canteras. No pudo asistir Felipe González que, desde su elección como secretario general, en el Congreso de Suresnes se había hecho un buen amigo de Hans, pero le envió un video de salutación que proyectamos. Ese mismo día salió un artículo del compañero Ángel Tristán Pimienta en el periódico local La Provincia del que fue durante varios años su director. En el mismo exponía muy bien, aquella época inicial y el devenir de nuestras relaciones. El comedor muy amplio estaba totalmente abarrotado y con el apoyo de veteranos y veteranas militantes, me preocupe de que, se realizaran copias del referido artículo y se pusieran en cada mesa. Algo importante sobre todo para los más jóvenes, que no habían conocido los inicios del PSOE y la UGT en la isla.
En aquella época el PSOE, la UGT y Juventudes Socialistas formaban una sola familia y después de tanto tiempo y gracias a la visita de Hans y Traute, nos volvimos a reencontrar, coincidiendo en una misma mesa las personas que, desde el comienzo y hasta esa noche fueron y eran quienes estuvieron al frente de la secretaria general insular de las tres organizaciones. Fue un acto realmente entrañable y memorable, sobre todo, porque nos recordaba con nostalgia positiva un tiempo pasado que tanto nos identificó y unió. Paco Crusat en una entrevista que le hicieron en el periódico La Voz de Galicia en mayo de 2009, describió el devenir del PSOE muy acertadamente con la siguiente frase: “la política se ha profesionalizado y perdió su aureola de romanticismo”.