Antonio Aguado Sánchez

Mis reflexiones y conclusiones para darme de baja del PSOE. (1)

22 de Marzo de 2024
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Cuando Pablo Iglesias Posse fundó el Partido Socialista Obrero Español el 2 de mayo de 1879, lo dotó de principios y convicciones eminentemente democráticos, socialistas y republicanos. Era una época muy difícil para luchar por esos valores, con una sociedad muy pobre y atrasada y un alto índice de analfabetismo, factores que jugaban a favor de los poderes facticos como el de la Iglesia con su gran influencia en la ciudadanía.

Sin embargo, mantuvieron siempre la coherencia e integridad, y después de un largo recorrido de 31 años (1910), lograron su primer escaño parlamentario ocupado por el propio Pablo Iglesias. Luchando por sus ideales, nuestros antecesores no dudaron en sacrificar sus vidas. Eso se demostró sobre todo en la Guerra de España (así debe denominarse, pues contra la II Republica legalmente constituida luchó la Alemania nazi de Hitler y la Italia fascista de Mussolini). Muchos miles de compañeros y compañeras perdieron la vida, fueron encarcelados o tuvieron que sufrir el exilio.

Salvando las distancias y las condiciones de aquella sociedad con la actual, pero el legado que nos dejaron continua vigente pero no así, con lo que representa el actual PSOE. Por supuesto, el republicanismo brilla por su ausencia y a medida que ha ido acumulando más poder, su democracia interna se ha venido cercenando cada vez más, Así ocurrió en el XXX Congreso Federal de diciembre de 1984 celebrado en Madrid, donde Alfonso Guerra con la connivencia de Felipe González, impuso el voto por delegación y no por delegados y algo inédito y poco democrático como que, a partir de entonces, las ejecutivas en sus respectivos ámbitos, podían arbitrariamente votar a favor de su propia gestión. Fue muy impactante su reaccionaria frase: ¡quien se mueva, no sale en la foto!. Aunque no tan drásticamente, pero José Luís Rodríguez Zapatero y Pepe Blanco, continuarón con esa estela, manteniendo las listas cerradas para la elección de los cargos orgánicos e institucionales.

La situación se agravó muy considerablemente con la llegada a la secretaria general de Pedro Sánchez y posteriormente a la Presidencia del Gobierno, erigiéndose en juez y parte. Lo mismo había ocurrido con Felipe González y José Luís Rodríguez Zapatero, pero éstos juntos no llegaron a acumular tanto poder como Pedro Sánchez, tal y como se ha demostrado en los dos últimos congresos federales el 39 celebrado en junio de 2017 en Madrid y el 40 en octubre de 2021 en Valencia. Ambos los diseño y organizó jerárquicamente a su imagen y semejanza y, en contra de su promesa de que iba a empoderar a la militancia, ha venido haciendo justo lo contrario y ahora las afiliados y afiliadas, somos “meros ceros a la izquierda” y no contamos para nada.

Habiendo ganado Pedro Sánchez las primarias con anterioridad a los referidos 39 y 40 congresos federales, éstos se limitaban a reafirmarle en el cargo de secretario general. En ambos congresos la democracia interna brillo por su ausencia, sobre todo en el 40 que fue realmente bochornoso, hasta el extremo de que, como consecuencia de las primarias ser muy deficientes y diseñadas para que los dirigentes territoriales, se autoimpusieran como cabezas de delegación, y después pasar a imponer a sus

delegados afines y entro todos ellos, cribaron las enmiendas presentadas por la militancia a la ponencia marco, impidiendo el pase de las que no compartían.

La política que, debería ser vocacional y para desempeñarla bien y por un tiempo limitado, se ha convertido en una de las peores lacras con los políticos profesionales que, forman una casta cada vez más alejada de la ciudadanía. Las organizaciones políticas y sobre todo, las que tienen mayor representación como es el caso del PSOE, se han convertido en prácticamente agencias de colocación con tantos cargos electos y de libre disposición (enchufados). Cuando pasé a formar parte del Partido Socialista en junio de 1972 en Londres, la militancia era comprometida y sacrificada, hasta el extremo, de anteponer en muchas ocasiones los intereses del PSOE y de la UGT, a los de nuestras propias familias. No había prebendas ni intereses personales y el compañerismo era una de nuestras principales señas de identidad.

Pedro Sánchez en reiteradas ocasiones ha dicho que España es una democracia plena,

¿para quién?. Si por supuesto, para los poderes fácticos que continúan con sus privilegios. ¡Pero, si el propio PSOE no es en absoluto plenamente democrático!. En ese sentido, llegan los dirigentes “socialistas” al extremo de incumplir con el articulo 6 de la Constitución, coartando el derecho fundamental de reunión y expresión, impidiendo el uso de nuestras sedes para debatir y pronunciarnos constructivamente sobre temas de mucha importancia y de actualidad.

Eso era lo que pretendíamos un grupo extenso de militantes de la Agrupación Juan Rodríguez Doreste de Las Palmas de Gran Canaria, podernos reunir para libremente posicionarnos a favor o en contra de un proyecto de tren al Sur de la isla de Gran Canaria. Desde abril de 2022 cuando Augusto Hidalgo salió elegido secretario general de la agrupación local, siendo a su vez alcalde de la ciudad (juez y parte), al respecto nos dirigimos a él en varias ocasiones, sin obtener ninguna respuesta. En consecuencia, recurrimos para que intercediera como secretario general regional y presidente del Gobierno de Canaria a Ángel Víctor Torres. Quedó en hacerlo para que se produjera la mencionada reunión, pero el caso es que al final, si realizó nuestra solicitud, no se dignó ni tan siquiera a contestarnos sobre el resultado de la misma. En consecuencia, y en vista de que esta situación no se va a revertir y, por el contrario, ya forma parte del paisaje tan antidemocrático en el que se ha instalado el Partido Socialista, con gran pesar, pero sin resentimientos y menos aún rencor, no me queda otro remedio y abandono el PSOE.

Por supuesto, para cerrarle el paso a la reaccionaria derecha extrema del PP y fascista extrema derecha de Vox, en las elecciones generales que son las que marcan el rumbo y modelo del país continuaré votando al PSOE, sin ser al Senado al que siempre emito mi voto nulo con el siguiente texto: ”cámara inútil y nido de enchufados que, nos cuesta mucho mantener y habría que disolver. En las demás instituciones de ámbito inferior: Parlamento de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento, sus gobiernos no tienen tanta trascendencia y están marcados por la gestión que protagonizan muchos mediocres y nefastos políticos de todos los signos incluyendo bastantes “socialistas”.

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